Capítulo 2: Ensayo de Pociones

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Septiembre 4, 1976

Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería

Biblioteca

2:45 p.m.

La biblioteca de Hogwarts era un lugar bastante tranquilo. Normalmente, se escuchaban pasos por las diferentes secciones y suaves murmullos de los estudiantes discutiendo sin ningún tema en particular. Olía a velas, libros antiguos y había un tercer aroma un tanto desconocido, algo particular, pero a la vez tan familiar, un tanto amargo y fuerte, pero cálido a la vez. Se mantenía caliente el lugar, pero no lo suficiente para llegar a ser sofocante.

Los mellizos Black caminaban por la sección de herbología en búsqueda de un libro específico, Las Mil y Una Hierbas y Sus Funciones Vol. 1. Si bien llamaron al libro desde abajo, parecía que este no iba a aparecer pronto. Regulus estaba ciertamente frustrado, pero Stella seguía buscando lo más que podía. Quería encontrar pronto ese libro y no se rendiría tan fácil. Si no llegaba a encontrarlo, iría por la segunda opción, pero ella sabía que lo podría hallar si seguía así.

—Ya ríndete, Stella, no está ahí—dijo Regulus observando como Stella subía por unas escaleras a la parte del librero más alto.

—Reggie ¿Cuándo me he rendido yo?—Stella terminó de subir y sacó su varita—. Lumos—de su varita salió una luz blanca mientras leía las letras doradas en el cuero de los libros, algunos títulos más visibles que otros.

—según tú, Severus Snape—Regulus la miró desde abajo—. Y no es buena idea que subas hasta allá arriba.

—¿Ah? ¿Qué con Sev? ¿Y por qué no es buena idea?—preguntó Stella desde arriba concentrada en buscar el libro.

—Hola, Reggie, Stella—saludó Brianna mirando primero al antes mencionado y después miró hacia arriba—¿Si sabes que se ve todo bajo tu falda?

—¿Qué?—Stella se fue a cubrir pero casi se cae de la escalera. Bajó despacio bastante avergonzada—. H-Hola, Bri.

—En fin, dije que te habías rendido con Severus Snape—dijo Regulus ladeando la cabeza.

—Es un caso distinto, me llevaba gustando mucho tiempo, yo no le gustaba, es mejor seguir adelante—Stella apagó el hechizo y sujetó su cabello con su varita.

—Sí...y no lo miras cuando estamos en el gran comedor—Regulus señaló en tono sarcástico.

—Que lo mire no significa que vaya a intentar que guste de mí, si no le gusto, no vale la pena—Stella miró a Brianna y notó que esta traía un libro.

Se trataba de uno grueso de tapa dura con letras doradas. Al leer el título, Regulus y Stella se miraron. La menor soltó un suspiro pesado.

—Brianna...¿Sabes que llevamos buscando ese libro desde hace como una hora?—señaló con el ceño fruncido.

—¿En serio?—Brianna los miró mordiendo su labio—. Bueno, lo iba a devolver a su lugar, pero si lo necesitan, se los puedo dar...

Stella, apenas Brianna terminó la oración, tomó el libro rápidamente y se sentó a buscar lo que necesitaba. 

—Ven, Reggie, si me dictas, puedo avanzar más rápido escribiendo y esa parte la citamos—Stella abrió su pergamino, pero Regulus no se había sentado—¿Reg?

—Te ayudaría, pero me acabo de dar cuenta que las pruebas de Quidditch empiezan en un rato y yo debo llegar de primero—su hermano la miró y acarició su cabeza—. Si quieres, puedes venir a las mazmorras esta noche y terminamos el ensayo.

La Noble Casa BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora