Two Loves | KookV♡

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La hora del almuerzo llegó como su salvación, pues ya no soportaba un minuto más del sutil —quizá no tan sutil— acoso de Jimin. Aún no le contaba todo lo que descubrió sobre Jungkook él no podía dejar de bombardearlo con preguntas.

Apenas pudo sentarse y dejar su bandeja de comida en la mesa, cuando nuevamente comenzó con sus interminables cuestionamientos.

—No puedo creer que te haya invitado a su casa, tienes que decirme cómo es, por favor, ¡No omitas ningún detalle! —Jimin asentía de forma casi frenética y Taehyung se sentía algo abrumado.

—Es una linda casa, un vecindario pintoresco, no tiene nada fuera de lo común, salvo su bonito perro-

—¡¿Tiene un perro?! —gritó demasiado alto logrando que algunos de los estudiantes que pasaban por la cafetería voltearan a verlo, por lo que se corrigió y habló un poco más bajo. — ¡No puedo creer que Jungkook tenga un perro! Entonces debe ser un chico sensible, nadie que ame a los animales puede ser alguien frío, ¿Verdad?

—Supongo —Taehyung comió un poco de su espagueti y volvió a hablar—. Le pregunté las cosas que se me ocurrieron, Chim, su comida y color favorito, qué le gustaba hacer-

—¿Y él te lo contestó todo? —volvió a interrumpir, luciendo visiblemente sorprendido.

—¿Por qué no lo haría?

—Bueno, dijiste que no te llevabas bien con él, que no te agradaba —Jimin tomó un poco de su pasta y la comió alegremente.

—Ya superamos eso. —Taehyung llenó sus mejillas con comida y Jimin casi escupe la suya por reírse de la tierna imagen.

—Estoy feliz de escuchar eso, TaeTae. No me gustaría que mi futuro novio y mi mejor amigo no se lleven bien.

Taehyung tuvo que tragar con fuerza la comida para no terminar asfixiado por la impresión que le causaron sus palabras. Buscó en el rostro de Jimin algo que le indicara que estaba bromeando, pero luego de inspeccionarlo se dio cuenta que hablaba en serio.

—Chim, ¿No crees que es muy apresurado que pienses en él como tu novio? —habló con suavidad, sabía de las inseguridades de su amigo y no quería que se lo tomara a mal— Digo, apenas lo conoces, ¿Y si él no te gusta tanto como piensas?

—¿Por qué no lo haría? Es atractivo, un excelente bailarín y se ve como alguien que sabe divertirse. —respondió con seguridad— Ahora, mejor pasemos a lo importante y dime todo lo que averiguaste de él.

El resto de la hora de almuerzo, Taehyung estuvo contándole todo a Jimin, omitiendo algunos vergonzosos detalles como sus anotaciones sobre Jungkook y el haber sido descubierto por él. Su amigo no necesitaba saber eso, tampoco que el pelinegro le envió un mensaje con el resto de las respuestas ni su pequeña reconciliación. Por alguna razón, prefería no hablar de ello.

Regresaron al salón para las últimas horas de clase, cada uno tomó asiento en su lugar y estaban dispuestos a sumergirse en una trivial conversación cuando una aguda e irritante voz interrumpió su calma.

—¡Jungkook Oppa! Ya tengo todo listo para tu fiesta de bienvenida —habló Somi.

De inmediato, la atención de Taehyung se desvió a Jungkook, quien apenas entró al salón y ya tenía a una insistente Somi rodeando su cuello. ¿Acaso ella no entendía que era grosero invadir así el espacio personal de alguien?

Molesto por la absurda escena, decidió volver su atención a Jimin, pero notó que este parecía ofuscado mientras no retiraba la mirada de la castaña. Pensando que estaba siendo demasiado obvio, lo codeó ligeramente para que reaccionara. Sin embargo, la respuesta que obtuvo no fue la esperada.