Capítulo 4

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—¿Está... está... muerto? — tartamudeó Alejandro

—¡No!, claro que no esta muerto, solo ha perdido la conciencia— respondió Mía

—Mmm...—

Daniela había tomado el martillo que se encontraba en la parte trasera del auto y le había dado un buen golpe en la nuca que lo dejo temporalmente incosiente, afortunadamente no estaba muerto, y aprovechando la peligrosa maniobra de Daniela, pudieron quitar la música que había puesto Alex y de paso amarrar al guardia y ponerlo en la cajuela.

—Alex, de casualidad ¿no tienes un kit de costuras en tu auto? —preguntó sarcasticamente Mía

—ja ja, burlate todo lo que quieras pero lo que tengo cargando desde hace años nos está salvando el pellejo justo ahora.

—Y dinos Alex, ¿Por qué cargas todo esto en tu auto? —cuestionó Daniela

—Larga historia...

Mía se volvio a verlo, y con la mirada le pregunto "¿Todo bien?", ella sabía esa "larga historia" casi de memoria, afectó mucho a su amigo y sabía que aun no estaba listo para compartirlo abiertamente, Daniela era de entera confianza pero dado que Mía era solo 2 años mayor que Alex, tenían mejor comunicación.

—Muy bien, ahora que Daniela a "eliminado" a la amenaza, Ximena puede escalar tranquilamente- dijo sarcasticamente Mía

—Ya, pero aquí me intriga algo más...

—¿Qué?—preguntó Alex

—Los intercomunicadores, no han fallado en años, ¿Por qué ahora?, no tiene sentido— argumentó Daniela

—Mmm tal vez hay que cambiarlos, ya tienen muchos años con nosotros — propuso Alex

—Si... no lo se, algo me huele mal aquí

—Tal vez sea Alex, que no se ha bañado desde hace meses— se burló Mía

Alex se limito a poner los ojos en blanco pero a Daniela seguia pensando en los intercomunicadores, no podía dejar de pensar que ese asunto no era aislado, con toda la experiencia y con los 10 años que llevaba trabajando para el FBI no podía quedarse tranquila. Comenzó a trabajar allí casi a la misma edad de Alex, solo que ella siempre se quedaba ayudando a la investigación desde la oficina, hace apenas 4 años (los mismos que Mía y Alex llevaban trabajando allí) salió a campo, había sido difícil para ella adaptarse a un nuevo ambiente, donde corrias riesgos y estabas mucho más expuesto que detrás de un escritorio.

Ya que el guardia estaba controlado, podían entrar para encontrarse con Andre.

—Vamos chicos! —animó Daniela

—Ya falta poco ¿cierto? — pregunto exhausto Alejandro

—Ja, claro, como 5 pisos más — contesto entre risas Mía

Cuando por fin llegaron al piso 12 esperaron a que André llegará con noticias de la nota. Unos 15 minutos después pidió a los presentes que fueran con él, su voz daba la sensación que algo había salidó en los analizis que les podía ser de ayuda, aunque tambien daba el presentimiento de que ellos ya conocian al culpable, juntos caminaron hacia otra sala, donde había cientos de computadoras y de microoscopios y en una de esas computadoras estaba un historial y junto con este una foto, una foto que cambiaría el rumbo de Alex para siempre.

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