capítulo 15

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No ver a una rubia enfadada

- No pienso llorar más por el mierdas de tu hermano, Valerie, se acabó — dijo la rubia bajando de la cama y secando sus lágrimas con el uniforme — Llevo dos días si moverme de este puto cuarto, y comiendo lo que me traéis a escondidas, hago los deberes porque me los pasa mi compañera de cuarto y solo hago llorar como una idiota por un imbécil que no me va a saber valorar en la vida, me voy a vestir, cuida de que nadie entre, mi compañera sabe como tiene que tocar la puerta para entrar.

La pequeña de los Potter asintió y Dalia se fue al baño con una muda nueva. Se bañaba todos los días, pero durante su encierro voluntario nunca se cambió de ropa, su conjunto ideal era el pijama.

Se metió en la ducha y sintió el agua caer, pero sus lágrimas también lo hicieron, lo amaba... Lo amaba tanto que podría haber dado la vida por él, pero ahora sabía el idiota que era realmente. Se terminó de duchar, se vistió y salió del baño, llevaba unos vaqueros negros, anchos, con unas botas, una camisa blanca y un chaleco marrón claro.

- Valerie, nos vamos — dijo la rubia toda convencida

- Está bien... — le contestó Valerie, pero la puerta no tardó en sonar, no era la clave, así que la compañera de Dalia no era — Espera, abro yo — pero cuando Potter abrió la puerta palideció como si hubiera visto un espectro — Vete de aquí, ya, no quiero ni que la mires

Dalia escuchaba un murmullo pero no sabía quien podría ser, ¿Tal vez Sirius? ¿Otro imbécil?

- Valerie, ¿Qué está pasand..? — y ahí estaba su peor pesadilla — ¿Qué carajos haces aquí? ¿Y quien te ha dejado pasar?

- Dalia, quiero hablar...

- No hay nada que hablar, Potter

- Pues yo creo que si, la he liado contigo

- No, no la has liado conmigo, James, tu problema es que eres cruel, anda, ve y dile que lo que vas a hacer con ella es todo sacado del cubo del reciclaje, todo lo que estas haciendo con esa niñata consentida de Evans, lo has echo conmigo y te aseguro que no va a ser ni la mitad de bonito que lo fue conmigo, porque yo me aseguré de que fueran los mejores momentos de tu vida, y para ti es simple, porque le haces creer que ella es mucho mejor que cualquier otra chica con la que hayas estado cuando sabes que es mentira, todo es una mentira — dijo Dalia furiosa

- ¿Si? Pues dime, Dalia, ¿Te crees tan importante como para saber que lo que yo te hice no se lo hice a las demás? — atacó James

- Fácil, Potter, porque a ellas no les decías "te quiero" con ese brillo en los ojos que nada más que se ve en tus pupilas cuando haces algo y sabes que te gusta y lo disfrutas, cuando haces lo que amas, James, cuando sientes de verdad — en la última frase, la rubia platino sintió como se le venía el mundo encima, pero no iba a dejar que lo notara, otra vez no — Y si ya no tienes más nada que decir, vete, vete ya

- Dalia, no me hagas esto... — dijo James con la voz temblorosa, era la primera vez en su vida que le temblaba la voz delante de una chica, delante de la que fue su chica, si es que, realmente, lo fue, nunca la trató como tal, pero tenían ese algo que solo era suyo

- ¿Qué no te haga el que? ¿Echarte de mi cuarto? Pues si, lo estoy haciendo, lárgate, James, no te quiero ver, salvo para ayudar a Lunático o en clases

James se fue cabizbajo y cerró la puerta con suma delicadeza, cuando este se hubo marchado las lagrimas de la rubia platino volvieron a florecer, siempre que lo recordaba a él o a su simple voz se moría del dolor por dentro... ¿Pero discutir? Eso ya era otro nivel, pero lo peor fue que solo se presentó allí para eso, discutir... En ningún momento salió una disculpa de sus labios, ni si quiera una pequeña muestra de afecto, compasión o pena, estaba perfecto, intacto, sin un rasguño... Nada, no sentía nada, solo el placer de saber que había jugado con otra chica más en Hogwarts. Pero lo sabía y eso era cierto, aunque hubiera jugado con ella, fue con la única que jugó de verdad, porque nadie, mejor que Dalia conocía a Potter, conocía y entendía sus ojos, los leía como si fuera literatura, con delicadeza y conocimiento, por amor a un libro y al arte que sus palabras escondían.

- Dalia... No te merece la pena llorar más por él... Se que duele, mi hermano puede llegar a ser muy cruel, pero me parte en dos verte así — le consoló Valerie

- No puedo más Valerie, he sido tan buena con él, le he dado tanto, que me he quedado sin nada, se ha ido y es como si me faltara algo, me falta James y por mucho que me duela admitirlo era él, James era el correcto y lo va a ser siempre

- Índigo... Yo mejor me voy, si necesitas algo, mándame a la lechuza, o un mensaje, o vienes donde esté, pero avísame, te quiero.

- Val, vete s ver a tu hermano, seguramente no esté bien, y se que me vas a decir que soy imbecil por preocuparme, pero hazlo, tu solo ve y apoyalo, aunque haya sido un idiota.

La rubia asintió y se despidió de su amiga, luego se fue de la sala común de Ravenclaw, allí ya no llamaba la atención, era como andar por casa

Cuando salió vio a Lily Evans sonriendo como una boba en una esquina

- Potter, Potter — la pelirroja llamó a Valerie — Valerie, gracias a Merlín que te encuentro, te quería decir que... ¡James me ha besado! — la rubia se quedó en blanco, no sabía que decir, ni como reaccionar, ni siquiera sabía si estaba respirando o no

- ¿Q-Qué? Lily, ¿Qué estás diciendo? — le contestó sin saber que decir

- Pues que me ha besado, hemos estado cerca varias veces... Pero hoy ni siquiera se lo ha pensado... Ha sido fantástico... Aunque cuando me ha cogido de la cintura para acercarme a él ha echo algo raro, pero no le he prestado mucha importancia

- Lily, me parece estupendo, pero no se porque me cuentas esto a mi, no me interesa mucho lo que haga mi hermano con algunas chicas de Hogwarts, como si quiere irse de excursión con ellas, no me malinterpretes, o si, haz lo que quieras, pero no soy la persona a la que le tendrías que contar esto

- Te lo he dicho porque pensé que te gustaría saber quien va a terminar siendo tu futura cuñada, nada más

- Con el debido respeto, Lily, tú jamás serás mi cuñada, y en el remoto caso de que llegaras a serlo, no te trataría de esa manera, no te ofendas, pero no puedo ser amable ni tener un lazo familiar afectivo con alguien que defiende a su amigo por reírse y humillar  a una compañera tuya, delante de todo Hogwarts, y que encima ha echo que dicha persona se haya librado de un castigo, eres una chivata, una mentirosa y una persona que no tiene empatía, salvo con las vívoras, con las de tu especie, debo aclarar, ahora déjame en paz y ve a contarle a Mckinnon lo bien que besa mi hermano

Y se fue, dejando a Lily con la boca abierta, por haber defendido su honor y a su mejor amiga, indirectamente. Si Lily quería empezar una guerra, Valerie esperaba que tuviera a algunas serpientes de su lado, porque puede que ella tuviera más conocimientos, pero aquí la bromista, la cruel y la vengativa, era ella y Valerie Ida Potter nunca perdía una guerra, si no, que se lo dijeran dentro de cinco minutos a Lucius Malfoy.

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Lo prometido no siempre es deuda [Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora