💌Capítulo 25💌

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Una vez escuché que no podrías saber con certeza lo que sientes por alguien hasta que lo besas

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Una vez escuché que no podrías saber con certeza lo que sientes por alguien hasta que lo besas.

Pues, no es totalmente cierto. Yo con esto, acabo de confirmar mis sentimientos, porque con mi nerviosismo cada vez que estaba con él; eran suficientes para abrir los ojos y darme cuenta. Aunque todavía no logro comprender ... ¿por qué siempre negamos lo que sentimos? Así mismo, solemos oprimirlo ¿qué de malo tiene que te guste alguien? Si el amor es algo tan bonito.

Levanté mis brazos y rodeé su cuello con ellos para sentirlo más cerca, a pesar de los riesgos que corría: Primero, me podría rechazar. Segundo, estoy en la escuela, cualquiera puede atraparnos.

En un primer momento, quiso apartarse, pero después se dejó llevar y quedamos inmersos en un beso. Un beso que creía que jamás iba a suceder. Me acarició el cabello y una corriente recorrió todo mi cuerpo. Llegué a pensar y a desear que esto iba a ser interminable.

Ese pensamiento culminó cuando la puerta de la habitación de la piscina crujió, arrebatándome el momento mágico y esos labios carnosos y adictivos.

Como era de esperarse, Greyann se incorporó, sin embargo, no sé qué tipo de maniobra hizo, porque terminó cayéndose en la piscina.

Me senté en el suelo y dirigí mi mirada a la puerta: Axel tapándole la boca a Stefany. Ambos estupefactos.

—U-Ustedes...no vieron nada —advertí, con la voz un poco agitada. Me puse en pie y me retiré del lugar con mis dos amigos.

—¡Eso...! —Stefany tuvo el amago de gritar.

—Shh —emití.

—Eso sería un gran chisme —murmuró, segura de sí.

Negué con la cabeza.

—Olvídalo. Yo ya tuve suficiente con esa foto planeada y falsa —comenté.

—Tengo una idea: Vuelve a entrar y trataremos que el rumor de que "te estás besando con un profesor en la piscina", solo llegará a ese trío —planeó Stefany.

—No lo creo —dije —. Pensaba evitarlo hasta que termine el año —confesé alborotando mi cabello húmedo.

—¿No traías cola de cabello en la mañana? —cuestionó Axel.

—Sí... mi liga... la dejaron caer a la piscina —dije.

—Uf, mejor ¿y la quieres dejar ahí? —interrogó Teffy con picardía.

—No me siento incómoda con el cabello mojado y enredado. Solo necesito un uniforme o una chaqueta —mencioné.

—Sí, sí, como sea, mientras lo conseguimos, tú puedes ir por tu liga. Recuerda, todo por descubrir a ese arruinador de vidas —comentó mi amiga refiriéndose al administrador de la página, abrió las puertas que daban a la habitación de la piscina y de un empujón ya estaba adentro otra vez.

P.D. Simplemente te amo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora