CROSSROADS

Una alarma sonaba en un cuarto iluminado a penas por la luz del día, que se filtraba por debajo de unas cortinas de seda. La hermosa figura de una mujer de largas piernas se marcaba entre las delgadas sábanas. Lu abría sus ojos para comenzar con un día más.

 Tomó una ducha larga, pues sabía que le esperaba un día pesado; hoy tendría que mostrar 5 casas en un condominio privado en la ciudad de Long beach. Tendría que viajar 6 horas en auto para poder llegar hasta allí, pero la remulneración por las 5 casas iba a ser bastante jugosa, por lo que sabía que valdría la pena el largo viaje.

Mientras tanto un chico de ojos color chocolate discutía con uno de sus amigos, mientras manejaba su auto hacia la ciudad.

 - Pero ¿Por qué tengo qué ir yo?.- Preguntó Brian molesto.-

- Porque tu eres el único que ya terminó con la sesión de fotos para el siguiente disco, además la chica de bienes raíces me dijo que si no nos presentábamos hoy a ver las casas, se vendería una de ellas y ya no podríamos estar todos juntos.- Contestó Zacky.-

- No entiendo su afán por estar todos juntos en un solo fraccionamiento. Además, para qué quiero yo una casa enorme y sola, si no tengo con quién compartirla.

Brian era el único de sus amigos que aún seguía soltero, por lo cual era bastante asediado por las fan de la banda. Y es que ¿quién no quisiera ser esposa de el guitarrista líder de una banda tan genial como Avenged Sevenfold?.
Tenía muchas chicas a sus pies, pero ninguna lo satisfacía. Le desagradaba que todas quisieran entregarse a él así, tan fácilmente. Deseaba a una mujer que no lo viera como algo pasajero, pues estaba acostumbrado a siempre estar acompañado por una mujer, pero ella sólo querían su fama.

 Sus demás compañeros habían tenido suerte, pues sus esposas los habían conocido antes de que todo el éxito llegara a sus vidas, pero él había sido un chico desafortunado que no había podido encontrar a una buena chica.

 Ya se había enamorado una vez, de la hermana gemela de la esposa de uno de sus amigos, pero ella le hizo demasiado daño, pues lo engañó con uno de sus amigos de la infancia. Después de esa desastrosa relación, no había tenido ninguna otra que fuera seria. Todo era casual en cuanto a sus amoríos.

 Del otro lado de la ciudad, Lu ya salía de su casa, con un portafolio color vino en las manos, y en su cuerpo un entallado vestido rojo que resaltaba su enorme trasero y sus bien definidas curvas.Ella no era una chica flaca sin chiste. Su cuerpo estaba bien proporcionado pues era una chica alta y parecía que todo caía en su lugar. Imponía en cualquier lugar al que iba, por su estatura y su cuerpo tan bien formado. Dios no había olvidado ninguna parte de su hermosa anatomía.

Colocó sus lentes frente a sus hermosos ojos color miel y encendió el coche para comenzar con el largo viaje.

 Lu tenía a penas 26 años, pero ya era todo un éxito en el negocio de los bienes raíces. Ya había vendido al menos 10 casas en las mejores locaciones, por lo cual él dinero para ella no era problema. No había cliente que se pudiera resistir a los encantos que tenía como vendedora. Sabía hacer perfecto su trabajo y por eso la directora de Casas ASSUS le había encomendado esa enorme venta. Tenía demasiada confianza en ella y sabía que lograría vender de una, esos 5 condominios.

 Era una chica solitaria pero no era infeliz. Amaba a los animales y aun que ninguno de sus familiares vivía con ella, ni tenía un hombre a su lado, nunca se sentía sola. Tenía de compañía 3 gatos y un perro Gran Danés, que era su adoración. En relación a su vida amorosa, Lu había sido bastante desafortunada. Sólo había tenido un novio formal, quien no la trataba muy bien, y los demás chicos que habían aparecido en su vida habían sido unos patanes. Pero ya hacía 5 años que no tenía una relación verdadera, y al menos dos años sin aceptar sitas de nadie.