¿Cuestionas la realidad de la fantasía? Descubre la verdad en medio de tantos misterios que rodean a la protagonista, quien no recuerda su pasado e intentara descubrir mas sobre su verdadero origen y sobre si misma. Una historia con mucho; suspenso...
Soy sacada de mis pensamientos al escuchar como se acercan mis vigilantes o como a ellos les gusta llamarse "maestros", te los describo ellos son; Ana y Erick. Ellos son los únicos que podrían destacar del resto del personal es este sitio.
Ella parece de 25 años, es alta de 1.73, piel morena, ojos verde olivo, pelo negro, largo y ondulado, casi siempre lo lleva suelto, su cuerpo unas curvas de impacto y delgada, con cara de modelo, en ocasiones usa lentes, es amable y de buen carácter, todo el estilo de una dama, y no digamos de su ropa tan impecable, ella en definitiva no debería estar en un lugar con tantos hombres asquerosos.
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El en cambio parece de 26 años, es muy alto de 1.90, de cuerpo musculoso sin exagerar y delgado, piel clara, ojos azules, pelo negro, corto y ondulado, y con cara de super modelo, acorde a su estilo rebelde, con su ropa casual y varonil.
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Ambos son de buen carácter con nosotros, parecen perfectos, pero sabemos que nadie lo es, por eso sospecho de ellos.
No como la mayoría del personal medico y de seguridad con el genio de los mil demonios, no digamos su físico tan diverso, altos, bajos, fornidos, flacos, gordos, caras lindas y feos. Rondando entre los 24-57 años, muchos vienen de diversos lugares, usan el pelo corto o recogido y siempre con su uniforme color verde, por normas del hospital. Deben de ser 2 por que somos muchos para cuidar, ellos 2 ya conocen a la mayoría ya que llevan 5 meses aquí pero yo los evito.
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Dejando eso de lado, al fin me presentare: soy "Sam" mejor dicho, me llamo Samantha Charlize Dixon Wolf, (que significa libre, contrario al como me encuentro) curioso mi nombre, no.
Provengo de un país latino en el que vivía muy a gusto, no se porque, me terminaron trayendo para dejarme internada en el extrajero. Aquí hablan principalmente inglés, lo bueno es que aprendí de pequeña al igual que el español. Inevitablemente ellos 2 se terminan acercando a mi.
-Ana: Hola Sam, ¿como has estado?
-Erick: Hola Sam, ¿que haces?
Y solo les muestro lo que hago, como les dije: no soy muy conversadora, luego ellos se ven entre si y sonríen al hacerlo, otra vez al verlos tengo esta extraña sensación como si algo me fuera familiar, raro no, y nuevo para mi lo cual me hizo pensar en que no recuerdo mi niñez ni a mi familia, ni mi verdadero pasado no el que me cuentan y no se exactamente por que estoy aquí, solo se que me culparon por algo que no hice.
Apenas tenia 8 años, como podría a penas era una niña, solo recuerdo a los hombres llevarme al psiquiátrico infantil. y después ser traída aquí al de adolescentes problemáticos, tengo 17 años de los cuales ya llevo 9 encerrada.
Me vuelven a sacar de mis pensamientos otra vez, cuando estoy en mi mundo se me olvida el resto.
-Sam: Disculpen pero me distraje que me decían (solo lo dije por cortesía ante su interés).
Al parecer eso los sorprendio. Pero al fin me responden.
-Ana: Sam debes convivir mas, para estar mejor y para poder salir de aquí (lo dice con amabilidad y un tinte de preocupación mientras sonríe para disimular).
Solo río con amargura, se muy bien que eso no pasara. Erick parece molesto trata de disimularlo con paciencia al hablar pero no lo logra.
-Erick: Porque te ríes así, acaso no nos crees, que queremos tu bien. O es por otra cosa que no hablas (iba a hablar que no oculto nada para levantar sus sospechas, pero continuo, dijo).
-Erick: Confía en nosotros (lo último lo dijo con tanta seguridad que casi le creo).
No respondo mientras niego con la cabeza, solo los ignoro, y sigo con lo mio. Ellos saben muy bien que no conseguirán nada mas de mi.
Por eso se deciden alejar, para ver al resto.
Yo solo quería irme. No soportaba a nadie en este lugar. Y para colmo aun me faltan clases.
Por obligación debía asistir a mi terapia con mi psiquiatra. Para que el registre mis avances en cada consulta, y comprobar si funcionan mi medición.
Camino a mi terapia, pienso como mi psiquiatra "Dylan", por cierto, un poco idiota y acosador conmigo, no al nivel de varios hombres en este lugar, son repugnantes y obsesivos, recuerdo como en varias ocasiones me ha rescatado, aun me siento asqueada e incomoda, y algo paranoica, así que cuido mis espaldas. Por eso lo soporto, y eso que solo lleva 1 año en este sitio.
No me considero nada para que el o para que alguien se fije en mi, es raro recibir esta atención, no me gusta.
Mido: 1.60, con curvas y delgada, pelo negro, corto, con frizz y crespo, lo mantengo recogido, en media cola o cola de caballo, ojos cafés oscuros, piel clara, y oculto mi carácter para no destacar, a menos que deba defenderme.
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Al estar frente de la puerta de su consultorio toco, no quiero estar aquí, pero se que me ira mal o peor sino vengo, escucho un pase adelante demasiado feliz para mi gusto, conforme abro la puerta y entro, el no deja de verme y a cada uno de los movimiento que hago.
Parece un animal, como si un león observara a su presa, me incomoda un poco, pero soy indiferente, callada, amargada y odiosa,cuando me molesta.
Una enfermera lo describió como un angel, yo difiero. De 28 años, es alto de 1.80, pelirrojo, corto y ondulado, ojos verdes, piel clara, delgado con musculo, parece mas intelectual, viste casual y varonil. Ella lo idolatra por su físico e intelecto por sus reconocimientos académicos .
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