-¿Qué notas Jess?
- No lo sé, la lluvia no me deja ver con claridad.
- ¿Y ahora?
- Me molesta el sol.
- ¿Qué tal así?
- Es demasiado oscuro. La oscuridad solo es mi aliada cuando me permito divagar entre libros y cafés.
- ¿Por qué eres tan complicada?
- Tampoco lo sé, esperaba que tu me lo dijeras algún día
- O sea, que asumes que yo lo sabría...
- Eres mi Alma, pensé que tú tendrías lo que busco
- Lo que buscas, amiga mía, está conmigo, justo dentro de ti, pero yo no soy el portador de tus respuestas.
- ¿Y entonces? ¿Cómo puedo hallarlas?
Me mira inquisitivamente y no puedo ignorar un destello de orgullo en su estúpida sonrisa ladeada cuando lo dice:
- Tu mejor que yo sabes que lo encontrarás en el Principio...
solo el Creador del Alma es quien conoce verdaderamente todos sus secretos.Y con eso se va, dejándome justo en el lugar en el que estaba, pero mucho más cerca ahora de la Eternidad.
