Hubo un tiempo en el que Sarada juró odiar el sabor del puré de papas, asqueada miraba a su alto progenitor que muy tranquilamente preparaba los platos y los utensilios para la cena. El hombre de cabellos tan oscuros como los de ella, tarareaba casi inaudiblemente una melodía de un comercial que últimamente había estado sonando mucho por todos los canales en la televisión. La niña rodó los ojos y apoyó el cuerpo en el respaldo de la silla, cruzándose de brazos mediante hacía un puchero reprochador. Sasuke, alzó las cejas algo sorprendido, pero sin perder la característica paz que siempre le acompañaba.
—Sarada ¿Tienes algo para decir? —cuestionó acercando el rostro al de su hija.
—¿Debo repetirlo después de tantas veces que ya lo hice? Te lo deletreare si quieres Papá —ofreció con sarcasmo, abriendo exageradamente la boca para comenzar a decir letra por letra.
—¿No quieres puré? —la interrumpió— creí que ya habías superado eso.
Ella lo miró con el ceño profundamente arrugado.
—¿Como se supone que supere algo que debo ver, oler y sobre todo comer cada día de mi vida?
—Vamos, no comemos eso todos los días.
—No, solo cuando no tienes ánimos de cocinar... Lo cual es, ¡casi siempre!
Él se encogió de hombros con inocencia y despreocupación, llevándose la mano a la nuca para rascarse allí, totalmente relajado.
—Sabes que no me gusta cocinar —se defendió.
—Debiste pensar eso antes de ser amo de casa —dijo sin pensar, corriendo el rostro y cerrando los ojos indignada, pero tras pasar siquiera un segundo los abrió como platos al darse cuenta de lo que había dicho— Lo siento, no quería-
—Sarada —El rostro del hombre oscureciéndose por completo acompañó el momento en que le apuntó amenazadoramente con el cucharón que traía en su única mano— Si no te comes el puré, iré hoy sin faltas a la casa de Boruto y le diré que lo amas.
La menor lo miró horrorizada y por inercia se llevó una mano al pecho, pero segundos después su cara cambió radicalmente a una desafiante, achinando los ojos y elevando el mentón.
—No te atreverías —sentenció burlona.
—¿Estás poniendo a prueba a tu padre, Sarada? —preguntó él aún más desafiante& ¿En serio crees que le temo a la versión mini y en desarrollo de mi mismo? Aún te faltan tres cuartos de ti misma para mirarme a los ojos sin ayuda de un banco.
—Ni eres tan alto, jodete.
—Cuida tu vocabulario o te haré comer el doble.
—.Si sigues amenazándome le diré a todos en la escuela que no eres tan genial amo de casa. Les diré "papá no sabe cocinar, todo sabe súper mal y por eso siempre en casa comemos puré. Lo peor de todo es que es instantáneo ¿Pueden creerlo? Es tan malo en la cocina que ni siquiera puede pelar y cortar una sola papa" y ya no te verán con admiración. Después de todo, en realidad no te la mereces.
—¡Sarada!
La nombra se congeló por completo al oír el grito enfurecido de su madre, un escalofrío recorrió su espalda y tragó grueso, negándose a voltear y ver el rostro de la mujer que seguramente le estaría lanzando dagas por los ojos. La pelirrosa salía del baño con un suéter de lana y unos shorts, aún con la toalla de baño envuelta en su cabello como prueba de que se había dado un merecido baño relajante tras por fin llegar a su hogar. Sarada sintió los pasos de su mamá acercándose hacia ella, hasta que la tuvo junto a su cuerpo y ya no pudo evitarla. Su expresión cambió a por una con una sonrisa tonta para fingir inocencia y ver si así podía salvarse de la reprimenda que se le avecinaba.
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Puré Instantáneo. | One Shot [Familia Uchiha]
FanfictionHubo un tiempo en el que Sarada juró odiar el sabor del puré de papas instantáneo. - Sarada, si no te comes el puré, iré hoy sin faltas a la casa de Boruto y le diré que lo amas. - No te atreverías. Hoy Sarada, lo extraña más que nunca.