La indiferencia, la frialdad y la arrogancia no son defensas suficientes para alejar a las personas que se acercan a ti con desconocidas intenciones o por placer.
Te preguntas ¿Por qué? Fácil, cuando tienes la gracia de ser dotada de una incomparable belleza, aquellas defensas no son favorables. La belleza puede ser un privilegio pero acompañada de un arma que dispara en tu contra, sobre todo si la persona más poderosa pone sus ojos en ti.
«Para cada persona fría existe una persona insistente que derribara sus muros»
Bajo la luz de la luna toda mujer puede verse bonita pero no cualquiera puede verse hermosa y resplandeciente sin ella.
Sólo hay una mujer en todo el Imperio de Roottensolli que no necesita cosa alguna para resaltar su inigualable belleza, envidia de todas las concubinas y princesas o reinas consortes del Imperio.
Tampoco necesita influencia de nadie, Serena es la hija menor del emperador Darius Huttersan de Roottensolli llamada "La Rosa Del Imperio".
A pesar de su edad, su excepcional belleza ha traspasado fronteras, encanto que hasta el momento nadie ha tenido el placer de contemplar ni admirar debido al existente y estricto control de seguridad que rige sobre ella.
No todos la conocen excepto, la gran familia real, cercanos e importantes nobles, ministros y el personal de servicio, quienes trabajan en el "Palacio Dekrisol del Este", residencia donde vive con su madre la reina consorte Narfen.
Siempre ha llevado una cómoda y lujosa vida en el Palacio, junto con su madre su rutina se basa en paseos matutinos alrededor del palacio. Algunas tardes tienen el placer de recorrer el enorme Jardín del Palacio, uno de sus pasatiempos favoritos.
Hoy es una de esas tardes y de camino hacia el jardín junto a su madre, Serena observa maravillada las flores y nota algo diferente, algo que no vio la tarde de ayer.
Aquellas espléndidas y exóticas flores son observadas diariamente por esas dos resplandecientes mujeres que no se parecen en absoluto, la reina Narfen con su largo y liso cabello color rubio, así mismo un par de ojos celestes tan claros como el cielo, tan distintos a los de la princesa menor quien tiene una sedosa y larga cabellera color platinado, una piel tan blanca como la nieve y lo más resaltador y distintivo, su hipnotizante mirada contenedor de unos oscuros y brillantes ojos rojos como la sangre, mismos ojos que presentan tanto el Emperador como el heredero al trono, su hijo mayor Dorian Huttersan De Roottensolli.
—Mira esa flor —Serena llamó atrayendo la atención de su madre.
Narfen dejó de observar las Lisianthus que extrañamente el emperador mandó traer para Serena de Belmysor para reparar en la flor que su hija le señaló.
—Es preciosa.
—Tiene un color diferente a la de ayer ¿Por qué cambió? —preguntó curiosa y expectante.
—No es nada del otro mundo —contestó Narfen con tono suave al ver la tierna e interrogativa mirada de su hija —Las cosas hermosas cambian cada día haciendo que cada vez se vuelvan aún más hermosas, así como tú mi Sere.
El rostro de Narfen suele ser inexpresable, salvo cuando se refiere a su hija, sus ojos brillan y expresan un amor tan genuino como lo están haciendo en este preciso instante.
—Ohh.... entonces las mujeres son como las flores cada día más bonitas y diferentes.
Pero Serena se dio cuenta que algo no concuerda, la envidia nace entre las mujeres porque no todas son hermosas.
—No —se retractó Serena y agarró aquella flor para oler su fragancia cuestionándose si también su aroma cambiará así como lo hizo con su color —no todas las mujeres son bonitas siempre hay una que es más hermosa que las demás
ESTÁS LEYENDO
La Princesa Del Emperador
RomanceConocida como la Rosa del Imperio, Serena es la princesa menor de la familia real que sólo algunos tienen el privilegio de conocer. Desde niña y sin ser presentada en sociedad, ha llamado la atención, no hay nada ni nadie que quede deslumbrado con s...