capitulo 9

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Jueves 26 de julio

-Hola chico lindo- dijo Mia entrando saltando con cierta alegría haciendo que sus rulos se muevan de manera divertida de un lado a otro.

Se veía tan linda con esa sonrisa. No pude evitar sonreír al verla tan alegre.

-Que sorpresa, no esperaba verte por acá.

La verdad no esperaba que viniera a mi trabajo.

-Si quieres me voy- se hizo la ofendida.

Se notaba como trataba de aguantar las ganas de reír.

-Sabes que no es lo que quise decir- expliqué.

-Lo sé, solo bromeaba- sonrió haciendo que sus ojos se cierren ligeramente.

-Bueno ¿Qué te trae por acá?- pregunté mirándola detalladamente y algo me llamó la atención.

Ella traía una playera que decía "perfect" en el pecho y me pregunté si la compro por ser linda o porque la canción significa algo para ella.

Quise preguntárselo, pero decidí no decir nada.

-Vine para visitarte, así no te aburres mientras trabajas- dijo sacándome de mis pensamientos.

-Es muy considerado de tu parte, pero no me gustaría que desperdicies tu tarde acá.

No quería que se aburra, la verdad dudo podamos hacer algo interesante acá, aunque con su presencia estar acá era mejor.

-¿Bromeas verdad?, este lugar es increíble, además me gusta pasar tiempo contigo.

Me sorprendió su respuesta, no la primera parte, pues sabía que le gustaba leer lo cual hace muy lógico que le guste una librería, me había sorprendido el que diga que le gusta pasar tiempo conmigo.

Era muy lindo escucharlo de ella.

-¿No tendrás problemas por la visita?- añadió.

Era muy tierno que se preocupara por mí, ella no causaba ningún problema y así me cause algún inconveniente era incapaz de decírselo.

-No, claro que no.

-Bueno eso me deja más tranquila- respondió con una ligera sonrisa - ¿y que sueles hacer acá?.

-Esperar que alguien venga a comprar un libro o acomodar los libros en el orden correcto, ya que la mayoría de personas que vienen acá miran un libro y lo terminan dejando en otro lugar.

-Ya que no viene nadie, ¿Quieres que te ayude a acomodar algo?- ofreció.

Sonreí al notar que ella se había preocupado en venir a no solo hacerme compañía sino también a ayudarme. Mia vio que sonreí y se quedó mirándome a los ojos, pude notar que eso causó que se sonrojara.

-Gracias por ofrecerte, pero lo hice al llegar- respondí.

Al cambiar de tema las mejillas de Mia dejaron de estar rojas, supuse que ya no se sentía nerviosa.

-Entonces pasaremos en tiempo hablando hasta que venga algún cliente- contestó Mia.

Empezó a recorrer cada rincón de librería, miró detalladamente cada portada, pero al final dejó de mirarlas para regresar a mirarme a mi esperando una respuesta.

-Me parece bien, traeré un café para mi ¿Qué bebida quieres que te traiga?- pregunte.

Mia pareció pensarlo, pero al final respondió "solo un agua".

Fui a la cafetería que se encontraba al lado y pedí un café cargado y un agua, traté de no demorarme mucho, no quería que llegue un cliente y Mia se sienta nerviosa por no saber que hacer o que llegue mi jefe y le diga algo, lo que seria peor.

La Chica De La FeriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora