Capitulo 11: La Gente Cambia

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Mi pequeño hermano se encontraba fascinado con aquella historia, nos terminamos el helado y llegamos al apartamento.

-No sabía que Valerio fuera tan lindo... -Me dijo haciendo una pausa en aquel comentario, parecía que quiso decir otra cosa.

Iba a preguntar por aquel extraño comentario, pero fui interrumpido abruptamente.

-Muy bonito, llegando a altas horas de la noche señor Logan Brooks -Ese era su tono de molestia, además de utilizar mi nombre completo.

-Bueno, lo que pasa es que me quede a cerrar la cafetería esta noche -Le respondí dejando las llaves en el organizador de llaves.

-¡Si claro, que coincidencia! -Su tono de voz evidenciaba enojo, pero no sabía exactamente porque.

-Oye tranquilo, solo fue esta vez y como fue espontáneo no pude avisarte, pero estamos a cuatro cuadras, todo está bien -Le dije para calmar las ansias de aquel chico parado frente a mi.

Sebastián no hizo otra cosa más que ir a su habitación, quizás no quería mirar como me mangoneaban, tan solo por no avisar algo que salió de la nada y fue un favor para mi jefe.

-Bueno, si ya es todo déjame cenar -Le dije a mi novio enojado.

El no comento nada más sobre el asunto, pero esa reacción fue algo nuevo, nunca antes había reaccionado de tal manera, tan solo salió de mi vista y se marchó a nuestra alcoba.

-¡Sebastián! -Llame a mi hermanito para cenar algo.

-¿Que vas a preparar? -Me pregunto con su pequeña voz al salir de su habitación.

-Cereal con leche -Le dije sentándome en la mesa con la caja de tetrapack de la leche y el cartón colorido de mis hojuelas azucaradas favoritas.

Sebastián se sento a mi lado, no dijo nada sobre el asunto de Valerio, tan solo puse un video en el celular para que ambos lo viéramos.

Ambos terminamos nuestra cena y estaba por irme a dormir, pero el se sentó en el sofá, estaba mirando su teléfono, así que hice una pregunta que me llego a la mente.

-¿Hablas con mamá? -Le pregunté sentándome a su lado.

-Asi es, yo hablo con ella diario para reportarme y que sepa que yo estoy bien -Me dijo sin dejarme ver la pantalla de su teléfono.

-Tranquilo, no voy a invadir tu privacidad, esa es cosa tuya, lo que hagas o veas es solo cosa tuya -Le dije revolviendo su cabellera obscura.

-Oye, no soy quien para juzgar tu relación, pero... -Con algo se vergüenza me trataba de comentar algo.

-No temas, tu sueltalo, puedes confiar siempre en mi -Le dije sonriendo levemente.

-Por lo que has contado sobre ustedes, parece que Valerio ha cambiado en este tiempo, ya no parece el mismo, pero eso solo es lo que veo yo, tu eres el que lo conoce -Ese comentario fue bastante atinado.

No dije nada al principio, tan solo lo pensé un par de minutos, quizás eso era algo más profundo, pero no iba a abrumar a mi pequeño hermano con mis problemas maritales.

-No pasa nada, la gente cambia, sobre todo cuando crece, vas madurando, incluso tu no serás el mismo dentro de un año sabes -Le respondí para tranquilizarlo un poco, traté de ser lo más lógico posible.

Ambos nos fuimos a dormir o al menos eso traté, la verdad es que aquel comentario siguió sonando en mi cabeza durante un buen rato.

No me di cuenta en que momento me quedé dormido, pero a la mañana siguiente que era sábado, era un día con mucha clientela, tenía dudas sobre si llevarme a Sebastián o no al café, pero al final decidí llevarlo.

Lazos De Sangre (BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora