Prólogo

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El sol entraba por la ventana de su habitación cegándole completamente. ¿Qué había pasado? Era incapaz de recordar algo de lo sucedido la noche anterior. Llegó a la conclusión de que había bebido demasiado tras el fracaso de su experimento. Al final, la causa estaba tan solo a una puerta. Su laboratorio se abrió ante el y fue entonces cuando todo cobró sentido.

Era, definitivamente imposible transformar un gato en un perro. El perro murió en el intento, el gato estaba vivo, pero a falta de una pata. Empezaba a replantearse la idea de abandonar su carrera como científico, pero, hizo una promesa que se negaba a incumplir. Crearía una máquina del tiempo. Una vez lo consiguiera dejaría atrás su laboratorio, y todo lo que había sido de el. Entró al laboratorio admirando el desastre que había formado...

Sangre, botes de semen y lo que parecía ser...Una pata de gato. "Que asco" pensó. Cogió un periódico que estaba tirado en el suelo.

"Louis William Tomlinson, el pésimo científico que, con tan solo 18 años se lanzó al mundo de la ciencia sumergiéndose en los libros, admirando las maravillas de la naturaleza, acaba desesperado a sus 23 años. Sin duda, tendría que haberlo pensado mejor antes de hacer la carrera"

Arrugo, rompió y quemó ese papel hasta que no quedó nada de el.

"Eres joven aún" pensó en aquellas palabras de su madre "disfruta mientras puedas"

Y, mirándose al espejo murmuró:

-Lo siento mamá- Pues su vida, no era más que un fracaso, mala suerte, desesperación y un intento de ser feliz que había acabado en vano-No he podido hacerlo.

Sin más, volvió a su habitación donde, debajo de las sabanas comenzó a murmurar cosas horribles sobre su persona, quedándose así dormido de nuevo.

1980Donde viven las historias. Descúbrelo ahora