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Capítulo 20: La Desilusión

Ya podía ver el final de la piscina, mientras seguía halando a Justin rápidamente. Casi al llegar, sentí como mi cuerpo se apagaba mientras dejaba de nadar poco a poco; mis ojos comenzaron a cerrarse mientras que comenzaba a tragar agua.

¡Lo siento Justin!

Fue lo que pensé mientras me hundía aún sujetando la mano de Justin quién estaba a éste punto inconsciente.

En ese instante, sentí como alguien me tomaba por debajo de mis brazos y me alzaba rápidamente hacia la superficie. Al mirar a Justin pude ver como Austin lo cargaba mientras que el mundo se hizo negro y me desmayé.

Comencé a escuchar voces en la lejanía mientras que mis ojos comenzaban a abrirse.

Entre mi nublada vista, pude ver a Austin quién hablaba con Lian sentados en unas sillas cerca de una pared.

¿Dónde estaba?

Observé mis alrededores y vi a Justin a mi lado en una camilla. Estábamos en la enfermería.

—¡Justin, Justin! —Murmuré.

Lian y Austin al parecer me escucharon y corrieron hacia mí mientras yo estiraba mi brazo tratando de alcanzar a Justin.

—Alejandro, ¿estás bien? —Preguntó Austin mientras se acercaba a mí y me tocaba el cabello.

—Si, eso creo. ¿Y Justin? —Pregunté mientras lo observaba acostado en la camilla.

—Justin estará bien. Aun no a despertado pero el enfermero dice que se pondrá mejor. Estuvo mucho tiempo bajo el agua sin poder respirar, es un milagro que no muriera. —Sonrió. —Todo gracias a ti Alejandro, le salvaste la vida. —Me dio dos palmadas sobre el hombro.

Estaba inmensamente feliz al saber que Justin estaría bien. No me hubiera perdonado si algo le hubiese pasado por el darme su aire en la piscina. Sentí un gran alivio al escuchar que mejoraría.

Comencé a tratar de sentarme mientras que Lian me ayudaba.

—Nadaste como todo un sireno. —Rió Lian mientras me daba con su codo en el brazo.

—Lo hice por Justin, porqué él es mi amigo y se sacrifico para salvarme. —Suspiré.

—¿De que hablas? —Preguntó Lian mientras se sentaba a un lado de la camilla de Justin.

—El me dio su aire cuando yo me quede sin respirar. —Los chicos se miraron entre sí.

—Eso es... admirable —Dijo Austin mientras miraba a Justin.

Al pasar algunos minutos, el enfermero me dijo que yo estaba libre para irme, pero que Justin tendría que quedarse hasta que despertara.

Nos quedamos junto a su camilla por el mayor tiempo posible hasta que el enfermero nos dijo que las horas de visitas ya estaban por culminar.

Salimos de enfermería y nos dirigimos cada uno hacia nuestras respectivas habitaciones. El día había sido largo y duro, por lo que un buen descanso no nos vendría mal.

—Ya por lo menos terminaron las asquerosas pruebas de equipo, mañana podremos descansar un poco. Nos lo merecemos. —Sonrió Austin mientras que subíamos las escaleras. —Oye, ¿cómo vas con Dexter? ¿Sin noticias? —Preguntó.

—No, creo que me odia. Solo me mira en la distancia para luego voltear el rostro. —Bajé mi cabeza.

—No te preocupes Alejandro, todo a su tiempo. Además, las cosas suceden por alguna razón, solo hay que descubrir cuál es. —Abrió la puerta de la habitación, mientras yo le daba una sonrisa a medias.