ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ ʏ ᴜɴᴏ

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FLASHBACK TRECE

La siguiente sesión, Draco volvió a estar con un uniforme parecido al de esgrima-sin la careta, de nuevo-. Se detuvo y Diana miró sorprendida.

Él arqueó una ceja, —No me apetece enredarte en mi túnica.

Draco siguió mirándola por un momento.

—Entonces, dado que no estás entrenando para pelear si no para saber defenderte, hay que ampliar tus habilidades de combate. Hombres lobo y vampiros no tienen varitas mágicas, pero saben atacar perfectamente a la gente mágica. Se acercan y el ataque cercano es más difícil de combatir. La mayoría de las brujas y magos aprende uno o dos hechizos de artes oscuras para defenderse asumiendo que siempre estarán a más de un metro y medio de distancia. Además...Eres pequeñita, vas a tener una desventaja en las peleas.

—Bien.— Diana asintió bruscamente.

Draco se acercó a ella. —Ahora, supongamos que soy un hombre lobo, estaría mirando el centro de tu garganta. Mientras luchas con un vampiro joven, me acerque a ti.
—Él se acercó hasta que sus cuerpos se tocaron. —¿Qué me harías?

Diana comenzó a sacar su varita y Draco con golpeó su muñeca. Su mano salió disparada y su varita voló de sus dedos hasta el otro lado de la habitación.

—Sin varitas Fennell— dijo —Una vez que tus brazos estén atados o atrapados, tus opciones son limitadas y las de tu atacante, en este caso, yo, son infinitas dependiendo de lo que quiero hacerte ahora.

Diana le pisoteó el pie y le dio una patada cerca de la ingle.

—Se nota que te falta experiencia para pelear sucio.

La soltó abruptamente y Diana se apartó y lo enfrentó.

—Nunca me había peleado así antes. Hojee decenas de libros de combate cuerpo a cuerpo, ¿Pero sabes cuántos tipos hay?—Ella lo fulmino con la mirada —No entiendo como sabes tanto si una joven de trece años te dio un puñetazo en la nariz libremente hace tres años atrás.—Agregó.

—Uhh, Sangre sucia te lo dijo. Mi secreto sucio está descubierto.

—Podría apuñalarte con alguna daga. O una espada.

La miró y luego asintió. —Deberíamos usar espadas reales ahora, o katanas. Traeré un juego.

Diana lo estudió desconcertada
—¿Estás de buen humor hoy? ¿Por que?

La miró por un momento y luego le sonrió —Ma pièce d'échecs est en place, supongo. O inesperadamente son goces de vida.

Diana lo miró y se preguntó si estaba drogado o borracho.

Se veía feliz y al borde de ser casi afectuoso. En cambio ella, estaba colapsando.

Debía controlarlo. Tenía que hacerlo.

Diana miró a Draco como si fuera a tener un ataque de pánico.

Si resistes y haces de esto algo
Completamente clínico. Malfoy estará bien en su mundo. Y más te vale que sea así porque la encargada de esos trabajos, de los asesinatos dentro de de la orden, eres tú.

Draco la miró, estudiándola.

—No tengas miedo a atacar.— dijo —Están encantadas para dejar hematomas leves, nada de cortes profundos.— le entregó una espada de Plata, hechizada para que fuera más ligera.

Diana frunció el ceño.

Se abalanzó sobre ella. En vez de intentar huir, se movió hacia él. Draco giró y se dio la vuelta, pero ella ya lo había golpeado en el costado. Estaba demasiado cerca para atacarlo justo en el centro de su pecho. Ella trató de deslizarse lejos de él, pero él la agarró del brazo y tiró de su espada, arrastrándolos al suelo a ambos.

Éternel; Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora