El sonido de pasos retumbó en la desolada noche, con un cigarrillo entre los labios un hombre de cabellera negra caminaba suavemente, casi danzando sin darle atención a su entorno.
Cabellos negros y largos, piel tersa y perfecta, cuerpo definido, piernas largas, manos grandes y porte elegante, eso era Jeon Jungkook, un hombre que sin duda se veía culto, lastima que su vida no fuera la mejor de todas.
Las personas podrían definirlo con una palabra simple, un hombre de la vida alegre, en pocas palabras, el vendia su cuerpo. No era algo que lo avergüenza ya que siempre salía ganando, obtenía dinero y experiencia, las mujeres que pasaban por su cama salían satisfechas y pagaban bien, eso era lo único que el quería.
Hoy no fue el mejor de los días, ya que no tuvo citas y necesitaba el dinero, era por eso que se quedó hasta altas horas de la noche, esperando por alguna llamada, he incluso fue a bares buscando alguna persona que quisiera sus servicios, no había encontrado nada, hoy tenía mucha mala suerte.
Aún absorto en sus pensamiento siguió caminado, salió hacia la avenida y se quedó mirando un semáforo en rojo.
Su vida no fue nada fácil, siempre tuvo que luchar para poder tener lo que quisiera, su madre era una prostituta que murió por una sobredosis y a su padre jamás lo conoció, se quedó "Huerfano" a la edad de 12 años, era casi un niño, ninguna persona le daba trabajo y no podía conseguir dinero para sus alimentos así que tuvo que recurrir a limpiar autos por unas monedas, eso le ayudó por unas semanas hasta que los del gobierno llegaron por el, lo trasladaron a Seul y fue llevado a un Orfanato cerca del centro, era un lugar bueno, a la edad de 16 años fue adoptado por una familia que lo maltrató, lo obligaban a trabajar en una fábrica de telas y le quitaban su dinero aparte de golpearlo, no pudo soportarlo y escapó.
Aquel día terminó en la calle, esa noche se prometió que no dejaría a nadie dominar su vida, que trabajaría de lo que fuera para ser libre y hacer sus propias reglas, paso el tiempo y ahora ya con 21 años era libre y hacía algo que le gustaba, su vida era genial.
Lo malo eran las deudas.
Salio de sus pensamientos y tiró su cigarrillo al suelo aplastando con la suela de sus zapatos, metió sus manos en los bolsillos de su pantalón mientras veía a los lados buscando transporte. Eran las 2 a.m. A esta hora no habían buses que lo pudieran llevar, la única opción era tomar un taxi.
Solto el aire retenido, dejando una nube de aire caliente.
Espero por varios minutos hasta que vio un taxi a lo lejos, puso su mano en el aire haciendo una señal con los dedos para que este se detuviera. Aquel taxi se acercó y se detuvo frente a el, abrió la puerta y entró.
- ¿Buenos días, a donde lo llevaré? - fue preguntado con una voz algo suave.
Jungkook se acomodo mientras el auto partía, miró atraves del espejo retrovisor a un hermoso hombre de cabellos castaños, era extraño que le pareciera hermoso.
ESTÁS LEYENDO
ʙᴜʀɴɪɴɢ
FanfictionJungkook era Un hombre de la vida alegre. Un prostituto en pocas palabras. Jimin era un taxista. Ellos dos se encontraron en una noche fría, ninguno imaginó que vivirían una vida al lado del otro, que aprenderían a amar y sentirían sus corazones cal...