Sin darnos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, otro año más ha pasado sin que estés con nosotros y ya son tres. Aunque el dolor sigue, cada vez va a menos y aumentan más los buenos recuerdos.
Con esto, te comento que ya no siento rabia por el hecho de haberte callado que estabas mal y que no querías una solución. Me ha costado aceptarlo y más cuando pasé aquella última tarde contigo. Sé que lo hiciste para que no nos preocupásemos, para protegernos... pero también para que te dejásemos en paz y no te diéramos la tabarra con lo del trasplante. Fue tu decisión y no somos quién para opinar de ello.
Por aquí abajo sigue todo más o menos igual, sigue el Covid aunque ahora estamos todos los Primates vacunados. Que gracias a eso nos hemos podido juntar más, manteniendo las distancias claro, seguimos con las risas, los juegos, las charlas, etc... Tal y como lo dejaste. Al igual que el cumple de R, que le organizamos una fiesta sorpresa por su 18 cumpleaños, ¡vaya sorpresa se llevó! Estaba tan empanado que no se enteró de nada.
Del resto de Primates, los mayores seguimos intentando ayudar a los peques, que ya no son tan peques, pero que si tienen algún problema o necesitan consejo, aquí estamos para ayudar. Mi bro sigue por el mismo camino de siempre, empanado de la vida, tu hermana sigue igual, el J viajando a muchísimos sitios y los peques van cumpliendo sus metas.
Respecto a mi, este año ha sido un año bueno pero complicado. Me dieron el alta, sigo avanzando con la depre y me han encontrado, por fin, el problema que llevaba arrastrando desde hace años. Pasé mucho, pero que mucho miedo y no sabía que la vía podía picar mucho (ojalá haberte pedido consejos sobre ello), también que la resonancia me llegó a dar claustrofobia después de estar metida allí una hora. Al final salió todo bien y no me quejo de ello, es más, he aprendido un montón e intentado ponerle alegría para esos asuntos.
Cuando echo la vista para atrás se me viene a la mente todo lo que he cambiado, luchado y comprendido. Sé de sobra que la conversación que mantuvimos, esa última tarde, fue la que me hizo cambiar mi forma de pensar. Hice un clic en mi cabeza, que me hizo pensar en que no quiero desperdiciar mi tiempo con cosas que no me interesan, quiero viajar, quiero vivir y ahora tengo las cosas más claras. Que sé que la vida no es nada fácil, pero tus palabras fueron certeras: "Solo tienes tu vida, así que aprovecha y haz lo que tu quieras con ella." Sin darte cuenta, dejaste un legado inmaterial que permanecerá dentro de cada uno de los Primates.
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Una Carta Al Cielo
SpiritualUna carta dirigida a alguien especial que está en el cielo y del cual no espero respuesta.