Jai estaba esperando por mi en la puerta de casa, me asegure de dejar todo lo preparado en cada lugar planeado, y baje las escaleras lo más rápido posible. Hoy comenzaba el receso de verano, y el y yo partiríamos, no habíamos podido decidir donde, tan sólo sabíamos que queríamos irnos y eso es lo que íbamos a hacer.
Lo salude con un gran beso en los labios mientras el me abrazo con fuerza por la cintura, le di las llaves del auto y partimos.
Me gustaba lo fastidioso que se ponía cuando sus rizos se revelaban deshaciendo su perfecto jopo peinado hacia atrás, y eso pasaba con el viento cálido que entraba por las ventanillas bajas del auto. Jai estaba de un buen humor que me contagiaba a mi, ambos lo estábamos, era ese alivio de ser libres, al menos por un tiempo. Jai cantaba lo que la radio pasaba acompañando cada palabra con su sonrisa, su sonrisa que me enamoraba segundo a segundo, el ya lo sabía y yo lo sabía pero finalmente podían saberlo todos de mis labios, yo lo amo.
Para cuándo llegó el caer del sol, decidimos que parariamos por hoy, aún nadie había notado que cada uno no estaba en casa. Aún estábamos en California, pero ya estábamos en sus afueras. Pasaríamos la noche en un hotel y al otro día seguiríamos nuestro itinerario.
Este lugar era tan hermoso y tranquilo, Jai estaba sin su playera refrescandose en la pequeña costa que estaba bajo el medano de arena sobre el cual habíamos estacionado. Los inviernos no eran tan fríos aquí, pero cuando el verano llega se siente esa gran diferencia de temperatura.
Jai estaba inclinado junto a la costa juntando el agua entre sus manos para luego llevarla a su cabello y acomodarlo, no sabía que yo le estaba mirando y mucho menos que me iba a acercar por atrás con la intención de asustarlo, me abrace a su espalda riendo cuándo quiso levantarme pero apenas mis pies se despegaron del suelo porque me aferre lo más posible mientras me reía. Cuando me baje tenía que despeinar su cabello, y luego correr para asegurarme que no cobre venganza, éramos realmente dos idiotas, no había diferencia entre nosotros dos, y podía amar ser simplemente yo cuando estábamos juntos, antes de estar juntos podría decir que no sabía quien era, no me tomaba tiempo para análisis, solo hacia lo que quería en el momento que lo quería y por eso iba, pero ahora tengo mis convicciones, una de ellas es que es todo lo que quiero y con la única persona que quiero estar.
-Mira Luke ya quiere saber que hay sobre mi. - dijo Jai tirado en la cama de nuestra habitación. Estaba con su teléfono en sus manos. Yo estaba quitando mis cosas de mi bolso, no había llevado mucho, solo lo suficiente.
-Jai, aquí cerca vi que estaban montando una especie de feria cuándo pasamos, ¿porque no me llevas?
-¿Oíste lo que te dije?. - pregunto arrojándome con una de las almohadas, lo vi por el reflejo del espejo por lo tanto me voltee de inmediato atajandola. - si, pero Luke que no moleste amor, estamos aquí nosotros. - deje la almohada a su lado y quite de mi bolso donde portaba los cigarrillos.
-¿Y eso?. - dijo levantando una ceja.
-No quería dejarlo en casa. - dije alcanzandocelo.
-No sabía que fumabas..
-No creía algo importante para decirte. -dije aplicandome labial con cuidado de no salirme de los bordes.
Jai no dijo nada, tan solo lo dejo a un lado pero ver en su expresión que no parecía de acuerdo por completo.
La feria era hermosa, era de esas donde todos exponen sus manualidades, y donde viene gente de todos los estados o partes del país tal como el y yo. Gafas con marcos coloridos, murales o jarrones, estaba enamorada de ese tipo de cosas. Jai iba de aquí para allá mientras yo le mostraba todo, no lo dejaba tranquilo un segundo.
-No podremos acarrear con esto por todos lados donde vayamos piensa que es el primer día Meg. - dijo mientras llevaba mis cosas. Yo estaba revisando en un revistero, hasta que unas revistas en especial llamaron mi atención, las separe del pilar y se las enseñe, elevando una ceja y sonriendo ladeadamente al ver su expresión de interés cuándo vio que nirvana y Elvis estaban en sus portadas.
-Te conozco bien. - le dije dándoselas ante su desperacion por verlas y luego señale mi mejilla, esperando la recompensa que no tardó en llegar, tomo mi rostro y plantó un beso en mi mejilla, una de las mejores sensaciones era la calidez y suavidad de la labios por mi piel.
Cuándo volvimos de la feria, con una bolsa llena de cosas, Jai paro en el hiper por un par de cervezas, una noche tranquila de viernes. Amaba tener mi cabeza por sobre su pecho mientras el jugaba con mi pelo, tan relajados en la terraza del hotel, un pequeño y acogedor hotel de paso.
-¿Nunca has tenido novio entonces?. - preguntó mientras sus dedos seguían enredandose en mi cabello.
-Claro que no, nunca me ha gustado un chico.
Jai se río y llevo el pico de la cerveza a su boca.
-¿alguna chica?
-Si Jai me gustan las chicas. - dije mirando a sus ojos intentando ser sería.
Rei luego que el se sonrio con chiste.
-no me ha gustado nadie, pero obvio me he sentido atraída pero jamás eso de andar persiguiendo a alguien, esperándolo o acosando su Facebook - dije revoleando mis ojos.
-Yo te veía cuándo estabas en el almuerzo. - confesó dejando su cerveza al lado de la pata de la silla.
-Veía como siempre escogias la fruta con mucho cuidado o los días de frituras traias la comida de tu casa.
Me sonreí, ¿como estaba en tantos
detalles?
-También veía cómo siempre traias aquellas botas de cuero negras los días deportivos, y al principio no podía entenderlo pero luego supe que te fugabas. Me rei mucho con sus acotaciones.
-¿Como nunca lo note?
-Estabas muy ocupada volteando mirando para ver si los Skinny jeans negros marcaban mucho tu trasero, y dejame decirte, amablemente era así. - guiño un ojo.
Cubrí mis ojos con ambas manos mientras reía tímida.
-Odio cuando me haces poner tímida.
-Así me hacias poner tu, y se que lo disfrutabas eh. - pregunto poniendo su mano sobre mi rodilla.
-Claro que si, era cuestión del mínimo toque para que estés así.
-Creo que ahora no eres la única que goza de esa ventaja eh - dijo acercándome a el abrazándome por el hombro.
-Jai... si tu estabas con esta chica.. que te ha..
-Ariana. - dijo con seriedad mirando a la distancia de la noche y todas las luces lejanas reduciéndose a manchas difuminadas brillantes.
-¿Como te has enterado?
-Porque ella dejó de pasar tiempo conmigo, dejó de contestar mis llamadas y cuándo estábamos juntos, en el colegio, actuaba rara.. cómo si no quisiera ver vista conmigo, cómo si le fuese vergüenza o miedo. - contesto ahora volviendo a mirarme.
-¿Porque tendría vergüenza?
-Porque todos en este colegio la amaban, formaba parte del coro del colegio y los ha llevado más allá de los regionales, además.. era adorable para todos.
Rei por lo bajo.
-Esas son las peores..
-Lo fue, lo fue, ella le había dicho a todos que habíamos terminando porque yo tenía que ser más hombre para estar con ella, y que estaba con alguien que si la sabía cuidar ahora.
-Que terrible Jai pero no puedo creer que no te has dado cuenta... que ella estaba con alguien más.
-No lo hice, su agenda ocupada tenía sentido por los ensayos, que no me de apunte en público era algo común también porque no se... eramos diferentes, y la gente riéndose de m siempre fue algo común.
-¿Que hiciste cuando lo supiste?
-La deje ir..si ella no me amaba, ¿que podría hacer?, ya estaba con alguien mejor, pero tal vez tenía razón.
-Jai ella no tenía razón, seguro eras muy hombre para ella y supo que no era lo suficiente ella para ti, podrías haber sido más joven pero eres más que digno para cualquiera.
-La diferencia de edad, y la diferencia social importa.
-No, claro que no, ella podría haber sido más joven pero manejo la situación del peor modo, y si es como dices, erróneamente, que no eras para ella, tendría que haberte dejado y luego comenzar otra relación, no hacer eso.
Jai sonrió apenas y apretó con fuerza mi mano.
-Se que lo nuestro aun es reciente, pero si..algún día sucede algo que hace que no quieras estar conmigo, no me rompas el corazón por favor, solo vete, pero no juegues conmigo.
-Yo, no podría jamás hacer algo así Jai, yo te amo y lastimarte es lo ultimo que querria hacer. - pase mi mano por su mejilla.
-¿Quieres que vayamos a la cama?. - pregunto poniéndose de pie tirando de mi mano.
Le sonreí poniéndome de pie y lo abrace fuertemente, por si las palabras no hubiesen sido lo suficientemente justas, para intentar curar un poco más, su corazón.