Juez: Vanessa Díaz Jiménez. Usted ha cometido ciertos delitos, asesinato de su jefe porque estaba ebria, asesinó a su mamá a sangre fría y tu hermana terminó gravemente en el hospital luego de que la intentaras asesinar tirándola de un tercer piso, robó dinero a propiedad privada de su padre mientras este no estaba y sobre todo incitó a un menor de edad a tener sexo con usted, como sabe, soy una persona muy seria y soy conocido por jamás haberle dado el perdón a una persona y esta no es la excepción, declaro este caso terminado, señorita Vanessa, es condenada a muerte. La ejecución se hará mañana luego de su última comida de elección.
Vanessa: Por favor... perdóneme, prometo jamás volverlo hacer, lo juro, haré lo que quieras, solo tengo 19 años, no puedo ir a prisión así, solo le pido eso
Juez: Solo me pides eso dices, me das vergüenza, nos veremos mañana, por última vez
Los pocos amigos de ella lloraban por la decisión que tomó el juez, el abogado contratado no pudo hacer nada, los delitos, pruebas y testigos dejaban muy difícil que el juez le perdonara la vida. La condenada a muerte tendría derecho de volver a casa por última vez bajo supervisión de guardas de seguridad del lugar que la seguirían desde lejos con franco tiradores vigilando sus movimientos. Vanesa lloraba, abrazó a su familia por última vez, su novio aunque un poco decepcionado de su novia por sus delitos y sobre todo por intentar tener sexo con menores de edad seguía amando a Vanesa a pesar de todo, le dio un beso en la boca y le dijo.
Diego: Yo... no imaginé.... que esto pudiera pasar, la verdad muchas veces pienso que no amas aunque yo a ti si, y no estoy enojado, perderte me dolerá más que cualquier cosa, te voy a extrañar demasiado, no olvides que te amé, te amo y siempre te amaré y sin importar lo que pasará mañana te pensaré cada día y noche...
Vanesa: No digas más, ya dijiste suficiente, tengo que aceptar que no he sido la mejor persona ni tampoco la mejor novia, perdóname por todo, ya me voy, puedes conseguirte otra novia si quieres, así vas a ser feliz de verdad, conmigo solo te traje dolor
Diego: No me traes dolor, me haces la persona más feliz del mundo
Vanesa: Ya, perdón por todo, tengo que irme
Vanesa llorando se iría del lugar en camino hacia la última vez a su casa, caminó lento para observar mejor la ciudad, cada detalle, árbol, animal, objeto y todo lo que alguna vez miró pero ignoró, quiso ver la luz del día por una última vez. En el camino encontró algunas personas conocidas pero solo la miraban con desprecio, rechazo y exclusión, Vanesa no estaba bien mentalmente pero en ese momento un hombre con traje negro se le acerca y le dice
Joseph: ¿Tienes un minuto?
Vanesa: Perdón, no estoy de humor para hablar ahora, ni si quiera te conozco, adiós.
Joseph: Vanessa Díaz Jiménez, condenada a muerte por asesinato, acoso a menores, robos, vive en Luxemburgo pero vino hasta aquí México porque tu papá encontró un trabajo por esta zona, tienes una hermana la cual se encuentra en el hospital en proceso de recuperación, amas a tu novio pero quieres probar cosas con menores de edad, eres fiel a la hora de que no buscas otro novio pero infiel a la hora de querer tener sexo casual con menores de la escuela de los Andes, tú situación económica no es la mejor, no eres pobre pero tampoco eres rica.
Vanesa: ¿Q...quién eres?
Joseph: Perdón por no presentarme antes, soy Joseph Lozano Carrasco, la única persona que puede ayudarte a escapar del infierno por el que estás pasando
Vanesa: ¿A qué te refieres? No caeré en tus trucos
Joseph: No es ningún truco, hay una manera de que el juez te perdone y ganes mucho dinero
ESTÁS LEYENDO
Que comience el juego
Misterio / SuspensoCondenados a muerte tendrán la oportunidad de ser perdonados por todos sus crímenes y a la vez llevarse el dinero de las multas de los participantes perdedores. 500 jugadores, 6 juegos, un ganador, una historia en dónde la vida y la muerte dependen...