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uno

Desde pequeños había sido de esa manera. Usualmente, el tiempo que Ashton pasaba con Michael y Luke se basaba en una serie de idioteces cometidas únicamente por ambos, y él, haciendo del estúpido, siguiéndoles, riendo. Negando con la cabeza mientras reía, sabiendo que no había lado positivo entre las consecuencias.

Con Emmelie no había sido todo igual. Con Emmelie las cosas se trataban de una montaña rusa, a veces caes, a veces subes, a veces te desvías drásticamente del camino. Y así fue desde que se habían conocido. Pero no culpemos a Ashton por querer acercarse a una chica tan problemática desde un inicio, ¿quién se iba a esperar que la chica de la camisa de the who y la caja de cigarrillos que usaba como billetera iba a terminar siendo la misma chica que le provocaba volarse la cabeza con un rifle? Bueno, al menos Ashton no.

La tarde en la que Michael había conseguido robarle las esposas a su tío -quien, para variar tomando en cuenta la constante actitud rebelde del chico, era policía-, no era una excepción para los centenares de otros días en los que se dedicaban a sus ocurrencias diarias. Mucho menos para Ashton, quien aceptó el reto de esposarse a la persona que más le irritaba de todas, por una entera y condenada semana.

No sería fácil, por supuesto, pero tomando en cuenta que Luke "salía" con la mejor amiga de Emmelie, la excusa de que vinieran ambas a jugar FIFA en su casa parecía ser simplemente perfecta. Aunque al parecer de Ashton, aquello no sonó tan maravilloso cuando ya tocaban el timbre de la casa, aquel jodidamente repetitivo sonido que le hacía querer arrancarse ambas orejas. Luego entró en acto seguido el segundo sonido que le provocaba pesadillas. La voz de Emmelie Greene cada vez más fuerte mediante sé aproximaba a la sala. mediante se acercada cada vez más a donde se encontraba Ashton.