•Una infidelidad.
•Un matrimonio arreglado.
•Un desconocido.
•Una casualidad.
•Un amor prohibido.
"Son los caminos para llegar a la avenida desastre."
Bryce una chica hermosa e inteligente, que lo tenía todo para ser feliz, una noche descubre la inf...
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Zombis ~.~.~.~.~
Una respiración cálida me hace cosquillas sobre el torso desnudo, me hundo más entre las sábanas cuando el aroma a lavanda mezclado con vainilla llena mis pulmones. Sonrió como idiota envolviéndola entre mis brazos, se siente bien tenerla cerca.
Parpadeo un par de veces cuando abro los ojos, la habitación está algo oscura. Tomo mi teléfono móvil para verificar la hora, son apenas las cuatro y media de la madrugada. Tengo muchas notificaciones la mayoría trata asuntos de trabajo, pero hay tres que destacan y son mensajes de Mark, otro de Kev y un último de Abby.
Mark "Me debes un gran y enorme favor, espero al menos que haya dicho que sí. Porque si dijo que no me burlaré de ti por el resto de tu vida, al menos dime si follaste"
Kev "Maldito gilipollas no puedo creer que confiaras en Mark y no en mí para ayudarte, espero que Bryce te mande a la mierda"
Abby "Si la lastimas de nuevo té juro que te corto la polla y dice Elio que te la hará tragar. Espero que estén teniendo sexo de reconciliación"
Sonrió porque está claro que ambos tenemos amigos que están locos. Dejo el teléfono en la mesita de noche antes de volver acomodarme al lado de Bryce. Todavía no me acostumbro a lo que esta mujer me hace sentir, pero al menos estoy empezando aceptarlo. Hundo mi cara en su cabello y cierro mis ojos nuevamente mientras aspiro ese aroma tan embriagador que solamente tiene ella.
Cuando vuelvo abrir mis ojos es de día la claridad se filtra por las cortinas de los enormes ventanales de la habitación, el sonido de gotas de lluvia impactando en el cristal llama mi atención. Es extraño que llueva en esta época del año y, lo que es peor de todo la lluvia acaba de arruinar mis planes.
Un jadeo casi inaudible, hace que centre mi vista en el pequeño cuerpo desnudo que yace sobre mí. Su brazo derecho se enrosca en mi cintura, mientras que una de sus piernas se entrelaza entremedio de las mías, su cabello castaño cae como cascada sobe mi torso hasta desembocar en las sabanas que dejan descubierta su perfecta espalda tapizada con esa piel perfectamente bronceada y suave. Todavía me sigue sorprendiendo lo hermosa que es, parece un puto ángel de carne y hueso. Y es mi ángel.
Después de admirarla por varios minutos decido que es tiempo de darme un baño y preparar el desayuno, intento moverme con sigilo para evitar despertarla, pero su brazo y pierna me lo impiden. Con mucha delicadeza logro sacar una pierna y luego la otra obligando a mi cuerpo a colocarse en una posición antinatural, lo más complicado es quitarme su brazo de encima, después de varios intentos al final logro salir de la cama, una sonrisa aparece en mi rostro cuando abraza la almohada que dejo como mi remplazo. Me doy una ducha rápida y me apresuro hacer el desayuno.
Corto el beicon en trocitos al igual que los pimientos, antes de colocarlos en el omelette, —¡Estas aquí! — la voz llena de sorpresa de Bryce me toma desprevenido, me giro para verla, lo primero que noto es el alivio en sus lindos ojos gatunos.
