necking and misery | tokyo revengers

kawata souya.

ANNIVERSARY.

— ¿Que haces?

— No seas tan inquieto...

Souya no pudo evitar removerse en la silla cuando te escucho hablar, lo miraste de reojo y no pudiste evitar soltar una pequeña sonrisa. Se veía tan indefenso como sus ojos tapados con una de tus medias, tenia un ligero puchero en sus labios y su entrecejo estaba fruncido.

— ¿Ya puedo ver? — el peliazul volvió a preguntar con nerviosismo y un no salió de tus labios — Casi llevo media hora así.

— Ya casi — te miraste al espejo y sentiste vergüenza ajena a ti misma, habías decidido ponerte un baby doll de encaje oscuro, pero para ese momento comenzabas a arrepentirte por la vergüenza — Ya voy cariño.

Soltaste un suspiro y volviste a observarlo antes de oprimir la bocina, habías decidido que sería una gran idea hacerle un lap dance por su primer aniversario de casados.

Solo esperabas que nada saliera mal esta noche.

Cerraste los ojos y tu dedo fue hacia el botón de play, Cherry de Lana del Rey se adueñó de la habitación, en aquel momento Souya se puso completamente tenso.

— ¿Cariño? — su voz salió algo nerviosa, la música y el no poder ver absolutamente lo ponía más ansioso de lo que ya estaba.

— Aquí estoy — tu voz cambio totalmente en aquel momento, tomaste sus manos y este no se quejó en el momento — Tócame.

Souya se quedó mudo cuando llevaste sus manos hasta tu cintura, movió ligeramente la yema de sus dedos para asegurar de lo que estaba sintiendo no era ropa casual, sino una con encaje.

Llevaste tu mano hacia su hombro y comenzaste a dar vueltas sobre la orilla de su silueta hasta llegar hasta su espalda, tus manos se deslizaron desde sus hombros hasta su estómago haciéndolo temblar en el acto.

— No estes tan tenso — susurraste en su oído con delicadeza, tus dedos fueron hasta los botones de su camisa para retirar uno por uno — Relájate.

Souya dejó caer su cabeza hacia atrás cuando tus manos comenzaron a tocar su abdomen, la imagen de su boca semiabierta y su respiración algo agitada solo te calentaba más en aquel momento.

Sus manos intentaban buscar tu cuerpo, ansioso por tocarte, pero tú solo te alejabas cuando las veía cerca. Querías hacerlo disfrutar a él en ese momento, que solo pensara en que él merecía el placer esta noche.

Volviste a dar la vuelta hasta llegar a un costado de su cuerpo, tu pierna se alzó con lentitud y tu esposo trago saliva cuando sintió tu pie en su muslo. Tomaste su mano y la llevaste hasta tu piel desnuda para que se dispusiera a tocarla, Souya abrió ligeramente su boca cuando la yema de sus dedos comenzó a rozar con tus bragas.

— ¿Quieres tocarme? — hablaste algo nerviosa debido a su toque, el de inmediato asintió rápidamente y no pudiste evitar reír — Esta bien...

Elevaste tu otra pierna y escuchaste un ligero quejido de su parte cuando caíste en su regazo, justamente lo habías hecho adrede para llevar más allá la situación. Acomodaste tus piernas a los costados de su cintura y llevaste tus manos hacia su rostro, admirando lo lindo que se veía bajo la tenue luz roja.