1: "No ha habido día en que deje de amarla."

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"𝙴𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚜 𝚞𝚗𝚊 𝚙𝚛𝚘𝚖𝚎𝚜𝚊,
𝚎𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚜 𝚞𝚗 𝚛𝚎𝚐𝚊𝚕𝚘. 𝚄𝚗𝚊
𝚟𝚎𝚣 𝚌𝚘𝚗𝚌𝚎𝚍𝚒𝚍𝚘 𝚗𝚞𝚗𝚌𝚊 𝚜𝚎
𝚘𝚕𝚟𝚒𝚍𝚊, 𝚗𝚞𝚗𝚌𝚊 𝚟𝚊 𝚊
𝚍𝚎𝚜𝚊𝚙𝚊𝚛𝚎𝚌𝚎𝚛."
𝙹𝚘𝚑𝚗 𝙻𝚎𝚗𝚗𝚘𝚗

   Una joven ceniza bajaba por las escaleras en dirección hacia la cocina donde se encontraba su padre

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Una joven ceniza bajaba por las escaleras en dirección hacia la cocina donde se encontraba su padre. Ya había lavado sus dientes, y moría de hambre. Bajaba con lentitud y pesadez... pero una pequeña sonrisa apareció en el rostro de la chica al recordar que hoy era 20 de abril, cumplía 18 y su padre 43. Amaba cumplir el mismo día que su padre, y pasarlo juntos. Al llegar se acercó a la cafetera, tomó su taza y la de su padre y las llenó hasta el tope de café negro. El cenizo la miró.

- Buena elección de pijama. - Ella lo miró y lo vió sonreír levemente mientras ambos se dirigían a la mesa en silencio.

- La tuya también. - Ambos tenían pantalones negros holgados, camisetas negras holgadas con una calavera negra en el medio, calcetines blancos y pantuflas negras. Al ya ambos estar sentados en la mesa comenzaron a desayunar lo que Katsuki había cocinado... en total silencio. Ninguno sabía cómo felicitar al otro... sabiendo que no tenían la necesidad de ocultarse con el otro.

- ¿Irás así a la escuela? - Ella se encogió de hombros. Realmente no le importaba, sólo quería irse con su abuelo y tía Himiko. Quería vivir lo que ellos habían vivido.

- ¿Quieres que vaya arreglada o que llegue temprano? - Lo miró con una sonrisa retadora a lo que Bakugo correspondió con una mirada fulminante, la ceniza rodó lo ojos y chasqueó.

- Bien. Es sólo que odio las malditas faldas. - Dijo recostando su espalda en la silla y cruzándose de brazos con el ceño fruncido.

- Lo sé, mocosa. Vamos, lava tu plato y cubiertos, para que te largues a la escuela. - El cenizo se levantó, lavó su plato. Antes de irse de uno de los cajones sacó una caja rectangular, envuelta con papel negro y un lazo rojo. Lo colocó frente a ella en la mesa.

- Feliz Cumpleaños, mocosa. - No la miró en ningún momento pero si revolvió los rebeldes cabellos cenizos de su hija. Y se marchó a preparase para pasear a King. La ceniza menor con delicadeza abrió la caja... en ella una hermosa cuchilla hecha de hierro negro como el carbón de los suelos de Afganistán, dos centímetros de ancho, 4.5 mililitros de gordo y unas 5 pulgadas de longitud. El mango era gordo y envuelto en cuero rojo... Sin duda hermosa. Sus ojos granates brillaron con emoción, tomó la cuchilla como si fuese lo más hermoso y frágil que pudiese existir, la admiraba. Notó que dentro de la caja había una nota, la tomó y la leyó.

"Hablé con el viejo para que te hiciera una...
espero que te guste, fui bastante específico
  con los detalles. Sin duda mi padre  ha
  hecho su mejor creación, sólo para ti.
   Feliz cumpleaños, Katsumi... Te amo.
       Atte: B.K."

Entre el Bien y el Mal. {Kacchako/ Bakuraka} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora