Kaz y Alcander son dos niños unidos por la desgracia, estos están enamorados el uno del otro, pero los dos tiene miedo de admitirlo. Eso cambia cuando al líder de los cuervos le ofrecen un trabajo que no puede rechazar, uno donde su vida estará en j...
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Alcander camino junto a Kaz mientras buscaban a Jesper, el pelinegro seguramente ya estaba ideando un plan del que no tenia ni pizca de idea, pero estaba igual de ansiosa que el.
Vieron a Jesper en la barra, por lo cual se dirigieron a él lo más rápido que pudieron. Los dos se pusieron a cada costado del moreno, dejándolo a el enmedio.
—¿Que haces aquí?— le pregunto Jesper a Alcander y ella lo desafío con la mirada.
Mientras Jesper y Alcander estában enmedio de una pelea de miradas, el barrista dejo un shot en la barra, Jesper al darse cuenta iba a tomarlo pero Kaz se le adelantó, haciendo que Alcander riera y el moreno hiciera una cara de desagradó.
Aún estaba un poco asustada, sentía como le temblaban los brazos mientras trataba de ocultarlos en el pequeño abrigo que había pasado tomando cuando salieron de la oficina de Kaz. Y luego se preguntaba el porque de los rumores, Rollins lo había dicho -¿Tu eres la putita de Brekker?- había preguntado, y esque aquellos dos pasaban horas en la oficina, ideando planes o haciendo cuentas, pero todos siempre tenían sus propias teorías u opiniones al respecto.
A aquellos los habían amenazado varias veces, pero jamás Pekka, y Alcander sabía que tenía que ver Pekka con Kaz. Aquel se lo había contado años después de su encuentro en el puerto, cuando Alcander tocó accidentalmente la mano desnuda de Kaz y luego de eso se echara a vomitar.
Además Pekka era uno de los mercaderes más ricos de Ketterdam, también muy peligroso, y aquel peligro no le gustaba mucho a Alcander.
—¿Que hace ella aquí?— le preguntó Jesper a Kaz ignorandola, y por supuesto, dándole la espalda.
—Nos amenazaron— se limito a decir Kaz para luego voltear a verla, sus ojos azules se encontraron con los de Kaz y entonces el apartó la vista —Me advirtió que no lo hiciera.
—¿Quién?— pregunto Jesper está vez sentándose sin darle la espalda y viéndola fijamente.
—¿Quién crees?— contesto Alcander con un poco de fastidio ante la pregunta del moreno.
Kaz simplemente se dio la vuelta y camino un poco. Jesper y Alcander intercambiaron una mirada de preocupación ante la reacción de Kaz.
Kaz solía actuar demasiado raro cuando se refería a Pekka Rollins y está vez no sería la excepción, solamente que si sería un poco diferente a las otra veces.
—¿El se acordó de ti?— pregunto Jesper poniéndose de pie al lado de Kaz, haciendo que Alcander hiciera exactamente lo mismo.
—Si lo hubiera echo, estaría muerto— aclaro Kaz. Alcander le dio un repentino escalofrío con el simple echo de imaginar la muerte de Kaz, era el bastardo del barril, manos sucias, ¡Santos! No podía morir —amanece en cinco horas— el pelinegro empezó a caminar haciendo que los dos lo siguieran por atrás.
