(TN) es una chica normal, fan de Diabolik Lovers. Un día, se da cuenta de que apareció en el mundo dicha franquicia, y debe volver a casa. Allí conoce a Laito Sakamaki, el personaje que más odia, quien, después de un tiempo, prometió ayudarla a regr...
Me llamo (TN). Tengo 16 años y soy una persona común y corriente. Me encanta todo a lo que a Diabolik Lovers se refiere: Manga, fanfics, animé, juego... Todo. Absolutamente todo.
No tengo a ningún vampiro favorito. Todos me parecen lindos, y admiro mucho a la protagonista. Bueno, no todos. Hay un personaje en particular que odio con todo mi corazón: Laito Sakamaki. Es muy pervertido, y parece que nada le importa o se toma en serio. Me gusta que sea optimista, lo admito, pero hay cosas que merecen seriedad. Por eso, jamás jugué su ruta o leí algún fanfic.
Ya es de noche, y creo que ya terminé mi dosis nocturna de Diabolik Lovers: tres capítulos del animé, dos del manga y uno de la ruta a la que esté jugando en ese momento. Lamentablemente, no me alcanza el tiempo para el fanfic. Por eso, lo leo en el día.
Como decía, ya terminé mi dosis nocturna de Diabolik Lovers, y tengo sueño. Así que iré a dormir. Nada más falta que me ponga mi pijama y lista para ir a la cama y caer en los brazos de Morfeo.
No encontraba mi pijama. Lo busqué y lo busqué pero no lo encontraba ¿Lo habré puesto para lavar?
¿Pero qué es eso? Había una sombra detrás de la cortina. Como soy curiosa, la abrí, y la sombra extendió sus brazos, agarrándome. De repente, vi todo blanco.
¿Habré muerto?
Desperté en una cama que no conocía. Tenía un juego de sábanas rosa claro y blanco. ¿En dónde estoy? Entonces, la puerta de la habitación se abrió.
-¡No me haga daño! -Grité, como un acto reflejo, y me cubrí con mis manos.
-¿Daño? Pero yo... No quiero hacerte daño.
Era una voz femenina y tranquilizante que me sonaba familiar. Como por arte de magia, mi miedo se había esfumado ante aquella voz. Bajé las manos y entonces la vi. Era...
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-Estás en la mansión Sakamaki. Creí que tú sabías como habías llegado.
Esto debe ser un sueño. ¿Estoy en la mansión Sakamaki? Pero, ¿Cómo es posible? Eso significa que... ¿Estoy en el mundo de Diabolik Lovers?
-E-esto debe ser un error. Yo no debería estar aquí. Debería estar en mi habitación. Esto debe ser un sueño... Sí, sin duda lo es.
-¿U-un... Sueño? No creo que esto fuera un sueño. Porque si lo fuera, entonces no seríamos reales.
-¡Es que no lo son! -Exclamé. Es cierto que para mí, estar en la mansión Sakamaki era un sueño hecho realidad, pero tenía un poco de miedo. -Lo siento... Es que estoy un poco asustada.
-Tranquila. Todo estará bien. -De algún modo, la voz de Yui conseguía volverme a tranquilizar. -Pero, ¿Cómo que no somos reales?
-Olvídalo. Es... Difícil de creer.
-Convivo con vampiros todos los días. Así que si me dices que vienes de otro mundo, ya no me extrañaría.
-Algo así... Vengo de la Vida Real, en donde ustedes no son más que una franquicia ficticia.
-¿Una... franquicia ficticia? ¡Wow! Y yo que creía que esta es la vida real.
-Como sea, debo volver a mi mundo. ¿Sabes cómo?
-No tengo la menor idea.
En ese momento, el miedo regresó. ¿Y si nunca más podré regresar?
-Pero podemos preguntarle a Reiji. Él sabe muchas cosas. -Añadió, seguramente al ver mi cara de preocupación.
Al otaku de las vajillas, dirás.
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