La Mariposa Cósmica

Capítulo 40: Voluntad

Shiori había iniciado la batalla arremetiendo contra la semidiosa de la muerte y aplicando un potente derechazo contra una de sus mejillas, más la enemiga había contraatacado impactando una patada contra su barbilla, así ambas intercambiaron puños en un salvajismo veloz del que no era posible ver bien por donde se movían, ciertamente estaban muy parejas y asimismo ambas se hacían daño mutuamente: una por ser hija de Izanami, la otra por ser una semidiosa con una experiencia aterradora, de verdad que ambas eran peligrosas. Por otro lado Shinobu se encontraba analizando la situación y el momento perfecto para atacar, no quería tampoco que interviniéramos tan pronto o podría haber una falla que nos llevaría al fracaso, con suerte es una estratega de sumo cuidado. 

--De verdad que son asombrosas, no puedo seguir el ritmo con mi vista, son muy rápidas.--Alagaba el estilo de batalla de ambas que seguían luchando a un ritmo demasiado veloz como para poder seguirlas, simplemente mis sentidos no lograban localizar los golpes, ni contraataques o evasiones que hacían, la única que lograba detectarlas era Kanao por su vista desarrollada y que por su entrenamiento debía ver todo al detalle. Los estruendos y los choques se daban a la vez entre dos tipos de luces, los cuales eran el azul y morado, agua vs muerte, de verdad que me impresionaban.

--Me divierte pelear contigo, no había tenido este tipo de batallas en mucho tiempo, diviérteme mucho más.--Oía hablar a Shiori, la cual al localizarla se encontraba poniendo sus brazos en cruz, de manera que retrocedía ante la sucesión de puños que le dirigía Nozomi con la suficiente fuerza. No obstante una patada alta fue ejecutada en sus hombros hasta que la hizo perder el equilibrio y crear un cráter en medio del campo creando también una leve onda expansiva destruyendo la hierba a su alrededor. 

--Eres muy impertinente, ya va siendo hora de que te muestre un poco de mis grandiosas habilidades, te juzgaré por traidora. Técnica Divina: Flecha Negra de la Oscuridad.--Había mencionado para levantarse con apenas heridas la usuaria y crear un parecido a un arco espiritual de oscuridad. Debido a ello una flecha apareció en su mano izquierda que apuntaba a mi prima, tal cual disparó se estuvo formando un rayo negro dispuesto a acabarla de forma veloz. 

--Kaede, Kanao, es el momento, no penséis mucho porque es hora de actuar. Estilo Demoníaco: Danza del Girasol-Zig Zag de Pétalos.--Añadió la menor concentrando un gran poder divino que se liberó a través de numerosos rayos solares que se movían en forma de cruz y en diversos ángulos destruyendo el terreno en el que se encontraba hasta apuntar a nuestra enemiga y apuntarle al suelo con el filo de su espada justamente en el cuello, había que admitir que había sido rápido y muy preciso. 

--Estilo Divino: Reflejo Solar/Aliento de la flor: Hanagoromo Carmesí.--Nombramos ambas al mismo tiempo mientras que de varias cortes lineales se formaban espejos en medio de Shiori que invirtieron el ataque hacia ella, no obstante con su propio brazo había bloqueado el propio ataque, ¿será que tiene una defensa demasiado grande? Asimismo Kanao de curva se movía en distintos lados por los puntos ciegos de nuestra tía y así ejecutar un corte directo a su costado, del cual logró atravesar con éxito. 

--Esos ataques no estuvieron mal, tenéis una perfecta sincronización familia Kocho, pero ahora es mi turno. Técnica Divina: Golpe Espiritual.--Añadió mostrando una sonrisa malévola, pero entonces al elevar su brazo se había creado como un gigantesco señor casi invisible, diría que un tipo de alma que ella controlaba para responder a su ataque. De esa manera nos dirigió un puñetazo a las cuatro de manera lineal, no obstante aunque estaba lejos el monstruo se encargó de impactar su puño contra nosotras, quienes Kanao y Shinobu bloqueaban con sus espadas, Shiori trataba de defender dando puñetazos seguidos y por mi parte usaba el vórtice para defenderme, aún así nada resultó y parte de nuestra cadera y axilas fue destrozada con la sangre saliendo de ellas, por lo menos habíamos podido desviarlo.