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Yoonoh sabe que la primavera ha llegado en su totalidad cuando sus alergias comienzan a ser cada vez más fuertes e insoportables, haciéndolo quedar en casa para evitar que el polen de las flores llegue hasta su nariz.

Es un poco vergonzoso decir que es alérgico a la primavera sabiendo que es un híbrido de conejo, pues siempre son relacionados con aquella temporada. Pero no es culpa suya el hecho de que las flores lo hagan quedarse en casa la mayor parte del tiempo.

Y, aunque el polen normalmente es desprendido por el aire durante las primeras dos semanas, Yoonoh no puede evitar sentirse triste pues es en esas mismas dos semanas que el festival de la llegada de la primavera se realiza. Así que no le queda más remedio que verlo por televisión.

Pero no siempre es así, pues sus dos bonitos novios saben cómo alegrarlo con solo tocar el timbre de la casa.

Como ahora.

—¡Yoonoh! ¡Trajimos pastel de naranja! —el grito al otro lado de la puerta le hace sonreír de manera inmediata, misma sonrisa que aumenta de intensidad cuando abre paso a la pareja delante suyo.

Youngho es el primero en abrazarlo mientras esconde su rostro en el cuello de Yoonoh, olfateando su dulce y atrayente aroma al mismo tiempo en que sus brazos resguardan la cintura del menor. Taeyong, por su lado, deja las compras sobre la mesa del comedor antes de guardar el pastel de naranja en el refrigerador.

—¿Cómo te has sentido, bonito? —es el zorro quien hace la pregunta, volviendo al pasillo principal de la casa para encontrarse con las largas orejas de Yoonoh de un rosado intenso estando aún entre los brazos de Youngho.

El conejo aleja su rostro del pecho contrario en dirección con Taeyong, sonriéndole cuando logra verlo.

—Aburrido —resopla en su dirección—, no puedo salir de casa sin una mascarilla.

—Es eso o quedarte tirado en cama en espera de que tu ataque de alergia se calme —Taeyong le responde, recordándole lo obvio solo para ver a su novio rodar los ojos con molestia.

—¿Les fue bien el día de hoy? —pregunta con el objetivo de cambiar de tema dejando que Youngho bese su frente con cariño.

—Nos fue bien, bonito. Taeyong sabe cómo tratar con los empleados testarudos y hormonales —ríe en su lugar, deshaciendo el abrazo para que el mencionado pueda aferrarse al cuerpo de Yoonoh.

—¿Pasó algo?

Taeyong niega, refugiándose entre los brazos de Yoonoh y recargando su espalda contra el pecho del mismo.

—Solamente es lo mismo de siempre; gente que no quiere cooperar en pagar sus deudas pero que busca engañar a los empleados para conseguir préstamos y gastarlos en apuestas o en lujos insignificantes que no les brindan alegría a su corazón.

—Zorro astuto —Yoonoh menciona y el mencionado no puede evitar rodar sus ojos con burla antes de enfocarlos en la amplia espalda del lobo que se escabulle a la cocina.

Yoonoh lleva sus manos al estómago de Taeyong, dando pequeñas palmaditas al mismo mientras deja descansar su barbilla sobre la cabeza del zorro.

Pequeños momentos como este son los que hacen que el corazón de Yoonoh brinque con alegría, y tanto él como sus dos bonitos cachorros son conscientes de aquello.

Y Yoonoh siente a su corazón latir con mayor rapidez cuando ve a Youngho llegar con tres rebanadas de pastel.

—Comamos un poco antes de ir a descansar —sonríe en grande con dirección a sus menores, mismos que se acercan con ambas colas yendo de un lado a otro.

love season ; johnjaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora