XIX

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¿Alguna vez han sentido que han hecho algo malo, tienen conciencia de ello y presienten que alguien se acerca a hacer justicia?

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¿Alguna vez han sentido que han hecho algo malo, tienen conciencia de ello y presienten que alguien se acerca a hacer justicia?

¿Si?, bueno, yo no.

Que pena por ustedes, pero bueno.

Irónicamente, cuando le dije a Yuji que esperaría a su celo para que le sea mucho más fácil tomar toda toda la longitud de mi miembro y además de aprovechar que en su época de calor, las probabilidad de quedar en cinta son mucho más altas; bueno, la parte graciosa es que al parecer hay alguien de buen corazón que quiere que cojamos como conejos.

Hoy en la mañana Yuji había presentado el inicio de su celo. A los Omegas por desgracia, o fortuna mía, presentaban un celo de dos días cada mes. Es beneficioso para su cuerpo ya que liberaba su propia tensión y lo "limpiaba" del alguna forma.

Bueno, yo soy malo para recordar fechas, Yuji pareciera que se le olvido a propósito y Uraume no me dijo nada. 

Esto simplemente podría parecer un plan maligno de cierto peli rosa con cara de Ángel.

- Sukuna-sama, llego mi celo~, ¿podemos hacerlo?- Murmuro con un ronca voz en mi oído. Sus mejillas se encendían de a poco mientras desprendía un adictivo y suave aroma. Tragué saliva.

¿Por que siento que él abusara de mi?, ahora mismo el que parecía un cachorro asustado era yo.

Sus manos guiaron mis dedos por debajo de su kimono, que a estas alturas parecía cubrir solamente de su cintura para abajo, sus piernas se separaron aun mas y sin cuidado alguno introdujo dos de mis dígitos.

Para sorpresa mía, su entrada estaba muy bien lubricada.

Los suspiros de Yuji no se hicieron de esperar al momento de que mis dedos se comenzaron a mover. Sonreí malicioso, quería ver la desesperación en su rostro, por lo que fui bajando la velocidad y sacaba lentamente uno de ellos.

- No~, mgh.- Su rostro se contrajo, parecía enfadado y sus labios  se apretaron, sus manos tomaron mis dedos y en un vago intento de auto penetrarse lo detuve, mantuve sus caderas alzadas y Yuji sollozo.- S-Sukuna-sama, por favor~.

- Por favor ¿que?, Yuji.- Mi sonrisa se ensancho cuando sus mejillas se llenaron de aire, dándome a entender que estaba haciendo un berrinche por no darle lo que quiere.

- Mueva sus dedos, por favor. Mi vientre arde.- Como si fuera un pequeño cachorro, llevo una de mis manos al lugar, esta ligeramente hinchado y esto se debía perfectamente al celo, estaba algo tibio y al momento de colocar mi mano, Yuji gimió.

El cuerpo de un Omega si que era extraordinario.

Nuevamente reanude el movimiento de mis dedos, y esta vez aumente aun mas la velocidad de las estocadas. Las temblorosas manos del Omega se aferraron a mi cuello en un vago intento por poder sostener todo ese placer que estaba sintiendo, su interior se contrajo en mis dedos y un agudo grito se escucho en la habitación, seguido de un extenso aroma dulce. 

Aunque pase el tiempo |SukuIta, Omegaverse|✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora