- 24.
Yvan Vhers.
No hacía ni dos horas que había llegado a Carelia, a la cabaña que había alquilado Tyco, Carelia era una de las zonas boscosas de Finlandia, tenía unas vistas increíbles, un muelle donde poder pescar hasta se podía decir que tenía hasta una playa exclusiva, digamos que Tyco se lo había montado bien para lo que fuese a hacer en aquella zona, solo habían alquiladas dos cabañas más, con un grupo de unas 10 personas que paseaban de un lado a otro admirando el agua azul oscuro del muelle, era un sitio precioso a la vista, y pese a estar en verano hacía algo de frío. Faltaban un par de horas para que ellos llegasen y yo todavía tenía mil cosas con las que ponerme al día, Vero me acompañaba y también estaba tratando de copilar información con alguna de las personas que estaban allí de vacaciones también. Digamos que llevo siguiéndole la pista a la arpía de Catherine 3 años, desde que pasó lo de su respectiva abuela, y ya tenía alguna que otra cosa, lo que no sabía era a ciencia cierta qué es lo que quería de su hermana, puesto que eso no lo había dejado en claro todavía, o eso creía yo en aquel momento. Suspiré mirando la hora en el móvil y buscando el contacto de Ian, quien también estaría al caer, Ian era un amigo mío de toda la vida, coreano también como yo, él era más bajo que yo, medía 1.74, tenía los ojos marrones cerca de la pupila y los alrededores un tono marrón más oscuro, tenía una mirada penetrante y bastante misteriosa, digamos que tenía un aura que atraía bastante pero también infligía respeto y algo de miedo, su cabello era blanco decolorado dejando ver sus facciones y su tez blanca al igual que la de Jeon y la mía. Pulsé su contacto y acto seguido llamé. Timbró un par de veces antes de que lo cogiera.
- Estaba por llamarte ahora mismo, Yvan. - Dijo al otro lado de la línea.
- ¿Te instalaste ya? Hay un par de cosas que quiero comentarte. -
- Estoy terminando, dame un par de minutos y voy donde estés. -
- Mejor te espero cerca del muelle, no me gustaría que cuando llegase Tyco se armase un gallinero. -
- Eso está hecho, hasta ahora. -
Colgué cogiendo mi chaqueta y colocándomela mirando por la ventana con la mente en todos lados menos donde tenía que tenerla, para qué mentirnos a estas alturas. Suspiré resignado y salí de la cabaña cerrando detrás de mí, miré a mi alrededor, estaba rodeado de naturaleza en la otra punta del mundo, y la verdad que se agradecía respirar algo de aire fresco, metí las manos en los bolsillos de mis pantalones y me encaminé al muelle, me llevé una de mis manos a los ojos rascando este con suavidad mientras bostezaba, fueron casi 24 horas de viaje y estaba cansadísimo, solo quería tirarme en la cama y dormir hasta el día siguiente. Caminé mirando el agua del muelle sonriendo de forma involuntaria, alcé la vista viendo a Ian venir hacia mí, llevaba un chándal gris bastante ancho y una sudadera negra, llevaba la capucha sobre la cabeza y con él venía una chica, la cual no había visto antes y tampoco me había hablado de ella en otras ocasiones, fruncí el ceño confundido respirando hondo. Cuando estuve a su altura, tendí mi mano en su dirección y él correspondió el saludo con un leve apretón, falta decir que Ian no es mucho de muestras de afecto, es bastante frío cuando se lo propone.
- Por el momento no he tenido movimiento de Cath, y no ha cogido un avión ni nada para venir aquí. - Dijo Ian mirándome a los ojos.
- Quizá no tenga pensado venir el mismo día que ellos, pero estoy casi seguro que las dos semanas que ellos estarán aquí, ella aparecerá. -
- Sea lo que sea que ella tiene planeado, sucederá aquí, así que habrá que tener los ojos muy abiertos y también vigilar a los amigos de Kath porque ya no sabes quién te puede clavar el puñal por detrás cuando menos te lo esperes. - Dijo la chica que venía con Ian. Fruncí el ceño nuevamente. - Perdón, soy Tata, amiga de Ian, también le seguimos la pista a Cath y a su amigo de toda la vida Nil. -
- ¿Nil? ¿Cómo no me dijiste nada antes, Ian? - Pasé las manos por mi cara apretando el puente de mi nariz, cerrando los ojos por unos segundos.
- Porque hasta no tenerlo lo suficientemente claro no quiero tirar a nadie al agua, y menos por una suposición. - Parecía bastante seguro de lo que decía.
- Vale, pues haremos lo siguiente, Tata y tú os haréis pasar por un grupo de amigos de los que han alquilado cabañas también, mientras que Vero y yo estaremos dentro del grupo de Tyco y Kath, mantenedme informado en todo momento. -
- Eso no resultará difícil porque Tata tiene a un par de amigos aquí, así que podemos quedarnos con ellos perfectamente. - Sonrió de forma ladeada mirando al bosque.
- Mientras que no se levanten sospechas me da igual cómo queréis hacer las cosas, Ian. Encargaos de Nil, a ver qué podéis sacar de ahí. -
Después de unos diez minutos acordando de cómo haríamos las cosas a partir de ese punto, volví a la cabaña, abrí la puerta y cerré tras de mí quitándome la chaqueta y dejándola en la silla. Cogí una botella de agua, y fui a sentarme al sofá, tenía el cuerpo tan cansado que creo que si me quedo más de dos minutos sentado en el sofá me quedo dormido aquí mismo, suspiré mirando el móvil, a Tyco le quedaba todavía 5 horas para llegar, así que abrí la botella, le di un trago profundo y me levanté en dirección a la cama, me tumbé sobre ella tapándome con una sábana, bostecé y giré mi cuerpo en dirección a la puerta, cerré los ojos y no tardó en abrazarme la oscuridad y cuando menos lo esperaba, me dormí.
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Así vais conociendo a las nuevas incorporaciones a esta historia.
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Magic Shop. [+18]
Fantasia|| BORRADOR. || Inicio de la saga Inframundo. Katherine tiene algo que ella misma desconoce y solo sale a relucir cuando no es consciente de lo que pasa a su alrededor, Tyco su mejor amigo quiere ayudarle a saber qué le pasa y buscar a una persona q...