❧Capítulo XV

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Maximiliano

Por más problemas que surjan, nada va a atrasar la vuelta a Alemania. No sé por qué, pero presiento que Vladimir nos quiere tener en su territorio por demasiado tiempo.

Y si algo odio, es que la gente quiera imponerme lo que tengo que hacer cuando ha quedado claro que hago lo que se me da la gana.

—Esto se arregla de una sola manera expreso ya arto de la cantaleta – Vamos, atacamos, los reducimos y los matamos a todos.

—Así no funcionan las cosas acáhabla el idiota del cual ni el nombre recuerdo.

—Para ustedes, porque para mí las cosas funcionan de la mismo forma esté donde esté y no miento ya que en mis cortos años jamás me ha temblado la mano a la hora de actuar y dar fin a alguien.

—¡Busquemos otra manera! pide el viejo de mi suegro compartiendo miradas con el idiota.

—Maximiliano tiene razón, no hay otra manera interviene Marcos.

—Prepara a tus hombres Vladimir, hoy caen los Volkovno le doy tiempo a refutar ya que salgo de galpón. El sol está ardiendo y aun así el frio traspasa la ropa, prendo un cigarrillo y espero a que todo esté listo.

Me molesta el hecho de que aún no entiendan cómo funcionan las cosas en la mafia. No somos oradores para ir hablando de aquí para allá. Somos asesinos y de eso sacamos nuestro poder.

Es la sangre quien nos vuelve poderosos ya que cuanto más derramas y manchas tus manos más respetados sos.

—¿Pospondrás el viaje? – pregunta mi amigo ubicándose a mi lado. Le ofrezco un cigarrillo, pero lo rechaza.

—Claro que no, mañana volvemos a casa, no voy a descuidar mis negocios ni un solo día más no puedo permitirme que me embosquen o se quieran pasar de listos si me ausento tanto.

Las camionetas blindadas salieron del galpón una vez que los hombres estuvieron listos y armados. Les llegaríamos por los cuatro límites y de sorpresa, era una victoria asegurada.

—Estamos a 35 kilómetrosinforma el chofer.

La adrenalina comienza a apoderarse de mi torrente sanguino mientras beso la medalla que recae en mi cuello. Siempre me ha dado buena suerte.

Lo único bueno que aquella mujer que decía ser nuestra madre me dejo.

—20 kilómetrosinforma y empiezan a romper la formación, algunos van al este otros al oeste.

Veo la pantalla de la computadora de Marcos y sonrió al ver que todo está saliendo según lo pactado. El sistema de seguridad acaba de caer y mi amigo tiene control total sobre esté.

—10 kilómetros seis camionetas toman los otros dos puntos mientras nosotros continuamos de frente, si voy a entrar lo voy a hacer por la puerta grande.

—¡Todos listos, sin fallas! ordeno y corto la comunicación.

Jamás fui fan de los aparatos ya que con ordenes claras se puede lograr el mismo resultado.

Soy un estratega y eso juega a mi favor.

La camioneta arrasa con el portón de un golpe seco. Los guaridas del lugar no dudan en soltar balas, pero son reducidos al instante por los tiradores.

—Bienvenidos a la mansión Volkov señoresdice Marcos bajando de la camioneta soltando balas con la ametralladora haciéndome reír.

Sé que disfruta de la acción tanto como yo.

Algunos guardias intentan impedirnos el paso, pero vuelven a caer a nuestros pies. El interior del lugar es demasiado lujoso y encuentro al sujeto que me está tocando los huevos arrodillado abrazando a una mujer con dos niños.

—Querido Caleb disculpa mis modaleshablo y veo como palidece ante mi presencia – Creo que tenes algo que nos pertenece.

Suelto tres tiros que acaban con las personas que lo rodean. No siento culpa ya que si los papeles estarían intercambiados harían lo mismo.

—Hijo de putallora. – Eran solo niños, inocentes de todo esto.

—Pues te jodes, quien te manda a meterte donde no te llaman y a robarme en mis propias narices – estoy cansado de hablar, se ve que es lo único que los rusos hacen. —Encárgate Marcos.

Vuelvo a salir encendiendo otro cigarrillo. Sus ojos se me viene a la mente y no deseo nada más que tenerla en casa, aunque no sea propio de mí voy a demostrarle que puedo ser un buen esposo para ella.

Como dice mi nana intentar cambiar no cuesta nada.


Samuel

Salgo de su habitación con un remolino en la panza. Cierro los ojos a la mitad del camino al recordar lo suave de su piel.

Es la mujer más hermosa que he conocido y no me quedan dudas de que tiene un corazón enorme. Es buena, alegre, inteligente y extrovertida.

Me gustan tus ojos

Sus palabras me hacen sonreír como idiota ya que acercarme a ella está mal, aunque mi hermano sea un infeliz no cambia el hecho de que ella es su mujer.

Qué dirían mis padres si supieran que me atrae la esposa de mi hermano.

—¿Dónde estabas? – veo a nana caminar hacia mí y la abrazo por los hombros colgándome suavemente de ella.

—En el paraísorespondo y me mira como si hubiese perdido la razón y quizás esté en lo correcto. 

Nos adentramos a la habitación a preparar las cosas para el viaje. Hoy volvíamos a casa y eso solo significaba, poder interactuar más con mi hermosa cuñada.

👻Hola nenes
Cuéntenme que les parece, los leo...

Rojo CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora