Capítulo 2

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Capítulo 2

Su lengua acaricia mis labios y mis manos van a su ropa, aprieto la tela con fuerza y un gemido se escapa de mis labios ante un mordisco en mi labio inferior. Al contrario de su mordida de hambre, el mordisco es suave, como si no quisiera dañarme. Él aprovecha y adentra su lengua en mi boca encontrándose con la mía. Cierro los ojos dejándome llevar por la extraña sensación que aparece en todo mi ser.

Nuestras lenguas danzan y puedo percibir el sabor de la sangre en ella. Es un sabor metálico y raro pero en su boca sabe dulce. Suelto un jadeo y mis pulmones comienzan a arder por la falta de aire, golpeo con mis manos su pecho en señal de que se separe pero no lo hace, su lengua continua viajando por el interior de mi boca, recorriendo cada rincón. Golpeo su cuerpo con toda la fuerza que poseo y él en respuesta muerde mi lengua, sus colmillos rozan levemente causándome mínimo dolor.

Gimo bajo y el beso comienza a disminuir hasta que se separa y tomo un profundo respiro dándole el aire que tanto necesitan mis pulmones. Mi respiración es agitada, un total desastre. Siento una suave presión de su boca en mis labios y luego una pequeña mordida en mi barbilla.

Un suspiro sale de mis labios y mis ojos permanecen cerrados. Mi pecho se mueve bruscamente y trago en seco intentando regular mi respiración.

--¿Por qué...? --susurro y luego él deja otro beso en mis labios, callándome.

--No hables --murmura contra mis labios--, tu voz es molesta --agrega y su mano acaricia mi cabeza con una suavidad que no creí que existiera en él luego de sus tratos hacia mí hasta estos momentos, asiento hipnotizada y el agarre de mis manos en su camisa se debilita y caen encima de la cama.

--Mmh... --murmuro soltando un suspiro y siento su mano abandonar mi cabeza con un poco de brusquedad.

Abro los ojos y observo que baja de la cama dándome la espalda. Pasa una mano por su cabello y luego masculla bajo una maldición.

Parpadeo y llevo una mano a mis labios. Él me besó, yo lo dejé besarme.

Aunque tampoco es cómo si pudiese hacer algo al respecto.

Acaricio mis labios lentamente y cierro los ojos recordando la sensación de su boca sobre la mía. Fue...indescriptible. Mi experiencia besando es mínima, los únicos que me han besado han sido vampiros, los que me mantenían cautiva, y siempre se sintió repugnante, asqueroso, me daban ganas de vomitar, pero este...este beso con él fue...

--Vamos --espeta sacándome de mis pensamientos, alzo la vista y lo miro, sus ojos me observan con intensidad pero su rostro refleja seriedad. No se ve afectado por lo que acaba de pasar-- Es estúpido sentirse diferente por un simple beso, belleza --comenta serio, aprieto los labios.

--¿A dónde vamos? --inquiero tratando de ignorar sus palabras a pesar de que calaron fuerte en mi. Segunda vez que pienso que algo cambiaría. Me mira en silencio.

--A comer --responde luego de unos segundos.

--¿Comer? --frunzo el ceño y de inmediato me viene a la mente lo que me daban de comer en aquel sitio, un pan y yogurt griego con el fin de estar alimentada para ellos.

--Sí, haz silencio y levántate --ordena serio y espera.

Relamo mis labios sintiendo aún el leve sabor metálico de la sangre en mi boca. Miro a mis pies y suspiro. Me levanto con cuidado y una mueca se forma en mi rostro ante el dolor. Respiro hondo y comienzo a caminar hacia él aguantando los chillidos que quieren salir de mi interior.

Me ordenó que calle y es mejor hacerle caso, no quiero que se enfade y quiera volver a morderme.

Aunque si vuelvo a sentir esa sensación placentera...

Mi Sangrienta Adicción [Park Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora