Capítulo 4

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Tantas cosas en mi mente, que no me di cuenta que el beso ya había avanzado, y mi lengua se encontraba dentro de su boca. ¿Cómo diablos llegué aquí, y a esto?no sé.
¿Si Dorek se entera, tal vez me corte las bolas?es probable.
¿Alguna vez sabre que piensa Morgan de esto?Lo dudo.
¿Me quiero detener?no.
Nos tuvimos que separar por falta de aire, teníamos las respiraciónes agitadas.
Aún que, seguimos muy cerca...
Sus ojos se veían mejor de cerca...
Eran negros, completamente negros. No café oscuro, ¡negros completamente! Ese color de ojos es muy raro... Me gusta.
Ni puta idea, sobre que hora era. Solo quería seguir mirando esos hermosos ojos.

—creo... Creo que deberíamos irnos—Morgan se aparto un poco.—si, deberíamos—respondí. Pero por algo no lo hemos hecho...—bueno.

Morgan se levantó y comenzó a buscar sus cosas. Hice lo mismo, era raro, depues de un beso, ahora nos hacemos los desentendidos. Y actuamos como si nos conocíeranos. Bueno, no nos conocemos mucho. Pero, eso lo volvía raro.
Al regresar al campus, nadie dijo nada. Solo caminamos en silencio.
Al llegar Morgan me miró por primera vez, en casi una hora.

—nos vemos Flynn, fue interesante salir contigo—me dedico una sonrisa, mostrando sus dientes. Quise decir algo, pero no se donde diablos se fue mi voz. Se acercó hasta mi, y me dio un beso en la mejilla.
¡Maldición! ¿Por que mierda no pude decir algo?
Ella siguió con su camino. Decidí irme a mi edificio. Tengo mucho que asimilar, y poco tiempo para hacerlo.
Apenas abrí la puerta de la habitación, oí a alguien chillar. ¿Y ahora que idiotez hizo Dorek?

—¡Flynn! ¡Te vez increíble hoy! ¿Te has hecho algo, o por que te vez tan bien hoy?—enarque una ceja.
No lo conozco mucho, pero algo quiere, y no se que es.—¡no te prestare nada! ¡No tengo dinero! ¡No te diré de donde vengo! ¡Y tampoco te haré un favor!

El me dedico una sonrisita inocente. Eso me hizo dudar más. Aún que después cambio de verse feliz, a verse frrustado.-¡solo es un favorcito! ¡Pequeñito!

—¿qué quieres?—depende de lo que dijera, sería lo ayudaria o no. El juego con sus dedos.—bueno, mis padres son bastante ricos, y me están pagando la universidad...—lo mire mal.

—¿te molesta si vas a lo importante?-dije mientras ordenaba mis cosas.—es que mis padres vendrán en unos días, y tienen que creer que he cambiado. Así que...-me miro esperanzado.

—¿qué? ¿Yo tengo algo que ver? ¿Y cómo que has cambiado?—dije cuál credulo, lo pensé un momento.—bueno, cuando estaba en segundo año, me gustaba bastante la fiesta y todo eso, y mis padres me castigaron mandándome aquí, y sin mucho dinero... Limitando mi tarjeta de crédito.

—¿te gustaba, o te gusta?—enarque una ceja.—bueno, todavia me gusta, pero ellos no tienen por qué saberlo... Solo, ¿me ayudaras o no?

—lo dudo—respondí, el miró mal.—¿por qué?

—por que todavia no me dices que tengo que hacer, y decir que si, a algo que no se que es. Sería muy idiota de mi parte—me hice el ofendido.

—vendrán en unos días a ver como llevo mi vida, tu solo tienes que decir que soy muy responsable, y que estudio y bla, bla, bla. Todo eso—me explico—¡osea, mentir!—concluí.

—no es una mentira, si no le hace daño a nadie—me corrijio. Pensé las fallas en su plan, ya que obviamente las había. Y mucha falta de información por su parte.

—pues, tu no-mentira, tiene fallas, por ejemplo. Si le preguntan a Morgan, ella no te cubrirá.—me cruze de brazos.

—tiene que hacerlo, ¡me debe un favor!

—¿okey? ¿Y yo que saco de esto?—enserio, su plan tiene fallas. Y una de ellas, es que tal vez no lo ayude.

—bueno, si ellos consideran que ya soy un buen chico, me dejaran volver a mi departamento, y tu te quedarías con toda la habitación, para ti solo. Y si me regresan mi dinero, podría hacer que Tony no le rente la habitación a nadie más.

365 Rosas (Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora