Siendo la 1:48 a.m los miembros de Enhypen estaban arreglándose para dormir. Fue un día agotador ya que los chicos habían hecho comeback con su álbum "DIMENSION: DILEMMA" y se encontraban en promociones. Todos estaban orgullosos con los resultados, lo dieron todo en el escenario hasta casi colapsar, y por esta razón, los miembros solo querían dormir y descansar hasta el día de mañana...Pero, habían dos de los jóvenes que estaban aún en pie, bueno, mejor dicho acostados en la cama y dándose mimos; estos no eran nada más ni nada menos que los tórtolos de Jongseong y Jungwon.
- Hyung, ya no me des más besos - exclama de manera tierna el más bajo -se supone que aquí el amoroso soy yo, no tú.- Hace un ligero puchero y achinando sus ojitos mientras recibe los besos húmedos de Jongseong en toda la zona de su cuello, mejillas y orejas. Los besos del estadounidense estremecían al coreano.
- ¿Hm? Creo que estás siendo injusto bebé - besó su oreja y luego bajó sus mordidas a su cuello, dejando pequeños chupones, haciendo que el otro suspire y muerda su labio - siempre me das besos, en todas partes. Intentas besarme frente las cámaras y provocarme con tus lindos ojos; pero ahora yo quiero comerte, y no quiero escuchar un "no" de respuesta. - sonrió sobre sus labios y lo besó sin apuros, pero sin quitar la pizca de sensualidad que Park siempre portaba.
A Jongseong le encantaba tener esos minutos de mimos con su novio antes de dormir, las ganas de besarlo frente a todos sobraban, pero él sabe que tiene que controlarse ya que ambos podrían salir afectados si los descubrían. Aunque, a Park se le daba muy bien disimular sus intenciones cuando le daba por acariciar las piernas de Jungwon. Para las cámaras y los del staff era solo una caricia amistosa, pero lo que realmente ocultaba ese tacto eran unas ganas de corromper al menor y manosear esos muslos que tanto amaba.
Yang estaba con unos shorts realmente cortos, quizá conozcan los shorts de ejercicio de habitualmente todos los miembros suelen tener, pero en el caso de Jungwon, él tenía unos especiales para dormir, ya que en todas las maneras posibles, le encanta provocar a Jongseong con sus irresistibles piernas.
El estadounidense estaba encima del coreano repartiendo mordidas traviesas en su cuello a la vez que acariciaba y amasaba sus muslos y trasero, adoraba escuchar como el menor suspiraba y soltaba pequeños gemidos; puede parecer absurdo como el menor se podía excitar con las simples caricias que le otorgaba su hyung, pero probablemente sea por las manos mágicas que tenía, y eso le encantaba.
A Jongseong le parecía tan tierno como el menor llevaba una mano a su boca para morderla y tratar de retener sus jadeos que iban subiendo de tono. Él sabía que su chico era escandaloso y que le costaba trabajo mantenerse callado, por eso le encantaba hallar el momento para que esté todo silencioso y pasarse de listo con su novio, teniendo tan solo una delgada pared que los separaba de la otra habitación.
Park se aprovechaba de Yang ya que su voz era aguda de por sí, y al gemir o jadear sus cuerdas vocales se agudizaban aún más, eso lo ponía malditamente caliente.
- Jay...hmm, no sigas...me pueden escuchar. - dijo el castaño con dificultad arqueando su espalda y juntando sus erecciones por accidente. El contacto hizo que ambos ahogaran un gemido.
- Joder Jungwon...me trato de controlar pero me excitas como la maldita mierda. - gruñó.
- Hyung, por favor, dejémoslo para otro día, me está dando sueño y no quiero dormirme cuando me la metas. - rió bajo entre suspiros, odiaba como Park no dejaba de restregarse con su pene y no escuchaba sus plegarias.
El rubio se detuvo y soltó una risa, negó levemente mirando con gracia al chico con semejanza de tomate que tenía al frente. - Está bien, pero sabes que detesto que me dejes con un problema entre las piernas.
- ¿Lo siento? - se disculpó falsamente el menor, ocultando una sonrisa satisfactoria.
Ambos se acomodaron tratando de ignorar sus leves erecciones con algún tema al azar. El mayor se fue a su cama y se sentó en esta, mirando al menor que estaba acomodando las almohadas y sábanas, es obvio que Chan no iba a dormir en su cama, ambos compartían la cama del rapero.
Entonces, ahí fue dónde a Jongseong se le encendió el foco.
Estaba loco, efectivamente se le habían aflojado los tornillos a ese chico.
- Wonnie, se me ocurrió...algo. - habló después de esos segundos de silencio.
Jungwon dirigió su atención a su hyung que estaba sentado y mirándolo con una cara que ni él podía describir, esa expresión no le daba confianza, pero de alguna manera se sintió curioso.
-... ¿Qué piensas, Park Jongseong? - preguntó con recelo y se sentó en su cama mirando al nombrado.
- Se me ocurrió algo loco...algo peligroso; algo que sinceramente tengo en mi lista de deseos más oscuros. -susurró parándose y acercándose de a poco a su novio.
Bien, eso no había sido una buena señal para Yang, el tono de voz de Jongseong lo estaba inquietando hasta el punto de cerrar sus puños en las sábanas blancas, dejando atrás el trabajo de estirarlas.
- Se trata de un juego, sé que te encantan, así que no creo que te opongas.
- Si no me dices qué es lo que tienes en mente no creo tener ese mismo punto de vista tuyo. -frunció un poco el ceño. Jungwon ya estaba nervioso, no le gustaba cuando el contrario se ponía misterioso porque sabía que eso significaba peligro.
- Bien, este juego tiene nombre, y se llama "si gimes, pierdes". - sonrió socarrón ante su ingenioso nombre. - Las reglas son claras, ambos tenemos cinco vidas, y si estas se acaban, el perdedor tendrá un castigo impuesto por el ganador, del cual no podrá negarse. Pero, lo más excitante de este juego es que se hace a escondidas de los demás, ya sea con los otros miembros o en frente de las cámaras. Lo que se puede hacer para provocar al otro lo dejo a tu imaginación, la creatividad es lo que cuenta en este juego.
El castaño tragó saliva. Definitivamente a su compañero de habitación se le habían caído todos los tornillos de la cabeza. Nunca pensó que Park tuviera esos pensamientos tan depravados que superaban el nivel de perversidad y morbo.
Se quedó viendo a su mayor con incredulidad y luego se le subieron los colores a sus mejillas por las imágenes mentales que se le pasaron por la cabeza.
- ¡Estás loco, Park! -gritó en un susurro.- ¿Por qué crees que accedería jugar a eso contigo?
- Quizá porque sé que en el fondo te pone caliente que acaricie tus piernas debajo de la mesa, sé que tienes un lado travieso que no sueles mostrarme tan seguido...Así que este juego abre todas tus exceptativas. -se agachó levemente hasta quedar frente al rostro del menor, quien evitaba a toda costa el contacto con el otro, la vergüenza lo carcomía.- Wonnie... Te vas a divertir, estoy seguro de que te va a encantar, lo vas a disfrutar.
- ¡Ahg! No quiero escuchar más. -se paró bruscamente, haciendo que el más alto se alejara por tan repentina acción. El coreano comenzó a desarmar su cama para dormir mientras se quejaba.- Tengo sueño, quiero dormir, estoy cansando y no quiero jugar a ese juego tan absurdo que se te ocurrió, así que te pido por favor que te vayas a tu camita y te duermas porque mañana hay cosas importantes que hacer. Buenas noches.
Finalmente Jungwon se metió bajo sus mantas y le dio la espalda a su hyung, no quería que viera su sonrojo.
Jongseong sonrió burlesco al ver el bulto formado en la cama ajena, no le importaba que Yang le hubiera negado participar en su astuto juego, de todas formas lo que haría mañana sería el comienzo de este.
Solo por hoy, Jungwon no iba a escabullirse en la cama de Park.
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Fanfictionー ͏𝗷𝗮𝘆𝘄𝗼𝗻 jongseong, una noche le propone a su pequeño jungwon un juego algo peligroso donde ambos tenían que ser cuidadosos con sus acciones, disimular y sobre todo hacerlo 𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘰𝘯𝘥𝘪𝘥𝘢𝘴.