capitulo 48

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¿Hija… No te –lo interrumpí antes de que terminara de decirlo- 

Si –dije y comencé a llorar, mi padre me abrazaba y me consolaba- 

Tranquila hija… ¿Se cuidaron? –pregunto mientras me seguía abrazando y comencé a llorar al saber que perdí a mi bebe en un aborto espontaneo-

Tuve un aborto espontaneo –dije en un sollozo- 

Hija –dijo algo alterado- ¿Pero estas bien? ¿Enserio fue espontaneo? ¿Por eso te dejo ese chico?

Estoy bien… Y enserio fue espontaneo, aunque me siento muy culpable por eso –lloraba más- 

Él no sabía que estaba embarazada, cuando se lo iba a decir lo encontré en mi departamento engañándome –lloraba más fuerte mi padre me abrazaba- A los días tuve el aborto… estaba en casa de mi nana cuando sucedió eso 

¿Pero porque culpable hija? –preguntaba- 

Porque con pocos días no me cuidaba, casi no comía y cuando me entere de que estaba embarazada no lo quería –lloraba más-

No te sientas culpable hija… a veces las cosas pasan por algo y ese aborto que tuviste paso por algo, entiendo tu reacción de que no quererlo porque eso iba a modificar tus futuros planes… pero uno siempre termina queriendo a ese ser que lleva dentro de su vientre… En otra vez puede tener más cuidado.

No papa… ya no abra otra vez y eso tenlo por seguro –dije separándome de él-

Hija, no porque te haya sucedido eso cierres tu corazón, sé que duele demasiado, perder a un bebe y que te engañen, pero no cierres tu corazón… 

Mejor te dejo descansar –dije levantándome- 

Pero aún tenemos plática pendiente –advirtió mi padre, asentí con mi cabeza y Salí de ahí- 

Me encontré con la esposa de mi padre Marie, me dio una habitación, entre y pude ver que era grande y sencilla muy lujosa, desempaque mis cosas y las coloque en el armario, me quede en la habitación, no quería salir de ahí, además ya era de noche, oí que tocaron la puerta y fui a abrirla era una de las sirvientas de la casa.

¿Señorita desea cenar?

No gracias

Pero la señora y sus hijos la están esperando 
Bueno diles que no tengo hambre o invéntate algo –me acogí de hombros- 

Es que ellos quieren conocerla –insistió- 
Está bien ya bajo –rodé los ojos y cerré la puerta-

Me caen mal esas mariconadas de cenar en familia y que me conozcan, además ni hambre tenia, me puse a buscar en mi armario ropa, me puse casi lo primero que encontré me vestí (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=123344553&.locale=es) y me hice un moño desprolijo, y baje los escalones ahí estaba la sirvienta, me dirigió hacia el comedor, pude ver a mi padre, su esposa muy bien vestida, una chica muy bien vestida con ropa con color le calculo unos quince años, ropa un poco corta para mi enseña demasiado pero se mira un poco elegante, a la par de ella un chico creo que tiene entre catorce y quince años vestido muy bien como niño decente y bueno, cabello castaño ojos marrón y si que tiene cachetes, a l otro lado de la mesa, otro chico de dieciséis o diecisiete años, vestido casi todo de negro, tenía apariencia de chico malo, mi padre sentado algo formal, todos me miraban y era algo raro.

Hijos… Ella es ________, es su hermana –todo quedaron un poco sorprendidos más que todo la chica esa- Tiene dieciocho años… espero que se lleven muy bien con ella 

Hola –saludo el chico que aparentaba entre catorce y quince años, solo levante mi mano como en forma de saludo-

Toma asiento hija –dijo mi padre, me senté a la par de ese chico de apariencia mala- 

¿solo necesito amor? (Niall Horan y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora