🌠Capítulo 11🌠

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¿Cómo decirles a los niños que ya era momento de despedirse?, ¿Cómo lo hacían sin herir sus frágiles corazoncitos?

Aun esperaban esa respuesta, pero no había tiempo. 15 de noviembre se había llegado, cada vez menos para el lanzamiento de su álbum, BE, y pocas horas para que una de las niñeras del orfanatorio fuera a por los niños. Sería una despedida dolorosa. En ningún momento pensaron que el cariño por ellos cinco sería tan grande y que les sería difícil alejarse.

Sabían que podían ir a visitarlos, pero debían ser realistas; son artistas de talla mundial que tienen una agenda llena tanto grupal como individual, no sabían cuando volverían a verlos.

Lo peor de toda la situación es que le habían prometido a Soobin pasar su cumpleaños todos juntos ya que era el próximo en cumplir añitos y ahora tampoco tenían idea si podían cumplir aquella promesa.

JIMIN: ¿Dónde están los niños? ―pregunto al ver a Taehyung entrar, estaban guardando las cosas de los pequeños en sus mochilas.

TAEHYUNG: Están siendo entretenidos por Jin y Nam hyung en el jardín, es para que no nos vean haciendo esto. ―señalo las mochilas que estaban abiertas, con la ropa de los cinco siendo acomodada por ellos.

El único dormido era Hueningkai, no había podido dormir del todo bien ya que su tercer dientecito comenzaba a salir y el dolor por lo mismo, no lo dejaba dormir en paz. Ahora estaba Jungkook sentado en la silla mecedora de la habitación con el bebé en brazos, dormido y con su chupón de abeja que a cada rato se le caía porque habría su boquita entre el sueño.

TAEHYUNG: Pareces un papá así Jeon. ―comento al ver al maknae todavía arrullando a Hueningkai.

JUNGKOOK: Me encariñe mucho con él, me será difícil alejarlo de mis brazos. ―dijo con tristeza en su tono de voz. Kai se removió en sus brazos, otra vez con la intención de llorar, pero el maknae de BTS fue más astuto y comenzó a cantarle.

Jimin y Taehyung guardaron silencio cuando Kook comenzó a cantarle Euphoria a Hueningkai para que pudiera dormirse de nuevo. El cariño era mutuo. Eso no se ponía en duda.

Escuchando que los niños ya habían entrado a la casa, el vmin se encargó de esconder las mochilas debajo de la cama para que no la vieran. Echaron un vistazo rápido al reloj; solo era cuestión de horas para que una de las trabajadoras del orfanato viniera por ellos y no tenían forma de decirles a los pequeñines que era momento de decir hasta pronto.

La última comida de los niños allí debía ser especial, por eso Namjoon se encargó de consentirlos y preguntarles que era lo que querían comer. Les compro todo lo que ellos le dijeron y la maknae line decidió comprarles muchos dulces que compartirían cuando llegaran al orfanato, pero obviamente eso último no les fue dicho.

Ya estando todos reunidos en la mesa, a los adultos no les importaba que los niños estuviesen gritando o con manchas de comida en el rostro. Ellos únicamente los querían ver felices. Era el único deseo que esperaban se les concediera.

JHOPE: Se ha estacionado una camioneta blanca afuera. ―aviso Hoseok cuando regreso de la sala al comedor.

El resto lo miro y después entre ellos mismos. Se había llegado la hora.

El timbre, dudaron en abrir durante unos minutos, los niños se extrañaron al escuchar que tocaban y ninguno de sus hyungs abría. Taehyung fue el primero en reaccionar, sus pasos eran pesados, pero llego hasta la puerta la cual abrió y noto a una de las trabajadoras que estaba ya dispuesta a llevarse a los niños.

Yeonjun fue el primero en reconocerla y se escondió detrás de Jimin, rogándole repetidas veces que no la dejaran entrar. Una señal más que no dejarían pasar desapercibida.

TRAB.: He venido a por los niños. ―sonrió mirando a los niños quienes estaban todavía en el comedor, mirándola y tratando de esconderse para que no se los llevaran.

Saliendo de sus escondites con sus hyungs, los niños miraron a los adultos quienes no decían nada ante las palabras de la trabajadora. Sus corazoncitos se rompieron cuando vieron como les eran entregadas sus mochilas a la mujer que los fue a recoger, aunque a ellos también les dolía dárselas, los querían con ellos, no lejos.

Soobin comenzó a llorar, diciendo entre su llanto y tartamudez que le habían prometido pasar su cumpleaños todos juntos, con un enorme pastel y velitas de colores. Imagen que hizo sentir culpable a los siete.

Beomgyu fue quitado de los brazos de Jimin por la trabajadora, éste comenzó a patalear y llorar más fuerte cuando miraba de retirado a los chicos y ellos no hacían nada por impedirlo.

BEOMGYU: ¡HYUNG! ―grito estando ya adentro de la camioneta―, ¡NO QUIEDO QUE ME LEVEN! ¡HYUNGS! ―siguió gritando con toda la fuerza que tenía en su voz, dando manotazos a los cristales de la ventana.

El siguiente en llorar fue Hueningkai, conocía ya el inigualable aroma de Jungkook y la delicadeza al momento de cargarlo. Al abrir sus ojitos y ver que no era su hyung el que lo cargaba, comenzó a llorar también, abrazando el peluche de cooky bebé que le había dado el maknae días antes.

La situación era demasiado dolorosa que Hoseok tuvo que retirarse de allí, los siete estaban llorando porque igualmente les dolía tener que separarse de ellos, pero lo más doloroso para ellos fue ver como los niños se iban llorando a mares, con las esperanzas rotas, el ánimo hasta el suelo y esas ilusiones que seguían siendo eso, unas ilusiones.

ʙᴀʙʏꜱɪᴛᴛᴇʀꜱ | ʙᴛꜱ/ᴛxᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora