The Present

Tus deseos, son ordenes

El silencio se esparció por la habitación después que la puerta de la oficina del comandante se cerrara, dejando dentro al rubio y al capitán, quien mantenía la mirada fija en una mancha de la pared. El ambiente se sentía levemente pesado entre ambos, a causa de la reciente reunión improvisada por la llegada de un mensajero de parte del comandante de las tropas de guarnición. Lo que se había planeado como un día tranquilo y sin imprevistos, se empezaba a convertir en un irremediable viaje al interior para asistir a una extravagante gala, a la que estaban invitados los más altos cargos de cada división militar.  

El suave sonido de una pluma sobre papel sacó de su pensamientos a Levi, quien redirigió su mirada a Erwin, notando como escribía notas y firmaba documentos a gran velocidad sin apartar la vista de su trabajo. Perezosamente se levantó de la silla en la que se encontraba y avanzó hasta quedar frente al escritorio, pero al ver que el comandante no levantó la mirada  por la cercanía, decidió intervenir en su labor. 

- ¿Qué se supone que estas haciendo? - La voz del capitán era desinteresada, pero su postura firme con los brazos cruzados sobre su pecho, daba un mensaje diferente. 

- Terminar mi trabajo, antes de prepararme para salir. - Por fin, desde que la puerta se cerró el rubio fijó por completo su atención en el hombre frente a él. - ¿Me quieres preguntar o decir algo? 

- ¿Tú crees? - Respondió Levi acentuando el sarcasmo en su voz 

Al escuchar el tono de voz con el que levi se dirigió al él, Erwin dejó todo lo que estaba haciendo para entrelazar las manos y colocarlas sobre el escritorio, manteniendo una postura tranquila para no alterar al azabache. 

- Sé que estos no eran los planes que teníamos para el resto del día - Hizo una pequeña pausa antes de continuar - Pero, por favor Levi, debes entender que, como los lideres del cuerpo de exploración, tenemos que asistir a la gala y ...

- ¿Tenemos? - El capitán interrumpió al comandante, mirándolo con los ojos abiertos por la sorpresa 

- Levi...

-No - Cortó el azabache antes de que Erwin le dijera algún discurso sobre el deber y el honor militar. 

- Levi, déjame hablar primer, por favor - Pidió amablemente el rubio al más pequeño 

- No quiero asistir a esa estúpida gala, donde todos pondrán cara de imbéciles, nos sonreirán con sus asquerosas bocas para después hablar mierda de nosotros a nuestra espalda, como si no pudiéramos escuchar sus repugnantes voces y...

- Levi, mi amor, no crees que estas exagerando solo un poco - Interrumpió el rubio antes de levantarse de la silla de su escritorio para colocarse al lado del azabache y apoyar su peso en el escritorio - Es bastante obvia la rivalidad que tenemos entre divisiones militares, en especial, la poca gracia y aprecio que tienen con nosotros. Pero, es por ese mismo motivo que debemos asistir y demostrar que no nos intimidan y no nos vamos a dar por vencidos. Además, van a asistir varios nobles, comerciantes y el líder de todo, tal vez pueda convencer a alguno para financiar el proyecto de los prototipos de nuevos trajes del grupo de ingenieros. 

- Pero... - Levi miro directamente a la cara de su superior 

Erwin entendió a lo que se refería, se levantó de donde estaba apoyado y se colocó frente al azabache, inclinando su cabeza hasta tocar con su nariz la suave piel del cuello de su pareja, aspirando el delicioso aroma de su colonia. 

- Sé que no quieres ir, pero tenemos que asistir - Susurró el rubio sobre la piel expuesta del cuello del más bajo antes de dejar un húmedo beso en ese lugar, para después alejarse y quedar frente a su compañero - ¿Vas a ir conmigo?