Capítulo 1: El Comienzo

65 5 6
                                    

     Era un día tranquilo, como cualquier otro; un lunes por la mañana si no me falla la memoria, no tenía ganas de asistir al colegio, pero tenía que ir de todas maneras, ya que tenía un examen de física ese mismo día que valía prácticamente casi la mitad de mi nota final y no podía faltar, recuerdo que estaba emocionado por el final de temporada de una serie que solía encantarme, The Walking Dead, la pasaban esa misma noche, y no me la quería perder por nada del mundo.

     Recuerdo que estaba estudiando para mi examen, era temprano, calculo que era como la 1 de la tarde, aún faltaban un par de horas, así que como ya me había estudiado todo, decidí ponerme a ver televisión mientras pasaba el tiempo. Llamé a mi padre, le dije que ya estaba listo para irme y que pasara buscándome para ir al colegio, como cosa rara no pudo, pero esta vez la excusa fue un tanto extraña, dijo que estaba estancado en el tráfico y que habían muchas personas peleando, mencionó algo de una manada, no comprendí, pero sí recuerdo que estaba asustado, y que sus últimas palabras fueron: "quédate en casa, no le abras la puerta a nadie y no salgas para ningún lado, la cosa aquí está muy fea, buscaré la manera de llegar a casa".

     Momentos después llamé a mi madre, le conté todo lo que mi padre me había dicho, ella me dijo que había oído sobre eso en la radio, pero pensó que sería alguna protesta violenta o algo así, le dije que tenía que ir al colegio y le pregunté si me podía pasar buscando, ella me dijo que no iba a poder, estaba muy ocupada en su trabajo, le dije que iba a irme en taxi, ya que era muy importante que fuera al colegio, ella me dijo que me fuera, pero que le avisara a mi padre, así que le mandé un mensaje y decidí irme. Acto seguido salí de la casa, cerré con llave y caminé hasta la salida de mi residencia para coger un taxi, un hombre joven, menor de 30 años según mis cálculos se paró y me dispuse a entrar a el mismo, me senté atrás y muy tranquilo le dije hacia donde me dirigía, el, obedientemente, arrancó directo al colegio.

     Estábamos a punto de llegar, cuando a lo lejos se ve la manada de personas, le menciono acerca de esto y él dice con mucha certeza: - Tranquilo, sé cómo llegar más rápido, conozco un atajo. Yo le creí, así que sólo saqué mi teléfono para llamar a un compañero y preguntarle si ya había llegado, no había señal, me pareció muy extraño, ya que estábamos prácticamente en el centro de la ciudad, pero en ese momento no me importó, "se cayó el sistema, de seguro vuelve en un momento" fue lo que pensé. Ya casi llegábamos, estábamos muy cerca, puedo decir que como a dos kilómetros del colegio, recuerdo que yo estaba concentrado en mi teléfono y el revisaba el suyo, no lo revisaba mucho, pero esta vez si se quedó revisándolo, lo sé porque se empezaba a reír, a gritar y hasta decía malas palabras, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, estábamos frente a un camión, el cuál tocó la bocina para alertarnos que nos quitáramos del camino, ya que íbamos a chocar.

     Ya era muy tarde, no podíamos hacer nada, y en menos de un segundo el camión chocó contra nosotros y fue allí donde perdí la conciencia. Me acuerdo que desperté, tenía numerosas heridas y moretones, pero nada grave, en cuanto al taxista, no estaba, había mucha sangre, y el auto estaba prácticamente destrozado, no me tomó más de un segundo tomar mi mochila, salí del auto y emprendí mi camino hacia la casa de mi abuela, vivía cerca del colegio, como a dos cuadras, así que solo me fui caminando. Recuerdo haberme asustado porque había mucha gente, me acerqué y para mi sorpresa me asusté aún más, había mucha sangre y gente atacando a otras, no se veía bien aunque si se veía lo repugnante que era, y no pensé en aquellas personas o en si podría ayudarlas o aunque sea pensar que estaba pasando, lo único que se cruzaba por mi cabeza era correr y llegar a la casa de mi abuela, tomé un atajo y corrí como nunca en mi vida. Perdí el aliento, estaba muy cansado, no recuerdo haber corrido así jamás, pero lo más importante fue que había llegado, y completo.

     Era un edificio de doce pisos, mi abuela vivía en el séptimo piso con su hija y su nieta. Toqué el timbre pero nadie respondió, grité, pero nadie salió y para colmo estaba oscuro, muy oscuro, me acordé que había una señora, la presidenta del condominio, que tenía las llaves de todos los departamentos, vivía en el onceavo piso, así que me dispuse a ir, asustado, pero dispuesto. Lo primero que hice fue correr hacia las escaleras y empezar a subirlas descontroladamente, estaba muy asustado, tanto así que no me pasaba nada por la cabeza, sólo subir, conseguir las llaves y entrar a la casa de mi abuela, en eso consistía mi plan.

     Subí las escaleras como loco, mi corazón latía a millón, al igual que mi sudor, el cual representaba la extrema desesperación que tenía en ese momento. Pasé el octavo, el noveno y por último, el décimo piso, estaba parado frente a la puerta que me conducía al pasillo del onceavo piso, dispuesto a entrar, abrí la puerta poco a poco y me percaté de unos gemidos que apenas se escuchaban, seguí el sonido, el cual me llevaba al departamento de la susodicha, lo único que hacía era gritar ahogadamente, abrí la puerta y entré, lo primero que hice antes de entrar a su habitación, que era donde supongo que estaba, fue agarrar un cuchillo de la cocina, sólo por seguridad, luego caminé hacia el pasillo, estaba encharcado de sangre, dejando un camino de la misma que conducía a su habitación, entré, y lo primero que encontré, fue a la señora tirada en el suelo con las tripas afuera y toda desgarrada pidiendo ayuda, en ese momento no sabía qué hacer, estaba muy asustado y preocupado, preguntándome: "¡¿Qué puedo hacer para ayudar a esta señora?!".

     Finalmente reaccioné, pedía que la ayudara pero ¿cómo carajos lo iba a hacer?; ella estaba muerta en vida, le pregunté quién le había hecho eso, pero ya no podía hablar, así poco a poco fue cerrando sus ojos y empezar a convulsionar, le salía sangre por la boca, los ojos y hasta por los oídos, no podía dejarla así, así que solo le clavé el cuchillo que tenía en la cabeza, desde ese momento mi vida cambió para siempre, no pensaba igual. Dejé de mirarla y salí corriendo de la habitación, busqué las llaves por toda la sala, derrumbé todo, no podía sostener el llanto y la desesperación, pero eso no me detenía, seguí buscando las llaves y cuando veo hacia la cocina, estaba un enorme llavero con un montón de llaves puestas, tenían números, supongo que eran para definir cuál era de cual departamento, luego de eso corrí lo más rápido que pude y así salir del departamento.

     Bajaba las escaleras mientras buscaba la llave del departamento de mi abuela apuradamente, la había conseguido cuando llegué a la puerta, coloqué la llave, y luego de varios intentos, pude abrir la puerta. Me quedé en shock cuando finalmente la abrí, estaba Camila, mi prima, apuntándome con un martillo hacia la cabeza, le dije que era yo, Edward, ella bajó el martillo y empezó a llorar, me abrazó y me dijo que todo se había ido a la mierda, cerré la puerta y fuimos a la mesa para conversar, ahí estaba mi abuela, llorando en silencio como loca, le di un abrazo y se calmó un poco, pero igual seguía sollozando. Le pregunté a Camila que había pasado, me dijo que todo comenzó con pequeños disturbios por la zona, me dijo que su madre, mi tía, había bajado para ver que estaba pasando.

      - No pasó más de media hora cuando el presidente dio un anuncio en la televisión diciendo que había un nuevo virus – hizo una pausa con un breve sollozo acompañado de un leve gemido – dijo que era el "Virus Z", que hacía que las personas presentaran síntomas como dolor de cabeza, fiebres altas a cuarenta grados, dolor estomacal, diarrea, vómito y dolor en las articulaciones, dijo que ese virus lo habían detectado alrededor de 6 meses atrás, pero que ellos prefirieron mantenerlo en secreto y realizar pruebas por ellos mismos.

     No sé cómo no me había enterado de eso, supongo que entre ver series de televisión, perdiendo mi tiempo en ver vídeos estúpidos, en los chismes de celebridades y todas esas cosas, en vez de haber estado al tanto de lo que en realidad estaba pasando, no me hubiera agarrado desprevenido.

     - También dijeron – retomó la palabra – que luego de intentar crear una cura, habían hecho pruebas en humanos, quienes murieron al mes de ser inyectados con el virus. Resultó ser que con los altos químicos de la supuesta "cura", mutaron a los difuntos que habían usado como prueba y volvieron a la vida sin más ni menos, y que a los minutos de haber revivido, empezaron a atacar a todo el personal, hubieron varios que se enfermaron y así fue como se propagó el virus, ahora, según el gobierno, más del 60% de la población mundial está contagiada, y que por lo menos el 85% de nuestra población dentro del país, está contagiada, y que el otro 15% está muerta. Lo extraño es, que algunos de los síntomas no se presentan, pero aún así todos lo tenemos dentro, y que revivimos una vez que morimos.

     - Esto n-no puede estar p-pasando, estamos... en una invasión zombie...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 20, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Life in ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora