017.

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Tener la adrenalina a tope se sentía como si los alrededores se detuvieran hasta convertir la realidad en una fotografía en la calidad más alta, la necesidad de mantenerse con vida surgía donde antes no había más que la inseguridad de un adulto que se creía incapaz de reaccionar a esa clase de situaciones en las que su vida correría peligro, cosas que en ninguna otra situación vería parecían llegar con el inusual deseo de sobrevivir y las emociones que lo llevaban al borde de la asfixiante locura. Al momento todo se volvió lento y rápido a la vez, el mundo en absoluto parecía lógico en un juego del más fuerte donde las debilidades desaparecerían como si en realidad jamás hubieran existido.

En teoría, la adrenalina nos hace más fuertes.

Con un corazón bombeando hasta retumbar en sus oídos y ser lo único a lo que sería capaz de prestarle atención, sus vellos erizados y la preocupación inexistente de poder hacer algo mal, Huening Kai tuvo que pisar tierra.

Estaba asustado, temblaba como una gelatina al punto de tener que buscar apoyo en el objeto más cercano, aunque tuviera que limitarse a su propio equilibro y la sensación de tener que hacer algo lo tenía estático en su lugar. La situación fuera de contexto resultaba tan irreal y aterradora que, dentro de su asombro, el más joven pedía con todas sus fuerzas despertar en cualquier momento de la pesadilla lúcida que tenía por vida, deseando así huir de las alucinaciones tan gélidas como fantasiosas y tan fantasiosas como ciertas que lo rodeaban.

Si deseaba salir libre de un tribunal, sin las manos manchadas por un acto tan atroz como arrebatarle la vida a un igual, tenía que ser inteligente, pensar con la cabeza fría y defenderse a como dé lugar. Si quisiera matar a alguien le dispararía en la cabeza, si quisiera detenerlo de herirlo a él en su lugar debería apuntarle a la pierna, tal vez a un brazo... Eso sería lo lógico, pero cuando no está seguro sobre lo que es lógico o no ¿Qué debería hacer? Sin tiempo para tomar una decisión y con toda una película desarrollándose justo frente a ti, ¿qué harías para sobrevivir?

Huir o luchar, de la respuesta dependerá el futuro.

Pelear contra la amenaza cuando la desventaja parece de la magnitud del Everest sería el suicidio mismo, mientras que escapar te aseguraría la salvación.

Pero ya no quería eso.

Esta vez no quería huir como lo había hecho antes.

Luego de tanto, el azabache no estaba dispuesto a irse y dejar todo atrás para esperar que se resolviera solo, como si sus problemas pudieran solucionarse por su cuenta olvidándolos bajo una alfombra. No quería huir como lo había hecho cuando descubrió el matrimonio de su exnovio y su hermanastra, no quería huir en un intento por salvarse, tampoco quería quedar solo de nuevo.

Él solo quería salvar la vida de Taehyun.

Incluso si el regreso del remordimiento y un odio escondido amenazaban con aprovechar la situación para hacer algo que no estaría en su sano juicio, él al final solo deseaba salvar a ese chico pelirrojo de las manos de un mafioso despiadado que le parecía divertido tener el control de las masas.

Salvarlo y salvarse era su deseo.

Y cayó en cuenta de la fuerza de su petición cuando gracias a él una bala atravesó el brazo con el que su padrastro apuntaba a la cabeza del hombre de rodillas frente a él, perforando su nívea piel hasta dejar escapar de golpe oscura y espesa sangre que se regó por su traje. El ruido seco del disparo aturdió al azabache hasta dejar un pitido en sus oídos por lo que duró el tropiezo del rubio, lo que ante los ojos del dueño de tal hazaña pareció la sensación más aterradora y gratificante de su vida, a su vez los ojos de Taehyun se agrandaron en sorpresa luego que una gota de sangre aterrizara en su mejilla como una advertencia al momento de ver al que alguna vez fue su jefe jadear de dolor estando aún de pie, derramando el líquido por todo su brazo.

「 𝗖𝗼𝗻𝘃𝗲𝗻𝗶𝗲𝗻𝗰𝗲 𝗌𝗍𝗈𝗋𝖾 」» TyunningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora