37.Amor de locos

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Andrés Briver׃Quién diría que alguna vez, me presentaría en casa de Lucia como su novio

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Andrés Briver׃
Quién diría que alguna vez, me presentaría en casa de Lucia como su novio.

Pues ni yo lo diría, sabiendo que Lucia sería incapaz de presentarme a su padre. Aunque no sé que la hizo cambiar de opinión.

Nos encontramos en la sala conversando, pero el único que hacía preguntas era su padre. Aunque ya había conocido anteriormente a su madre, pero ella se encuentra en estos momentos en la cocina junto con su hermana. Así que solamente somos Lucia, su padre y yo.

―Andrés, ¿no? ―acepto moviendo la cabeza― voy a ser directo porque no me gusta los rodeos ―se raspa la garganta antes de hablar― que intenciones tienes con mi hija ―su pregunta no me sorprende. No por su voz seria, antes de decir cualquier cosa, sino porque esa fue la misma pregunta que me hizo su hija antes de estar juntos.

La miro a los ojos y solo refleja un rostro decaído y preocupado.

Si ella supiera que todo esto me gusta, no me creería. Es como si estuviera hablando con su hija, no sabía que ambos se parecieran tanto. Hasta tienen el mismo carácter.

―Mis únicas intenciones son, quererla seriamente ―vuelvo a mirarla, pero ya estaba feliz, tanto que corre hacia mí y me abraza besándome.

―Lucia, si sigues así, me van a regañar ―le susurro al oído.

―Déjalo, a que se ponga celoso un poco ―ahora no me está provocando, sino que es a su padre. Cuando se detendrá de ser tan atrevida.

Ella se detiene y se sienta al lado mío. Aunque la mirada de su padre ya no era la misma.

―Lucia ve a ayudar a tu madre en la cocina, que tengo que hablar seriamente con Andrés ―ella duda un poco, pero se dirige a la cocina o eso fue lo que quiso demostrar. Pero conociéndola bien, su curiosidad no la va a dejar llegar hasta la cocina.

―Se puede saber que le has hecho a mi hija ―suspira― ella nunca se ha comportado así con nadie, ni con su propio padre.

Lo entiendo a la perfección, pero la verdad es que yo no sé ni lo que hice para que me quiera de tal forma.

―Solo quiero que sepas, que ella es mi tesoro más preciado y no voy a dejar que nada y nadie la lastime ―creo que en estos momentos sus ojos disparan láser hacia mí― así que te voy hacer una prueba. Si dentro de un mes solo se reunirán en esta casa, cuando yo esté aquí y nada de abrazos y besos, solo se tomaran de las manos. Si superas esta etapa, podré aceptar su relación ―retiro lo dicho. Está más loco que Lucia.

Pero ya que no me queda otra alternativa, acepto el reto. De todas formas nos encontramos en la escuela, es imposible solamente vernos en la casa cuando el este presente. Además Lucia es tan atrevida que estoy seguro que no se contendrá de provocarme, aunque debo aceptar que tampoco soy la víctima.

―Oigan la cena esta lista, vengan ―nos llaman su hermana, creo que se llamaba Sol.

Cuando estábamos en la mesa. Sonia no paraba de halagarme y William siempre trataba de callarla, aunque nunca lo lograba. Pero lo que más me sorprendió fue que Lucia le brindaba algunos platos a su padre, es evidente de que ella estaba escuchando nuestra conversación, la conozco tan bien. Ahora solo está tratando de empatizar con él.

Todo comenzó con tu mirada {#1} ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora