Well, she was my catatonic sex-toy-love-drug diver
She went down down down, there into the sea
Down, down, down there, down for me
🐟
[ Interpol, Stella was a diver and she was always down ]
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Cuando él camina por las calles, sabe que hay gente tras los edificios mirándolo. Cansado, demacrado, ocultándose tras las sombras. Es presa de ojos verdugos y él se juzga también. Pero sus necesidades son más grandes que su moral; lo arrastran con la fuerza de una marea. No tiene más remedio que seguir su camino entre la noche iluminada de este barrio maloliente.
Se deja llevar hasta mí.
Entra a la habitación con una sonrisa trémula. Quizá es la primera vez que despega la mirada del suelo desde que salió de casa. Luce gris; nada más que un despojo de cenizas, pero tan pronto me tiene cerca, es como si recibiera un aliento de vida.
-Hola-me susurra.
Su voz está agotada. Las bolsas en sus ojos son más grandes. Sus manos se ciñen sobre mis caderas, pegándome a las suyas.
-Hola, Shisui.
No hay más palabras. Shisui no necesita eso, necesita mis besos. Mordidas en sus labios, marcas en su cuello. Expresará en silencio cuánto me desea mientras yo desabrocho su camisa y lo recuesto. Juega mi boca con su cuerpo cansado, mi trasero encima de su pene. Me meneo encima de él para avivar su llama y hacer sus cenizas a un lado.
A veces me pregunto cómo habrá sido (mi) Shisui antaño. Lo imagino como un faro a medianoche, sonriente, alegre y parlanchín. Apuesto a que estudió una de esas carreras que estudia la gente extrovertida; se habrá enamorado a los veinte años y casado a los veintidós. Aunque, si su historia tuviera escrito un final feliz, nosotros nunca nos hubiéramos conocido.
Pero, ¿qué sería de él si no me tuviera aquí?
¿Qué sería de mí sin el rizado?
Me dice que soy hermoso. El deseo que carga en sus ojos está combinados con la culpa y aun así me atrae para besarme. Gime mi nombre, me llama comadreja, sus manos me afianzan por la espalda mientras él se concentra en los movimientos de nuestras caderas.
Poco a poco, se va volviendo más vivaz. Y poco a poco, se va olvidando de ella.
De Izumi, que está postrada en una cama.
De la mujer que ya no puede sonreír y apenas logra levantarse de la cama.
A quien Shisui le dedica sus días y gran parte de sus noches.
Casi siempre evita hablar de su esposa cuando está conmigo. Puedo entenderlo. Lo más probable es que el rizado me borre de su cabeza al estar con ella, para cumplir su rol de buen marido. No podría decirle a la mujer que se folla a un muchacho callejero. ¿Cómo explicarle que una persona como yo es la que está reviviendo las cenizas que ella dejó?
Así que Shisui se limita a quererme por un rato. Se mueve dentro de mí. Deja todo lo que es y se siente vivo. Después del clímax, él me acuna en su pecho. Me quita el cabello de la cara con ternura y noto el brillo en sus ojos es más grande de lo que era hace unas horas.
Él brilla porque está conmigo. Porque yo no permitiré que se apague eso que Izumi está destruyendo.
Porque yo soy fuego.
Y ella cenizas.
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¡Hola! Resulta que fui vencida por tercera vez. ¡Espero les haya gustado! 🖤🖤 [ Daisy_in_lazy_eyes ]
