Han pasado días desde el atentado en una cafetería en el centro de Londres. Harry y Louis estaban simplemente hablando comúnmente, tomando té y escribiendo posibles nuevas canciones cuando dos personas les dispararon, en cuestión de segundos ambos cayeron sobre su mesa tirando las tazas al suelo sangre manchando la mesa y los cuadernos de ambos. La policía y una ambulancia llegaron en cuestión de segundos para llevarlos al hospital. Ahora están conectados a 4 cables cada uno y las esperanzas van bajando. Los latidos de cada uno son demasiado lentos para mantenerlos vivos, los familiares, amigos y aquellos cercanos a la pareja poco a poco van acercándose a la habitación para despedirse y rogar porque haya un milagro, el cual lamentablemente, no llegó. Fue a las 3:28 de la tarde del 28 de septiembre Louis Tomlinson y Harry Styles fueron anunciados muertos del fatal disparo y la gran pérdida de sangre. Dejando este mundo como leyendas y la lucha que llevaron para ser libres.
El funeral se llevó a cabo nueve días luego del suceso, habían dos elaborados cofres fúnebres, uno al lado del otro, cada uno representando sus mismas personalidades en vida, con la tapa abierta para la vista de los cuerpos, nunca siendo separados por eso ambos estaban juntos. El cuerpo del lindo chico de ojos azules estaba con un hermoso traje azul con brillantina y sus uñas pintadas de negro; el largo pelo acunando su cabeza con una corona de flores verdes y azules y un solo anillo en su mano debajo de su reconocido 28. El cuerpo del actor estaba más decorado con los anillos de siempre dejando resaltar el complementario con su compañero, antes del accidente se comenzó a volver a crecer el cabello, estaba largo pero no como el de su esposo, sus rulos resaltan junto con uno de sus icónicos trajes Gucci y su collar de perlas y plátano. Lo que los vivos no veían era que la pareja estaba mirando, claro que como espíritus, pero con manos enlazadas, viendo la tristeza y el luto de sus familiares y amigos, con ganas de ir y consolarlos pero sin poder.
-Qué pena verles así, ojalá bajar y abrazarles- Dijo Harry recostando la cabeza de Louis en su hombro. No era su momento todavía de morir pero fueron recibidos por cierta persona
-Louis, Harry?- Esa voz... suave, amorosa, tan conocida... no podría ser ver verdad
Al voltear ambos ven la dueña de la dulce voz -Mamá...-
-Jay!- Harry emocionado y feliz ve a su esposo correr a los brazos de su madre con lágrimas de felicidad siendo recibido con igual o mayor fuerza -Lou, haz-
-Te extrañé muchísimo mamá-
-Es increíble verte de nuevo- La hermosa mujer trata de calmar a su hijo y su cuñado, pero algo interrumpe sus movimientos... La cara de Harry, dos agujeros a ambos lados de su frente y en el cuello, lo que la lleva a separarse del abrazo de su hijo y verle también con marcas de bala en la frente y cuello
-Mamá?-
-Mis pequeños... Oh... que les hicieron?- La amorosa madre pasa cada una de sus manos por la mejilla de ambos hombres
-Murieron desangrados- El ente toma rienda de la situación -fueron disparados cuatro veces cada uno-
Para Harry se detuvo todo, sus oídos soltaban un pitido y recuerda lo que sintió: el frío metal entrando, el fuerte dolor y el líquido carmesí bajando. Esto hizo que el de ojos verdes cayera de rodillas al suelo llorando. Coloca sus manos en su cabello jalando de este, estaba recordando su muerte y dolía todo su cuerpo, sentía la sangre que ya no tenía bajar por su cabeza y cuello
-Harry! qué pasa?-
-No lo se pero duele demasiado!-
