No es simple olvidar tu voz, no es simple olvidar tu cabello, tu pelo... Olvidarte a ti.
Aunque trate de alejarme, de no verte, no hablarte, tener contacto cero contigo. Pero siempre apareces, vuelvas a cruzarte en mi camino. Costó olvidarte pero ah...
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29 de octubre 2019
Kate Johnson
Presente
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— Yo decido por no decidir. — Dijo firme mirandome directo a los ojos. Al instante que dijo aquellas palabras volqué los ojos, entre abrí la boca y solté lo siguiente.
— La vida es un laberinto Kevin. Aqui no es de ignorar o hacerte la vista gorda con posibles salidas — Di dos pasos acercandome a el — Tienes que tomar un decision, tienes que proponerte encontrar la salida. Al contrario te quedarás en el mismo hueco, y nunca podrás salir de tu laberinto.
Sabia muy bien en lo que me estaba metiendo. Sé que no fue la mejor desicion llegar aqui como si nada, pero lo tenia que hacer, y por fin tenía un pretexto para que el me dejara en paz, para que dejara de meterse en mis asuntos y en mi vida. Sé que el no quiere responder, sé que si no quiero hacerlo, no lo hará, pero lo tiene que hacer, tiene que decidir ya.
O dice que si, y se aleja de mi, yo no diría nada, pero decia que no, me tocaria ir a la comisaria y denunciarlo por secuestro y asesinato.
— Tienes la decision en tus manos Kevin, o lo tomas, o lo dejas — Dije firme, pase mi mano por mi enredado pelo, tomé un pequeño mechón y lo puse detrás de mi oreja izquierda. Él no decia nada, solo me miraba, miraba y miraba, eso me incomodaba << Te incomoda? O te pone nerviosa?>> Pensé.
Yo sabia que aún sentia cosas por Kevin, aunque ya ha pasado un año desde que el y yo decidimos terminar con lo que teniamos, no podia negar que aún lo queria, sé que me hizo daño, que me destrozó el alma en un segundo, que nunca pensó en mi, y que nunca me amó como yo lo amé. Pero aún asi, lo queria.
— Kate — Se acercó tanto a mi, que di un paso hacia atrás, chocando con un pequeña silla que hay ahí.— Sabes que aunque yo prometa no volver a acercarme a ti, lo haré, siempre me acercare, siempre. — Pasó su lengua por su labio inferior, lo humedecio, y me miro de nuevo a los ojos. Maldicion que sexy— Y además, aunque tú prometas no decir nada, o, no denunciarme, o cualquier otra cosa que tenga que ver con esa noche, a mi nadie me garantiza que cumplas tu promesa y nunca digas nada. Asi que mejor no decido.
