𝓛𝓪 𝓫𝓻𝓾𝓳𝓪 𝔂 𝓼𝓾 𝓶ú𝓼𝓲𝓬𝓪 [𝓽𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓻𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼] Cancelada

έⓛ 𝐛Ø𝕤𝓠ยε 𝓎 𝓼ᑌ в𝓻ｕ𝓳ά

-¡Los pudimos vencer!- Dijo baji celebrando la primera pelea de la nueva pandilla tokyo manji. Todos estaban sanos y salvos después de aquella pelea, lo malo es que terminó muy tarde y todos debían volver a sus hogares -¿Saben? En mi escuela estaban contando que un bosque que hay cerca de donde vivo está embrujado- Dijo Draken mientras caminaba junto a todos -¿En serio? ¿Y como era la historia?- Preguntó dudoso y curioso kazutora -Dicen que en el bosque hay una bruja y un brujo los cuales tocan música, si te adentras mucho puedes escucha a lo lejos como tocan, pero dicen que es peligroso, ya que un niño dijo que había escuchado una canción de amor y su novia lo dejó al otro día, otro también escuchó una canción de amor y al día siguiente habían varias niñas de tras de él, una niña contó que entendió un poco de la canción, la cual trataba de muerte, se le murió su gato unos días después- Contó y explicó con los detalles que le habían dado sus compañeros de clases -¿Y como sabes si es verdad o te están mintiendo?- Preguntó el pelilila mientras lo miraba. Muy bien podía ser una mentira que inventaron sus compañeros para asustar a los demás -¿Y si vamos a ver si es verdad? Pueden quedarse en mi casa si se hace muy tarde- Dijo baji mientras los miraba con una sonrisa orgullosa característica de él. Todos accedieron y fueron a ver cual era el bosque que Draken decía.

Después de caminar un rato se encontraron la "entrada" del bosque, ya que solamente una línea de cemento era lo que lo dividía de las zonas urbanas -Este es. Dijeron que después de adentrarse unos 10 minutos de manera recta los pudieron escuchar tocando el piano y a ella cantando- Explicaba mientras hacía señales con las manos explicando y apuntando al bosque, pero nadie se movió para entrar -¿Que esperan? Entren- Dijo el mas alto mientras los veía -Entra tu primero, tu eres el que nos estaba contando la historia- Respondió pahchin quien no movía ningún musculo -Que baji entre primero, él fue quien dijo que viniéramos- Dijo mikey el cual ya llevaba un pin pop en la boca -¿¡Porque solo yo, eh!? ¡Ustedes también se animaron a venir! ¡Entremos todos juntos!- Gritó mientras apuntaba a sus amigos los cuales reían por la escena.

Luego de terminar las disputas de quien entraba primero con el típico juego de piedra, papel o tijera se decidieron por entrar. Todos estaban asustados, pero la mayoría no lo iba a demostrar por orgullo o por simple capricho. Mientras mas se adentraban en el bosque más miedo tenían, pues hasta el crujir de una rama los podía asustar, puesto que sentían que el lugar no era para nada bueno por el simple aspecto de este, aunque ¿cómo se va a sentir que es un buen lugar si se están adentrando a un bosque para conocer a una supuesta bruja y brujo? Para nada era buena idea. El lugar era enorme y muy abierto, todo estaba cubierto de césped, una abundante vegetación, todo tipo de flores, hongos y arboles, el lugar era algo húmedo, pero agradable, aunque no se podía decir mucho sobre ese día, ya que estaba completamente nublado. En resumen era un lugar con mucha flora, un poco de fauna y una variedad enorme de cualquier cosa que te pudieras imaginar en un bosque de un cuento de hadas. Lo que más le llamo la atención a todos fueron unas flores de un color azul intenso y muy vivo, tanto que parecían que brillaban ante la oscuridad que acechaba a lo lejos al bosque, pero uno de ellos conocía un regla de la naturaleza; mientras mas brillante y colorido, mayor podría ser la probabilidad de que se venenoso y/o peligroso. Mitsuya advirtió sobre eso y propuso que era mejor no tocar nada que no conocieran.

Ya habían pasado alrededor de 15 minutos y no había pasado nada -¡Esto es una farsa! ¡Aquí no hay nada!- Exclamó pahchin mientras pateaba algo de por ahí. Pero de lo que no se habían dado cuenta era que un piano empezaba a tocarse a lo lejos -¿Que es eso?- Preguntó el pelinegro mientras hacía que todos guardaran silencio para volver a escuchar lo que había oído o si es que si quiera había ruido alguno. Todos se quedaron callados para ver si es que también lo escuchaban y así fue; a lo lejos se escuchaba un piano tocar una hermosa balada que a los presentes hizo que se les erizara la piel, menos a uno. Aun con el miedo estancado en sus gargantas decidieron seguir el sonido para ver que era lo que encontraban y ver si realmente la que estaba tocando era una verdadera bruja. Con cada paso sus respiraciones eran más irregulares e intranquilas. Mientras más avanzaban el sonido se hacía mas fuerte hasta el punto de creer que estaban tocando el instrumento de teclas es sus oídos, pero algo no los dejó cumplir su cometido, una rama que estaba cerca de ellos se rompió, espantándolos y alertándolos tanto que no encontraron otra que salir corriendo del lugar. Pero alguien se quedó y ese alguien fue kazutora, el cual estaba encantado con la música que salía de ese piano. Volvió a seguir el sonido y poco a poco empezó a divisar una figura en medio de tantos arboles, matorrales y planas que ahí habían. Un gran piano de color barniz claro, pero ya malgastado, lleno de plantas y enredaderas que lo cubrían por completo, dos velas arriba de la tabla armónica posicionadas en cada costado de esta y por ultimo, la tal supuesta bruja o brujo que tocaba el tan grande piano. Era completamente diferente a lo que pensaba, por el momento solamente veía su espalda que estaba cubierta por una gabardina que parecía ser de cuero y su cabello el cual era algo rizado y muy corto simulando el corte de un hombre, pero mas crecido. Él quería terminar de escuchar la canción así que se escondió de tras de un árbol ancho afirmándose de una rama que ahí había. Pero su suerte fallo, ya que la rama se rompió al soportar tanto peso. Esto alertó al joven que se dio cuenta de el error que cometió. La tal llamada bruja desafinó las teclas tocándolas disparejamente provocando un ruido molesto mientras se encogía en manera de reacción debido al estruendo que oyó. El muchacho estaba listo para levantarse y disculparse, pero la joven fue más rápida: dio una ojeada por encima de su hombro para ver si era una persona o un animal y se levantó rápidamente para después marcharse en dándole la espalda al varón no sin antes apagar las velas. Esto lo dejó desconcertado, ¿se habrá asustado de él? No tenía sentido, ya que parecían tener casi la misma edad. Se quedó un rato en blanco mientras trataba de recordar las características de aquella persona: su pelo era rizado y algo corto, la altura no la podía deducir bien, ya que le estaba mirando desde unos 3 metros de distancia, pero lo que mas le quedó grabado fueron sus ojos, eran de un color violeta intenso que llamaban mucho la atención.

Mientras tanto en la entrada de tan llamativo bosque se encontraban los otros 5 miembros fundadores con la respiración agitada y a duras penas pudiendo aguantarse sus piernas -Uno, dos, tres, cuatro, cinco...- Contaba mikey al sentir que algo faltaba -¿Que estas haciendo mikey?- Preguntó entrecortado su mejor amigo mientras trataba de regular su respiración -Uno, dos tres, cuatro, cinco... Nos falta kazutora- Dijo abriendo los ojos de para en par. Se habían olvidado del de ojos miel, entre tanto correr puede que se les haya pasado de largo ese pequeño detalle -¿Como que no esta kazutora? Hay que ir a buscarlo- Dijo baji dispuesto a encontrar a su amigo en medio de tan gigante bosque, pero antes de que se pudiera aventurar para buscar al restante de su grupo de amigos, apareció de la nada a paso tranquilo. Todos lo veían como iba con una sonrisa pegada al rostro mientras observaba todo a su alrededor como si fuera la primera vez que lo viera -¿Que te pasó? ¿Estas bien?- Preguntó mitsuya mientras se acercaba a el mientras lo tomaba de los brazos para comprobar si tenía algún tipo de herida, ya que como se habían separado no sabían lo que le pudo haber pasado -No me paso nada. Y si, estoy bien- Respondió con una sonrisa que dejo cuestionándose a todos. Tal vez visitar a esa tal bruja o brujo de vez en cuando no es tan mala idea.

⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂⁂

"Lo que estamos haciendo a los bosques del mundo, no es sino un reflejo de lo que estamos haciendo a nosotros mismos los unos a los otros"

-Gandhi