Capitulo 1

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-Megan, despierta que van a llegar tarde a la escuela-.

Al escuchar los gritos de su hermano mayor, Stan. Que venían desde la planta baja. La morena, que dormía plácidamente en su cama, comenzó lentamente a abrir sus ojos azules. Sacó una mano por debajo de las sábanas y tomó el reloj que se encontraba en una pequeña mesita de luz, al tomarlo, descubrió que solo restaba una hora para llegar a tiempo a clase.

En su desesperación, tomó dos almohadas y las arrojó a sus dos hermanas que todavía dormían.

-despierten, Sunny y Samantha, sino quieren llegar tarde a clase... otra vez-.

Para ser honestos, sus vidas no eran nada fáciles.

Megan, con 15 años, era la líder del equipo de karate de la escuela, tenía el mejor promedio en todas las materias. Era alta, su pelo era negro y lo llevaba suelto hasta la cintura. Tenía unos grandes ojos azules. Que la convertían en una de las chicas más deseadas de la escuela. Pero, su tan apretada agenda, no le permitía aceptar ninguna de las citas de sus admiradores.

Compartía habitación con sus hermanas Sunny y Samantha.

Sunny, tenía tan solo 5 años, de piel blanca, su pelo era de color marrón, el cual siempre lo llevaba atado con una cola de caballo. Su piel blanca, era resalta por unos grandes ojos negros. Pero, a diferencia de su hermana, ella era muy traviesa y siempre se metía en líos.

Y por último, estaba Samantha o mejor conocida como Sam .Era la más pequeña de los hermanos Delacroix. Tenía 4 años, su piel era morena y sobre su nariz tenía que seis pecas que juntas formaban una flor, sus ojos eran de color de color obsidiana y su cabello era negro y siempre lo llevaba recogido con dos colitas a los costados de su cabeza.

Sus padres eran agentes de la CIA y siempre estaban viajando por el mundo. Por eso, las niñas estaban al cuidado de sus 4 hermanos: Stan, el mayor, con 20 años, y sus dos gemelos: Dustin y Alex. También, estaba Max. Pero, este era un punk. Su pelo marrón estaba coronado por una cresta verde. Tiene 17 años y lidera una banda de rock llamada "Los rompe reglas" y casi siempre está detenido en la comisaría y sus hermanos tienen que pagar sus fianzas. Según su madre, había heredado esas conductas de su padre.

Las 3 hermanas bajaron corriendo por las escaleras y se sentaron a desayunar.

Mientras desayunaban, la prometida de Stan, Dakota, apareció en una de las habitaciones, para huéspedes.

Tenía 20 años y era estudiante de abogacía, en la universidad de Harvard. Tenía la piel blanca, era alta, sus ojos eran verdes y su pelo, de color marrón, era corto y ondulado.

Las tres hermanas, la saludaron, mientras comían su pan tostado con mermelada

-Hola Dakota-.

Y ella, respondió

-hola, chicas-.

Por detrás, apareció Stan y la abrazó y le dijo

-hola, mi amor-.

Y ella, respondió

-hola, bebé-.

Pero, todo este ambiente de amor y tranquilidad fue interrumpido por la llegada de Dustin, el cual tenía el cabello negro al igual que Stan, trayendo a Max, totalmente borracho y con varios golpes, esparcidos por todo su cuerpo y algunos ya se estaban hinchándose.

Stan corrió hasta ellos y con un tono de preocupación en su voz, le dijo

-Max, ¿Dónde estuviste toda la noche y qué diablos te pasó?-.

Y él molesto le contestó

-Déjame en paz y no me sermones que no eres mi padre. No me importa si estás a cargo. Solo hazme un favor y no te metas en mi vida-.

Luego, lo empujó y subió a su habitación.

Stan, desde abajo de la escalera, le gritó

-vuelve aquí, todavía no he terminado contigo-.

Max, entreabrió la puerta y le gritó

-Vete al infierno, Stan-.

Para así, cerrar la puerta con todas sus fuerzas.

Un incómodo silencio, inundó toda la casa hasta que Megan dijo

-Mejor nos vamos a la escuela-.

Las chicas tomaron sus cosas y partieron rumbo al colegio, él cual solo estaba a unas pocas cuadras de allí.

Llegaron al edificio, y luego de dejar a sus hermanas en sus respectivas salas de pre- escolar. Megan, fue a su casillero para encontrarse con sus admiradores que la esperaban. Mientras, tomaba sus libros, sonó la campana que anunciaba el comienzo de las clases.

Mientras, cerraba su casillero y colocaba la contraseña de seguridad, les dijo

-chicos, en serio, les agradezco su atención y me encantaría quedarme a charlar con ustedes pero llegó tarde a la clase de literatura. Así que adiós-.

Corrió a toda velocidad por los pasillos hasta llegar al salón 154.

Al entrar, totalmente agitada, el profesor le dijo

-que alegría que nos acompañe señorita Delacroix, por favor tome asiento-.

Al sentarse, el profesor comenzó a hablar

-Hoy clase estudiaremos las nuevas corrientes literarias-.

A diferencia de otros días, la clase pasó muy lenta para Megan. Solo cada tanto, miraba el pizarrón, para anotar algo en su libreta. Pero, sin prestarle demasiada atención, otros pensamientos ocupaban su mente.

La clase estaba por terminar, pero el profesor dio un último anunció a la clase

-clase, quiero que para mañana cada uno de ustedes traiga una obra literaria que los inspire. Recuerden que tiene que ser algo que les despierte algún sentimiento, en lo profundo de su alma-.

Megan, solo rodo los ojos de fastidio, simplemente no le agradaba esa tarea.

El resto de las clases transcurrieron normalmente. Luego, de almuerzo, Megan fue a buscar a sus hermanas a sus respectivas clases. Para enterarse, de que Sunny le había tirado un bote de pintura roja en la cabeza a una de sus compañeras, porque ella se había burlado de su peinado.

Mientras, hablaba con la maestra de Samantha, su celular comenzó a vibrar, era un mensaje de Stan que decía que las pasaría a buscar, para llevarlas al aeropuerto, ya que sus padres volvían de su viaje.

Esa noticia, la puso muy feliz, ya que hacía mucho tiempo que no veían a sus padres. Y realmente, los echaba mucho de menos.

Mientras, se dirigían a la biblioteca de la escuela, para buscar un libro para su tarea, sus hermanas cantaban

-papá y mamá vuelven-.

Pero, al ver que su hermana no se dirigía a la salida, empezaron a llorar

-queremos ir a ver a mamá y a papá.

Y ella, molesta, les dijo

-Yo también quiero verlos pero necesito un libro, para una inútil tarea. Así que entraremos, tomaré un libro y nos iremos. ¿Entendido?-.

Y Sunny y Samantha, respondieron

-siiii-.

Mientras, entraban saltando a la biblioteca.

Pero, lo que ellas tres no sabían era que algo muy especial las esperaba allí adentro...

El Collar de las DiosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora