~CAPITULO 36~

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Día siguiente.

Hoy iré a comprar algunas cosillas de mujeres que necesito y mañana iré a ver a mi familia, desde que pasó todo el asunto del fallecimiento del señor Santino no hemos podido vernos y ya las extraño.

Me termino de colocar la sudadera, agarro mi mochila con el móvil y salgo de la habitación. Bajo las escaleras y noto a Sam en sillón con su computador sobre su regazo, tecleando rápido, muy concentrado.

Hasta concentrado se ve sexy el condenado.

- Sam, iré al centro comercial- Le aviso cuando llego a su lado.

Levanta su vista con el seño fruncido, cierra su laptops y la deja a su lado, se levanta y toma las llaves de su coche que están en la mesita ratonera.

-¿Qué haces?- Lo miro desconcertada.

- Iré contigo-dice y yo me sorprendo.

- No hace falta, estás ocupado y eso debe ser más importante.- Le señalo la máquina en donde estaba escribiendo hace segundos atrás.

- Si digo que iré contigo es porque así lo haré, Kayli.

Giro y camino hacía la puerta para salir, Sam viene detrás de mí. Entramos en el ascensor, apreto el botón para bajar, me doy vuelta y me acerco a Sam que tiene su móvil en mano. Me apoyo en su brazo y entrelazo mi mano con la suya que la tiene en el bolsillo de su pantalón.

Dejamos que todo fluya, no queremos presionarnos y a decir verdad yo estoy aterrada, llevamos cuatro meses desde que comenzamos todo esto y todavía nos quedan ocho, si esto no llega a funcionar como pareja o lo que sea que tengamos, porque ni yo se siquiera nuestra relación, no quiero salir lastimada. Por ello es que nos damos nuestro espacio y dejamos que todo fluya.

Ayer después de que follamos en la ducha pasamos el día juntos entre risas, películas, pláticas y para finalizar terminamos en la cama cogiendo.

Se abre el ascensor y reacciono. Subimos a su coche y nos adentramos por las calles del hermoso New York. Llegamos y nos encontramos a la prensa fuera del centro comercial.

Sam me extiende su mano, la tomo y tratamos de caminar en medio de la multitud.

- Señor Jonhson, ¿cómo se siente luego de su pérdida?-pregunta un miembro de la prensa.

- Ya me encuentro mejor, gracias por preguntar-responde Sam con profesionalismo.

- Señor, ¿es verdad que es el heredero?

- Sí, lo soy. Todo lo que diré es que todavía estamos mi familia y yo en proceso de recuperación y estamos saliendo juntos al lado de personas que nos dan su apoyo-dice y me mira con una sonrisa la cual le devuelvo-. La empresa seguirá igual como lo ha sido antes sin ninguna modificación, gracias por su tiempo, con permiso señores- Termina y nos damos vuelta para caminar y meternos adentro.

___☆☆☆___

Llevamos una hora y media, hemos estado de tienda en tienda, él también aprovechó para comprarse algo de vestimenta, de mi parte me compré lo que necesitaba. Cosas de mi cuidado personal y algunas prendas de invierno ya que se está acercando.

- Ven, tienes que comprarte algunos vestidos.

-¿Para qué? Tengo, no es necesario, Sam.

- Pero la mayoría ya lo has usado y punto.

Bufo y niego pero me dejo guiar por él. Nos metemos a una tienda de una marca famosa y esto es lujo por donde mires.

-¿En qué puedo ayudarlos?- pregunta la dependienta.

Contrato de la Felicidad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora