Capítulo 1 - Último primer día.

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"Hey Arnold!" no me pertenece. Todos los derechos son de su creador Craig Bartlett y Nickelodeon. Los personajes de la serie fueron tomados para crear este material, que está elaborado sin fines de lucro.

Capítulo 1

Último primer día

Los rayos del sol se asomaron por su ventana, resplandeciendo en su rostro. Frunció el ceño, sin abrir los ojos. Se quitó el cabello de la cara y bostezó para quitarse la pesadez.

"Primer día de clases, ¿eh?... Fantástico...", pensó sarcástica. Talló sus ojos y se sentó en la orilla de la cama. Se desnudó aún medio dormida, tomó una toalla y entró al baño.

No esperó a que el agua se calentara. Entró a la ducha y dejó que el agua helada la empapara, erizando su piel, mientras se acostumbraba al frío.

Helga reconoció ese vacío en el estómago. Sí, así se sentía cada nuevo inicio. Le provocaba escalofríos y sentía cómo la sangre se concentraba en las yemas de sus dedos, haciéndolos punzar. También mucho tenía que ver que el agua fría le estaba entumeciendo cada parte. De vez en vez, ésa era su anestesia.

A pesar de toda su maraña de emociones, no pensaba mucho mientras se enjabonaba.

Sólo pensaba en él. Pensaba mucho en él. En que era un nuevo momento y una nueva oportunidad. Pero esta vez era diferente. Era la última oportunidad.

¿Eso era malo? Tal vez no.

En algún momento, realmente creyó que había llegado a acostumbrarse a estar enamorada del cabeza de balón. Sólo por estarlo. Porque era algo que había hecho durante prácticamente toda su vida.

Pero esa idea no trascendió mucho. Al paso del tiempo la encontró absurda, por una sencilla razón; ella no era la misma chiquilla sin control de sus emociones de hace 8 años. Ni siquiera era la misma de hacía un año. Cada vez más, sus emociones maduraban, sus creencias se consolidaban, sus convicciones se cimentaban y su amor por Arnold, irremediablemente, se volvía inmarcesible

Escuchó el sonido del celular que anunció un mensaje entrante. Sin importarle mojar los botones del aparato, sacó la mano de la ducha y tomó el móvil para abrir el mensaje y poder leerlo.

P: ¡Hola, Helga! Pasaré por ti en 20 minutos, te preparé un emparedado.

H: Gracias Pheebs. Te veo en un rato.

Contestó deprisa para continuar con su ducha. Salió de la regadera con una toalla envuelta en su cabello y otra en su cuerpo.

Se vistió con premura. Como todo, como siempre. Generalmente esa chica todo el tiempo estaba moviéndose muy rápido, ya se lo habían dicho y ella también lo sabía.

Vestía unos jeans rotos color negro con tiro alto, una blusa holgada del mismo color con mangas largas y cuello redondo y completó su atuendo con un par de tenis desgastados color blanco y agujetas oscuras. Su rubio y lacio cabello le llegaba casi a media espalda, lo secó con la toalla sin gentileza; ni siquiera se molestó en cepillarlo. Sólo se lo acomodó detrás de sus orejas y bajó corriendo las escaleras.

Se colgó en la espalda su mochila en color rosa, la misma que había usado toda la preparatoria. Ésta tenía varios pines metálicos con el logo de algunas bandas de rock en la parte frontal, también se veían algunas figuras deslavadas como estrellas y corazones que alguien había dibujado con algún tipo de plumón, y en marcador morado, igual de ilegible, se leía la frase "Cool girl" con una caligrafía de molde.

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⏰ Última actualización: Sep 28, 2021 ⏰

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