PERSEA FORKS - A mano fría

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*REPRODUCE LA CANCIÓN DEL PRINCIPIO PARA UNA MEJOR EXPERIENCIA*

MI HISTORIA XLVIII

Desde que tengo memoria, siempre he sido mi madre y yo. Lily Forks fue la que me crió, la que me sustentó, la que estaba cuando la necesitaba.

Cuando me quebraba algún hueso, era Lily la que estaba, cuando tenía hambre, era Lily cuando estaba, cuando estaba sola o tenía problemas, era Lily la que estaba conmigo.

Siempre fue ella.

Pero ahora no.

— nos están atacando —masculle apenas.

— mantente conmigo —asentí a Nico, mientras veía cómo las personas corrían a nuestro lado, salían de la bódega y también del cuartel de donde veníamos nosotros.

Con espada en mano y escudo en otro, algunos tomaban la iniciativa de unirse a la pelea, podía escuchar los gritos, más no choques de espada, pero sí. Disparos.

— ¡tienen armas! ¡Tengan cuidado! —

— ¡arqueros en sus posiciones! —gritó una chica subiendo las escaleras seguida de cuatro personas más.

— okay, sí —Nico Di Angelo se levantaba— creo que puedo pelear —le ayude a levantarse y suspire antes de sacar la daga de su vaina.

— es hora —masculle mirándola, esta vez, lucharía.

— ¿lista? —Nico Di Angelo tomaba grandes bocanadas de aire.

— lo estoy —le aseguré.

Nico Di Angelo camino frente a mí y cada vez nos acercamos más a la pelea, se sentía el ambiente tenso en medio de la lluvia que caía, veía a personas corriendo y otras luchando, parecían personas normales, con ropa normal, pude notar la embarcación y el nombre que llevaba "Το δυνατό μάτι" no me tomo mucho para descifrar que decía "el ojo que todo lo ve" era mediano, pero parecía chatarra.

— cuidado —Nico Di Angelo no demoró en hacerme a un lado y sacar una espada negra que humeaba y con solo blandirlo de un lado a otro partió a el hombre que se acercaba, lo partió en dos y desapareció en cenizas.

Me quedé quieta en mi lugar. Como si me hubiera congelado con su movimiento.

— no te quedes ahí y pelea —dijo Nico sin mirarme. Asentí.

Y como si me hubiera dado permiso, pude moverme, accione la daga y se transformó en el arco, se iluminó como la primera vez y podía sentir como el mar se deslizaba entre su cuerpo y temblaba, casi como si pudiera moverse solo.

Pero aún así, la corriente que estaba dentro en mí era inevitable.

Tome una flecha y me prepare para apuntar, pero cuando estaba a punto de hacerlo, noté como cuatro personas más salían del barco, cuatro personas... que reconocía a la perfección.

Persea Forks, vendrás conmigo —eran ellos— Lily Forks, tu saldo será cancelado hoy —eran ellos, aquellos que le arrebataron la vida a mi madre.

A mano fría...

Y si ellos estaban aquí, significaba que venían a por mi— que lastima, porque hay personas que morirían por ti —y no podía dejar que nadie más, muriera, no por mi culpa, no ahora.

La corriente eléctrica dentro de mí, ya no solo se alojaba en mi corazón, sino también en todo mi cuerpo, me sentía ansiosa y sedienta de venganza.

Levanté el arco, en medio de tanto caos, saqué una flecha entre tanta sed de venganza y pensé en mamá.

Pensé en sobre cómo desearía que realmente estuviera aquí y que me viera ahora, ahora que no tenía miedo, ahora que estaba lista para luchar, que no necesitaba explicación, no necesitaba nada, solo a ella.

PERSEA FORKS © - La Gracia de ArtemisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora