Noventa días para escoger esposa, y empezaba el primero.
Por la puntada del alba, los primeros rayos de luz se entrometieron en el descanso turbulento del Rey por la ventana. Arrancándole el sueño con la molesta luz anaranjada y llamativa. Taehyung despertó de una alucinación en la cuál era sacumbido por los encantos de cinco mujercitas. Seducido, enamorado, encantado. Solo para después, torturado a muerte por las mismas. Alguien abrió la puerta de golpe consiguiendo que Taehyung se golpeara con la cabecera la nuca ante la sorpresa. Enseguida la puerta tallada por artesanos el siglo pasado, con una bandeja de desayuno se quedo abierta a medias. Y la figura pequeña que estaba de pié lo observo curiosa. La única persona que iba su lecho sin contar a Sean.
Era Mangi.
Ella alzo las cejas sorprendida de verle despierto y con el cabello desprolijo y ojos somnolientos. Le hizo una reverencia acompañado de un tenue "Buenos días, su majestad". Y se acerco dejándole la bandeja sobre la cama mientras Taehyung se quitaba las sabanas de encima.
—Hola Mangi. ¿Descansaste bien?
—Si, señor. —No lo miró. Como todos los días, Mangi venía, le dejaba el desayuno temprano, que consistia en té con un poco de azúcar y galletas de arroz antes del almuerzo en familia. Luego, se proponía en atender su vestuario del día diario.
Gracias a los santos, ese día ya no tenía que abrirles las puertas de su palacio a ninguna otra mujer más. —¿Desea el negro o azul, su señoría?
Le mostró dos chalecos de vestir y Taehyung señalo el azul. Tomo una galletita y se la llevo a la boca mientras se sentaba en la orilla de la cama mirandose los pies. Luego alargo la mano y busco otra, sin embargo fallo en los cálculos de distancia y metió dos de sus dedos en la taza de té caliente, se quemó.
Enseguida el sueño que aún le restaba en la cabeza, despabilo. Aulló como un niño de la sorpresa y del dolor, llamando la atención de Mangi, que rápidamente fue a revisarle los dedos y trajo con ella un pacho húmedo de la jarra de agua.—Su majestad, lo siento.
—¿Porque te disculpas, querida Mangi? —sonrío con ternura —yo soy el tonto que no sabe donde meter sus dedos. Al menos, he despertado completamente.
Le inspeccionó las yemas de los dedos pasando su propia mano encima, la sensación de la suave piel de la muchacha le causo un escalofrío a su señor, que se intensifico cuando ella acerco su boca a sus dedos y empezo a soplar levemente sobre la piel rojiza.
—Mangi...
—¿Si, señor? —no alzo la mirada para verle. Siguió en su trabajo de enfriar los dedos de su Rey, mientras Taehyung la miraba pensativo.
—Tengo que escoger esposa, Mangi. Pero no se a cual de ellas. Y si al final estoy confundido e indeciso. ¿Crees que podrías ayudarme? Les darán hoy a todas una dama de compañia, serán sus Margaritas. Dice Yeom Chi que es el nombre apropiado que se les debe asignar debido a que no se quedaran con ellas. Solo la que terminé siendo Reyna al ultimo, debe familiarizarse con su sirvienta cuando nos casemos. Mientras tanto, no. Pero tu puedes ser cercana a ellas. Entrar a la sala común de mujeres y hacerte amiga. O... Preguntarle a sus damas de compañía como son. Así podrías ayudarme en mi elección final, no confío en mucha gente. Pero si en ti. En tu criterio. ¿Podrías hacerlo?
A mitad del monólogo, la sirvienta rubia había dejado de soplar y solo mantenía en sus manos los dedos ahora tiesos del Rey. No levanto la cabeza, estaba más ida que juiciosa. Era tímida, Taehyung creyó que había arruinado sus intensiones a la hora de decirle a Mangi que se entrometiera de más con aquellas mujeres desconocidas.
No las conocía de nada.
Y ese no era una labor de la que Mangi deba hacerse cargo.
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Three Kingdoms Of Korea 2- Kim Taehyung
Fanfiction𝑫𝒆𝒔𝒑𝒖é𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒆𝒋𝒐 𝒚 𝒎𝒂𝒍𝒉𝒖𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒐 𝑹𝒆𝒚 𝒅𝒆𝒍 𝒏𝒐𝒓𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒆, 𝒈𝒐𝒃𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒎𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒄𝒊𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒕𝒓𝒆𝒔 𝒂ñ𝒐𝒔. 𝑽𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒂 𝒆𝒓𝒂. 𝑼𝒏 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒐 𝒔𝒖�...