Pase lo que pase

Capítulo 12: De robar y dormir

"¿Qué tan malo es?"

"Bueno, realmente no es bonito."

"No pensé que lo sería, Bobby"

"No, chico, lo que realmente realmente no es bonito. Ha habido posesión de arriba a abajo de California, las tormentas eléctricas, los enjambres de langostas y apagones".

"Bueno ... mierda"

"Sí"

"¿Y ahora que?"

"Bueno, ¿siquiera tienes un plan de juego?"

"Bueno no..."

"Idjits". Dean resopló en su teléfono celular con humor fingido ante la descripción favorita de Bobby de ellos.

"Bueno, ¿has averiguado algo sobre cómo detener una Puerta del Diablo? ¿O qué tal ... ya sabes ... el Diablo? "

"No me insultes, chico. He estado revisando todos mis libros e incluso he pedido algunos viejos favores, que ahora me debes, por cierto. Pero no hay nada."

—¡Pero el último necesitaba el Colt! Y estoy malditamente seguro de que Devil no lo tiene.

"Bueno ... él es el Príncipe de las Tinieblas, Dean ..." El Cazador sintió ganas de arrancarse el cabello con frustración.

"¿Entonces estás diciendo que no hay forma de detenerlo?"

"Bueno ... los ángeles probablemente puedan ..." Dean resopló de nuevo. Incluso pensar que esos mocosos mimados de cerebro de pluma detendrían al diablo era ridículo.

"Sí, bueno"

"¿Por qué no le preguntas a tu angelito, Dean? Tal vez él tenga una idea." Eso hizo que Dean suspirara y se frotara la cara cansada.

"No responde, Bobby. No desde Springfield."

"Oh.."

"Sí, bueno ... te llamaré más tarde, Bobby, cuando tengamos algo."

"Sí ... y niño ... ya sabes ... ten cuidado ..."

"Gracias, Bobby. Tú también".

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Usar la Capa de Invisibilidad fue brillante y Harry pudo ver fácilmente por qué Ignotus Peverell había estado tan enamorado de ella. Se las había arreglado para usarlo para colarse en un supermercado de la Royal Mile en el casco antiguo de Edimburgo y robar algo de comida que tanto necesitaba. Se estaba acercando al completo agotamiento y necesitaba desesperadamente descansar, pero todavía estaba demasiado asustado de ser descubierto. Necesitaba alejarse de Escocia, incluso de Inglaterra y tal vez incluso de Europa. Pero ahora mismo necesitaba descansar. Le dolían los pies y el dolor de espalda se acercaba a los niveles de Cruciatus. La bolsa de ropa, artículos y comida sospechosamente pesada a pesar de todos los hechizos livianos no lo estaba ayudando. Necesitaba llegar a la estación de Waverley. Fácilmente podría colarse en un tren con rumbo al sur, pero primero tenía que llegar allí.

Casi una hora después, con cuatro paradas para descansar de los bancos vacíos y entrar y salir con cuidado de la concurrida multitud de turistas, Harry finalmente caminó por Princes Street y entró en el área de la estación.

A pesar de que eran las 11 de la noche, todavía había varias personas y turistas dando vueltas, así que Harry movió con cuidado a los viajeros, las maletas y los niños mientras leía la información del tren. Agradeciendo mentalmente la magia y todas las cosas buenas del mundo, Harry encontró con gusto el tren que se dirigía hacia Londres, la estación de Euston. ¡Incluso tenía compartimentos para dormir! Al colarse en una tienda cercana, Harry metió un poco más de comida y agua en su bolso, enviando una disculpa silenciosa al pobre empleado de aspecto somnoliento. Harry vio el tren ECML en el andén, abordó lo más discretamente posible y bajó por el estrecho pasaje. Volvió a tener suerte y no se topó con nadie, lo que habría sido muy, muy incómodo. Finalmente se decidió por uno de los durmientes de primera clase, con la esperanza de que ningún escocés estuviera dispuesto a pagar el precio completo.