Nueva reclusa

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Alice :

Ahora que sabía más cosas de Vanesa podemos usar eso en su contra, si Támara decide declarar en su contra, Vanesa puede caer presa por mucho tiempo y por fin nos dejara en paz.

Ayer en la noche nos informaron que habría una nueva chica y que la iban a traer hoy por la tarde, no me incomoda tener a alguien más, pero a las demás no les agrada tener a otra chica que no conocen y no saber sus intenciones.

—Bueno señoritas aquí está su nueva compañera—el guardia entró con una chica agarrada del brazo, es de pelo negro corto, ojos cafés, más o menos de mi altura, un tatuaje de una calavera en el cuello y una mirada que intimida a cualquiera.

—Escúchame bien Verónica no busques problemas ¿te quedo claro?—dijo poniendo su mirada en la chica

—Si—dijo con tono cortante, esta chica no es nada agradable

El guardia salió y ella se quedó en silencio, Támara le mostró donde iba a dormir, y las demás se quedaron sentadas mirándola, a ellas tampoco les debe caer muy bien. Ella era todo menos amable, no le prestare mucha atención, no quiero involucrarme con ella.

—Y así fue, el tonto de mi marido no supo cambiarle el pañal—nos pusimos a charlar sobre nuestras vidas, Luisa nos esta hablando sobre su marido y su hijo que por ahora tiene 8 años, recuerda los primeros días que su marido no supo cambiarle el pañal.

—Los hombres no tienen remedio—No pude evitar reír por el comentario de Yadira, ella también tenía hijos y marido, es increíble pensar que este aquí encerrada por intento de asesinato, la verdad no parece una asesina pero bueno, a veces las a apariencias engañan

—Debe ser duro que tu propia hija te meta en este lugar—por primera vez en toda la tarde habla Verónica

—¿Como tu....

—¿Conozco a Vanesa? Bueno ella es mi mejor amiga—Ok eso nos sorprendió a todas pero especialmente a Támara, ahora que lo pienso tiene sentido, las dos son despiadadas.

—¿Que pasó?¿tu amiga te acuso de algo que hizo ella y te encerró aquí?—dijo Paula

—No, no caigo tan fácil como su madre—dijo mirando a Támara

—¿Y por qué estás aquí?—pregunté curiosa

—No tengo por qué decirte—dijo con tono amenazante

—Valla creo que te dejaste agarrar fácilmente—dijo Paula entre risas

—Será mejor que te calles—se le dibujo una sonrisa malévola en los labios

—¿O sino que?—Paula la está retando, esto no acabará bien.

Se pone de pie y camina hacia nosotras y Paula se pone a su altura—¿Me estás retando?

Paula sonríe ante su pregunta—Mira querida, no eres nadie para venir y buscar problemas—están cara cara

—¡Hey basta ya!—Por suerte el guardia interviene

—Nadie te ha llamado así que no te metas

—Verónica te dije que nada de problemas

—¿Y quien eres para darme órdenes?—Esta chica ama los problemas, al igual que si mejor amiga, tal para cual

—Soy la policía y más te vale que obedezcas—Se dio media vuelta y se acostó en su cama, que bueno que esto no llegó a problemas mayores.

Mike :

—Matías por dios ¿todavía no tenemos nada?—dije dando vueltas en círculos

—Hermano calmate

—¿Que me calme? El detective que contratamos para seguir a Michel lo ha perdido de vista ya dos veces—Necesito encontrar algo en su contra, no puedo dejar que Alice siga en ese lugar, con miedo a que le hagan algo

—No es su culpa, Michel es muy escurridizo y desaparece en menos de segundos

—Lo se pero necesitamos encontrar algo, necesitamos sacar a Alice de ese lugar

—Hermano se como te sientes, pero alterarse no ayudará en nada

—¿Y que hago?¿ Me pongo a contemplar el sol en la piscina?

—Mike deja de comportarte como un bebé—Catherine apareció detrás de mi

—Tu no eres quien tiene a su novia en una cárcel por algo que no hizo

—Lo se pero tienes que calmarte porque eso solo hará que Alice se ponga peor

—Es verdad hermano calmate, la sacaremos de ahí

Salí de la universidad y me encontré a Michel y Vanesa en la puerta hablando de algo pero por la distancia no puedo saber el que. Michel se dio media vuelta y se fue, pero Vanesa se quedó ahí, saco su teléfono y llamo a alguien, yo me puse a escuchar desde atrás con cuidado de que no me descubriera.

—Hazlo y asegúrate que acabe en el hospital, no seas muy brusca—dicho esto colgó

Salí de ahí lo más rápido que pude y me escondí en la sala de música, me detuve unos minutos para recuperar el aliento.

Asegúrate de que acabe en el hospital

Sus palabras dan vueltas y vueltas en mi cabeza, trama algo y necesito averiguar de qué se trata. Llegue al aparcamiento, me subí a mi auto y me fui para mi casa.

Mi vida de humana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora